El humo del tabaco contiene alquitranes, acetona, amoníaco, monóxido de carbono, nitrosaminas, cadmio, níquel, fenoles, sustancias radioactivas y cientos de tóxicos más que cuando entran en contacto con los alimentos pueden interactuar incrementando el riesgo de toxicidad para el organismo ya que los daños para la salud que por sí mismas ya producen se multiplican. De ahí la importancia de que en los bares y restaurantes las cocinas estén completamente limpias del humo del tabaco. Así lo ha advertido el Dr. Juan Antonio Riesco, Coordinador del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica que recuerda el «necesario cumplimiento» tanto del decreto sobre las normas relativas a los manipuladores de alimentos como las normas de calidad vigentes. En suma, que está taxativamente prohibido fumar donde se preparan alimentos. Y nos vamos a permitir dar un consejo a nuestros lectores: si ven a alguno fumando donde comen pidan la hoja de reclamaciones. Y si vuelven a ese sitio y siguen fumando… denúncienles y no vuelvan más, especialmente si suelen ir con niños. Si no exigimos nosotros mismos nuestros derechos nadie lo hará.

 

Fuente; Revista Discovery Salud. Número 99 – Noviembre 2007

22/09/2022