Además los efectos de la vitamina C sobre la carga viral irían más allá, pues está demostrada su capacidad para actuar y potenciar el sistema inmune. Parece pues que habría bastantes argumentos científicos y prácticos para probar la vitamina C intravenosa en pacientes de ébola ya que se pueden manejar cantidades importantes. «En algunos casos -nos dijo el Dr. Ibáñez- he llegado a administrar hasta 60 gramos de vitamina C intravenosa. Suelo ir incrementando paulatinamente las dosis hasta que veo que llego al dintel, justo antes de entrar en el efecto opuesto. Pero esa cifra es siempre individual. Luego, una vez llego a ese umbral -que en unos pacientes es de 15 gramos y en otros de 30 o 60-, administro los sueros con una frecuencia de una o dos veces por semana hasta conseguir frenar el efecto de la degeneración celular”.

LA HOMEOPATÍA

¿Y qué decir de la Homeopatía? Pues que no está probada frente al ébola pero a favor de hacerlo hay varios argumentos. En primer lugar, la practican miles de médicos en todo el mundo; en segundo, carece de efectos secundarios; y en tercero, ya ha demostrado su utilidad en otras epidemias. En 1801 el propio Hahnemann, creador de la Homeopatía, tuvo la oportunidad de demostrar la eficacia de la Belladona como medicamento profiláctico durante la epidemia de escarlatina de ese año. Con tanta eficacia que el gobierno de Prusia haría obligatorio su uso en 1838 durante las epidemias de esa enfermedad. Y otro homeópata, Von Boeninghausen, tuvo éxito en la epidemia del cólera que sufrió Europa en 1849. Cuando intervino la tasa de mortalidad oscilaba entre el 54% y el 90% según los sitios y con el uso de Camphora, Cuprum metalicum y Veratrum Album se redujo a 5-16%.

Datos ante los que el Dr. Santiago de la Rosa, miembro de nuestro Consejo Asesor y presidente de la Comisión de Médicos Naturistas del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, se pregunta: «¿Por qué si en aquellos tiempos se utilizó con éxito ahora ni se tiene en cuenta? A fin de cuentas la eficacia de la Homeopatía está científica y clínicamente demostrada». Y que tiene razón lo avala el artículo que con el título Fundamentos científicos de la Homeopatía publicamos en ese mismo número.

En fin, aunque podría haber otras posibilidades respecto a los productos que en este caso sería oportuno utilizar ante la tranquilidad de saber que su consumo es inocuo el doctor De la Rosa propone una fórmula que a su juicio podría funcionar. Para la fiebre, Belladona, cubriendo así los síntomas de fiebre alta, dolor de cabeza y debilidad, como antiviral el Vicetoxicum por vía intravenosa y para combatir las hemorragias internas alguno de los siguientes remedios en función del paciente: Bothrops Lanceolatus (hemorragias de sangre fluida y negra). China (pérdidas importantes de sangre), Hammelis Virginica (tendencia a las hemorragias frecuentes, abundantes y repetidas), Crotalus Horridus (hemorragias que no coagulan y pueden aparecer por cualquier orificio del cuerpo), Lachesis (similar al anterior) y Meliloto común (hemorragia abundante y de color rojo vivo con congestión de los vasos sanguíneos en cualquier órgano o parte del cuerpo). Y hay otros antihemorrágicos. Y como modulador general del organismo, Árnica. Obviamente las dosis y productos variarían en función de la sintomatología y la persona.

Terminamos indicando que expertos internacionales consideran asimismo posiblemente eficaces China Oficinalis (9 CH) y Phosphorus (9 CH).

EL DIÓXIDO DE CLORO

Cualquiera que haya visto algún documental sobre cómo se desinfectan los médicos y personal en contacto con pacientes infectados por Ébola recordarán que tras su período de trabajo se lavan una y otra vez con cloro por ser éste un excelente desinfectante para acabar con el virus. Pues bien, otro de los productos que ha demostrado un notable poder microbicida es el dióxido de doro del que hemos hablado ya extensamente (vea en nuestra web –www.dsaiud.com- los artículos El MMS o la Solución Mineral Milagrosa y ¿Ayuda el MMS a recuperar niños autistas? publicados en los números 130 y 152 respectivamente). El dióxido de cloro se obtiene al combinar -en las debidas proporciones- clorito sódico (NaCIO2) con ácido cítrico y actúa como un potente antimicrobiano que en el caso de las bacterias lo que hace es absorber los electrones de la pared celular destruyéndolas mientras que a los virus los elimina desnaturalizando sus cápsides e impidiendo su reproducción. En cuanto a los parásitos y hongos patógenos los elimina por oxidación. Y todo ello -a las dosis recomendadas en los protocolos de Jim Humble, su descubridor y creador- sin afectar ni a las bacterias benéficas ni a las células sanas.

Invitamos a quienes quieran profundizar en sus posibilidades terapéuticas o en sus bases químicas a entrar en la web http://bioredox.mysite.com/CLOXhtml/CLOXprnt-i-refs.htm del doctor Thomas Lee Hesselink, especialista en tratamientos oxidativos que hizo una amplia investigación para confirmar si las aseveraciones de Humble sobre el producto tienen base científica y que se publicó con el título On The Mechanisms Of Toxicity Of Chlorine Oxides Against Malaria! Parasites. An OverView (Sobre los mecanismos de toxicidad de los óxidos de cloro contra los parásitos de la malaria. Una revisión científica). Trabajo en el que Hesselink, tras citar centenares de estudios y trabajos en los que se encuentran las bases químicas que justificarían los resultados del dióxido de cloro, termina concluyendo: «El dióxido de cloro ha demostrado ser bactericida para casi todos los agentes infecciosos conocidos in vitro utilizando concentraciones extraordinariamente bajas. Esto incluye parásitos, hongos, bacterias y virus. Las experiencias indicadas anteriormente sugieren que este compuesto es tolerable por vía oral en concentraciones eficaces«.

Cabe asimismo recordar el trabajo que el doctor suizo Klaus Schustereder desarrolló en África con el MMS y otros medicamentos homeopáticos. En uno de ellos -realizado en 2008- trató a 10 personas afectadas de SIDA y malaria simultáneamente comprobando que en ocho de los casos la carga viral bajó a cero desapareciendo además la malaria.

«Veo muy probable que el MMS funcione contra el ébola -nos diría por su parte Andrea Kalcker, uno de los mayores conocedores del mismo- porque se ha mostrado muy sensible al cloro. Al ser un oxidante causa la desnaturalización viral y funciona prácticamente con todos los virus. Está probado en experiencias particulares con el dengue, el chikungunya y muchos otros microbios. Su mecanismo de acción le hace eficaz contra casi todos«.

EL USO DE CONTRA-FRECUENCIAS

A estas alturas ningún médico, biólogo, farmacéutico, físico, químico o investigador medianamente preparado debería ignorar que todos los organismos vivos, como seres oscilatorios que son -desde el átomo a la célula- vibran a determinadas frecuencias. Y así, mientras las frecuencias humanas oscilan entre 1.520 y 9.460 KHz las de los microbios patógenos -virus, bacterias y hongos- se mueven entre 77 y 500 KHz. Lo interesante en cualquier caso es que cada microbio vibra a una frecuencia concreta y específica. Y que las frecuencias de cientos de ellos se conocen desde hace décadas gracias el médico e investigador norteamericano Royal Raymond Rife como en su día explicamos en el reportaje que con el título Royal Raymond Rife y la destrucción de virus causantes de cáncer mediante radiofrecuencias apareció en el n° 96. Artículo en el que explicamos de forma amplia que todo empezó cuando en 1931 descubrió que un virus causaba cáncer y decidió investigar cómo destruirlo. Una investigación que le llevó a comprobar primero que emitiendo frecuencias sobre un organismo es posible saber qué microbio lo infecta porque el dispositivo lo detecta por biorresonancia; y, luego constató que incrementando su intensidad ¡se podían destruir! Su descubrimiento fue ocultado y él perseguido. Fantástico descubrimiento por el que de inmediato fue perseguido y su trabajo destruido. De hecho hoy hay bases de datos con las frecuencias de numerosos microbios incorporadas a dispositivos de biorresonancia -como el MORA y otros- que son capaces de contrarrestar las vibraciones inarmónicas procedentes del interior del cuerpo mediante otras de las mismas características, de la misma longitud, alineadas espacialmente, igual de intensas, emitidas al mismo tiempo y que estén además invertidas 180° en su fase. Y que además permite aportar las frecuencias de nutrientes básicos para la supervivencia de las células (vea en nuestra web –www.dsalud.com– los artículos que con los títulos La recuperación de la salud con Moraterapia, El Mora Super Plus permite corregir los bloqueos energéticos, La utilidad del MORA en casos de cáncer y Mora Color: un paso adelante en la Biorresonancia aparecieron en los números 68, 81,119 y 153 respectivamente).

Posteriormente, y en esta misma línea, la doctor Huida Clark desarrollaría otro dispositivo, el Zapper, capaz de neutralizar igualmente todo tipo de microorganismos a partir de sus frecuencias (vea el artículo que con el título El tratamiento del cáncer según la doctora Huida Clark apareció en el n° 55).

Terminamos indicando que precedente de todo esto es el dispositivo que en 1923 dio a conocer George Lakhovski -científico e inventor bielorruso- que permite recuperar células dañadas mediante emisiones electromagnéticas al que llamó Oscilador Radio Celular (vea en nuestra web –www.dsalud.com– los artículos El oscilador de ondas múltiples de Georges Lakowsky y Dr José Luis Arranz: «El oscilador de ondas múltiples de Lakowsky sirve para tratar cualquier enfermedad» publicados en los números 154 y 157 respectivamente).

EL PAR BIOMAGNÉTICO

Terminamos indicando que no debería tampoco descartarse el Par Biomagnético. Hablamos de una disciplina terapéutica -ampliamente difundida en España por cierto- que permite inactivar cualquier microbio patógeno usando simplemente dos potentes imanes situados en puntos estratégicos y que fue desarrollada hace años por el mexicano Isaac Goiz (lea en nuestra web –www.dsalud.com– los artículos titulados El Par Biomagnético: cómo tratar las enfermedades ¡con dos simples imanes!, Isaac Goiz y la teoría del Par Biomagnético, La terapia del Par Biomagnético, sometida a prueba con más de 200 enfermos y Juan Carlos Albendea: «El Par Biomagnético debe de ser utilizado por profesionales bien formados» publicados en los números 76, 112, 118 y 145 respectivamente). De hecho Juan Carlos Albendea, uno de los mayores expertos a nivel internacional en esta terapia, se ha ofrecido a testar y tratar directamente a aquellos pacientes que lo necesiten en el propio Hospital Carlos III.

En fin, podríamos citar otros recursos naturales capaces de mejorar el estado de postración y la sintomatología de los enfermos de ébola cuando no su recuperación total pero el abanico presentado es más que suficiente para entender que no estamos tan indefensos como se nos dice. No es pues entendible que nuestras autoridades sanitarias no recurran a ellos, máxime cuando son inocuas, carentes de efectos secundarios adversos.

Antonio F. Muro

https://www.dsalud.com/reportaje/las-autoridades-optan-por-ignorar-posibles-tratamientos-del-virus-del-ebola/

Fuente; Revista Discovery Salud. Número 176 – Noviembre 2014

8/06/2022