El plástico es un material ligero, flexible, versátil y barato, pero también es una de las mayores amenazas para el medio ambiente. El 90% de las bolsas de plástico acaba en los vertederos  y auténticas islas de plástico que se extienden por los océanos. Millones de peces y aves marinas mueren cada año por comer fragmentos de plástico que confunden con alimento.

Sin embargo, el plástico puede tener una segunda reencarnación como combustible, según ha demostrado la empresa japonesa Blest, con una máquina asombrosamente sencilla, capaz de convertir el plástico en gasolina, diésel o keroseno.

             Su inventor, Akinori Ito, explica cómo funciona la “Caja Mágica” la cual sólo pesa 50 kilos y es capaz de convertir 1 kilo de plástico en 1 litro de gasolina.

Ha distribuido la máquina en diversos países en los que el plástico resulta un problema medioambiental de primer orden. Ito cree que en el momento en que la gente empiece a considerar el plástico usado como un combustible y no como un desperdicio cambiará su actitud hacia él y, eventualmente, convertirá los basureros en una suerte de campos petrolíferos de segunda generación.

La máquina de Blest Company fue presentada en una feria japonesa hace ya tres años, aunque ha saltado a la fama recientemente gracias a un vídeo grabado por el fundador de Best, Akinori ItoEn él puedes observar el proceso de cómo se introduce el plástico en un depósito, la máquina se calienta hasta fundir el plástico y el gas resultante atraviesa, mediante un tubo, en un depósito de agua fría que convierte el gas en petróleo y, posteriormente, en cualquier derivado del mismo que pueda ser utilizado como combustible: gasolina, gasoil o keroseno.

                                                                                                                                 blestplastictooil537x402660x550.jpg

El funcionamiento de la máquina resulta un tanto complejo. Este aparato utiliza pirólisis de alta eficiencia, un método que consiste en usar altas temperaturas para transformar un compuesto en otro más pequeño y simple. Un dispositivo seguro de usar que también tiene la capacidad para procesar otros tipos de plásticos, como el poliestireno o el polietileno; aunque no las botellas PET (polietileno tereftalato).

El proceso de convertir las bolsas de plástico en combustible comienza abriendo la tapa del aparato e introduciendo los residuos. Después, éstos se calientan y, posteriormente, se introducen en un horno presurizado sin oxígeno. Ahí se calientan de nuevo a 427 º C para convertirlo en plástico líquido, que la máquina después transforma en un estado gaseoso.

El gas que se produce se atrapa y se almacena para su enfriamiento, mientras que el vapor se condensa cuando está frío y forma petróleo crudo. Akinori Ito descubrió que dicho petróleo producido por la máquina es una mezcla de gasolina, diésel, queroseno y combustible pesado. Un elemento que se podría utilizar para calentar algunas estufas y generadores, y servir como una alternativa a la gasolina cuando se refina o para impulsar vehículos como barcos, coches o motos.

Un uso doméstico

Akinori Ito ha diseñado este sistema pensando para que los usuarios lo utilicen en su casa, por lo que no abulta y se puede colocar en cualquier parte, siendo un poco más grande que una cafetera de cápsulas o un robot de cocina.

El inventor estima que un kilogramo de plástico puede producir aproximadamente un litro de aceite, aunque para convertir esa cantidad se necesita alrededor de 1 kWh de electricidad, que equivale aproximadamente a unos 18 céntimos en la factura. Además, también cabe tener en cuenta que, a la hora de usar la máquina, ésta produce una pequeña cantidad de residuos de carbón inerte que se pueden tirar en la basura normal.

Pero la Blest Machine no es la primera de su tipo, ya que en Washington D.C. están llevando a cabo investigaciones con una similar, pero a mucha mayor escala. La diferencia principal entre estas dos, es que la Blest Machine está pensada para ser utilizada en el hogar y por eso se comercializa en dos tipos diferentes: uno con tamaño de escritorio, el más pequeño y un segundo de mayor tamaño capaz de producir 5 kilos de petróleo  en una hora.

Esta invención es verdaderamente excelente, sobre todo porque puede transformar algo que iría a la basura a contaminar el ambiente en un recurso preciado que cualquier familia podría aprovechar. El único problema, es que la máquina se vende por US$10,000, un precio extremadamente alto para cualquier persona que quiera reciclar sus bolsas plásticas. La empresa está al tanto del alto precio, pero espera poder bajar el costo a medida que aumente la demanda.

La idea de convertir el plástico en combustible no es nueva. Una instalación industrial en Maryland (EEUU) sostiene ser capaz de producir barriles de petróleo a menos de 10 dólares la unidad a partir de plástico inservible. Por su parte, la empresa GRC presentó en 2007 una máquina microondas para convertir el plástico en hidrocarburos, como diésel o gas. En aquel caso la proporción anunciaba era de 5 litros de gasolina por cada 9 kilos de plástico.

Lamentablemente la conversión de plástico en petróleo plantea varias dudas en torno a la eficiencia energética ¿se gasta más energía de la que se obtiene en el proceso? , pues en el proceso se liberan moléculas de clorina y éter altamente contaminantes. Aún tendremos que esperar a ver si este proceso puede realizarse a grandes escalas y poder por fin darle un uso a los miles de toneladas de plásticos que contaminan nuestro planeta.

 

Fuente: Máquina para convertir bolsas de plástico en combustible

https://www.nuevamujer.com/lifestyle/2014/02/19/la-maquina-que-convierte-plasticos-en-combustibles.html

https://www.elespanol.com/omicrono/tecnologia/20211117/inventan-maquina-transforma-bolsas-plastico-combustible-podras/627437632_0.html

 

17/11/2021