La gente sigue yendo a votar a pesar de saber que va a elegir a uno de los caraduras e impostores que se presentan para alcalde, ministro, concejal o presidente de la nación.

Después llegan las lamentaciones; suben los alquileres, aumenta el recibo de la luz, sigue la pobreza, los desahucios, los impuestos, atentados medioambientales, crisis, desempleo y un larguísimo etc.

El sistema democrático jamás podrá funcionar mientras los votantes sean unos ignorantes. Otra alternativa sería que los candidatos a cualquier cargo político firmara una cláusula en su contrato que dijese:

Si, en los dos primeros años de ocupar el puesto (ya sea alcalde, ministro, concejal, presidente, etc.) no se nota importantes cambios de restauración de todos los problemas socioeconómicos y medioambientales de mi país y a los cuatro su total erradicación de cada uno de los problemas, me comprometo a acatar la sentencia de 25 años de trabajos a la sociedad cobrando una tercera parte del sueldo mínimo establecido y una vez finalizada esa condena se me aplicará la pena de muerte (ser ejecutado en la vía pública por medio de fusilamiento por parte de civiles voluntarios)

Pero eso no cabe en la cabeza de los cabestros y piensan que es una barbaridad.

Como ya han pasado varias décadas desde que se ha establecido la democracia, se ha comprobado que tal como está ahora establecida no funciona, que tenemos cada año peor calidad de vida.

La gente no escarmienta, a pesar de llevar tanto tiempo en democracia, la gente ilusa se piensa que la persona que ha votado lo hará mejor que el anterior presidente, pero nunca cambia a mejor la vida de los ciudadanos. En cambio, si se aplicara el método que propongo, no importará a quién votes, seguro que aciertas, pues estará en juego la vida del aspirante a presidente y si no tiene buenas ideas, dudo que nadie se presente.

2/02/2021