Diógenes Pigmalión, Redactor en Self-Employed (2011-presente)

 

El amaranto: una planta ancestral de gran poder nutritivo

También conocida como “bledo”, esta especie herbácea de origen milenario tiene la facultad de combatir la desnutrición. Se caracteriza por proveer múltiples vitaminas, minerales, aminoácidos y proteínas.

Por Alejandro Ortiz

Está presente en la historia culinaria desde hace miles de años, reluce flores de distintos colores, es resistente a la sequía, se pueden consumir tanto sus hojas como sus semillas, y, por si fuera poco, contiene más calcio que la leche.

Todas estas y muchas más características pueden atribuírsele al amaranto; planta nativa cuya domesticación se estima fue a partir del 6 mil antes de Cristo, y consumida inicialmente por los habitantes de Mesoamérica alrededor del 7 mil antes de Cristo, según apunta una publicación realizada por la Universidad Mesoamericana de Guatemala.

El amaranto es un género herbáceo de la familia Amaranthaceae que se produce anualmente, y, cuya forma alargada es coronada con racimos de flores de distintas tonalidades, dependiendo del lugar en el que crezcan.

Edson Xiloj, ingeniero agrónomo y director del proyecto Senacri (Semillas Nativas y Criollas de Guatemala), explica que esta planta ha tenido gran importancia en el territorio nacional, ya que se trata de una especie nativa que era utilizada por los ancestros como alimento sagrado por su valor nutricional.

El agrónomo agrega que la planta es conocida en las distintas regiones del país, y por ello, cuenta con distintos nombres en los idiomas mayas, además de amaranto o bledo. Es llamada T’ez (en k’iche’), Chic-Ixtez (chalchiteka), Acilixtez (q’eqchi’), Ses (achi), Quiec tes (kaqchikel), Laj’Choch (mam) y Labtz’etz (xinca).

Xiloj comenta que, por tratarse de una planta nativa, esta se adapta a las distintas condiciones geográficas y climáticas del país. Por esta razón, durante el proceso de crecimiento, sus racimos floreados varían: los verdes aparecen en la costa sur; los rojos y anaranjados en las zonas altas y céntricas; y el púrpura en la mayoría de espacios.

Crecimiento

Dicha facilidad de desarrollo hace que el amaranto pueda cultivarse, incluso en huertos caseros. Xiloj explica que la semilla se adapta en cualquier tipo de suelo y puede plantarse desde los 100 metros sobre el nivel del mar, hasta los 3 mil.

De acuerdo con el manual de semillas de Senacri, para cultivar amaranto se debe hacer sobre tierra previamente abonada, con semillas posicionadas en distancias de 25 centímetros por 50.

Edson explica que además de ser una planta resistente a plagas y sequía, el cultivo de amaranto es rápido. Las semillas germinan entre 5 y 10 días, y son cosechadas en los siguiente 3 o 5 meses, dependiendo de la ubicación.

Las flores del amaranto suelen presentar distintos pigmentos, según la zona donde crecen. (Foto Prensa Libre: Cortesía Senacri)

En el país su producción se ha caracterizado en departamentos como Baja Verapaz, Quiché, Huehuetenango y Sololá.

El cultivo de amaranto también se presenta en otras partes de América Latina como México, Argentina y Perú. De igual manera, el amaranto es utilizado en el Caribe, América del Norte, África, Asia y Europa, según indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

Múltiples beneficios

El amaranto puede consumirse tanto en hoja como en semilla, e incluso como brote. Cada una de sus presentaciones tiene un alto grado nutricional que, indistintamente de su preparación, puede potenciar múltiples vitaminas, minerales, aminoácidos y proteínas.

La nutricionista Priscilla Anderson destaca al amaranto como un alimento muy sustancioso por los distintos valores que tiene. La proteína es el más importante de ellos; aporta a la formación de músculo y tiene gran presencia en la planta.

El amaranto también presenta un gran valor cálcico. Mientras que en 100 mililitros de leche hay 125 gramos de calcio; en el amaranto hay 157, apunta Anderson.

El amaranto suele consumirse en distintas formas: en hoja, brote y muchas veces, como semilla.

También cuenta con lisina; un aminoácido esencial que contribuye a la construcción de proteína. La especialista en nutrición explica que la mayoría de proteínas de origen vegetal carecen de lisina, lo cual impide que alcancen un perfil completo de aminoácidos.

Además de ser rico en grasas buenas -recomendables para reducir el colesterol- el amaranto carece de gluten, por lo que se convierte en una opción de consumo para las personas celíacas.

Por si fuera poco, el alimento milenario también presenta Vitamina A, que contribuye a la mejora de visión. Por otra parte, Anderson comenta que este incluye hierro, lo cual se ha demostrado es favorable para las personas que padecen anemia.

Prepárelo en casa

André Schrei, gastrónomo y director del proyecto Soy Raíces, enfatiza en las distintas posibilidades para consumir el amaranto, a pesar del escaso consumo en la actualidad. Indica que por sus características a la fecha se utiliza para atoles, postres, bebidas y e incluso tamales.

Schrei resalta de igual manera el contenido en proteína, almidones y fibra “que aportan una función espesante y crocante”. De esta cuenta, el especialista en Gastronomía comparte cuatro recetas a base de amaranto, y fáciles de realizar en casa:

INFOGRAFIA E IMÁGENES

Que bien que has preguntado.

Un nutritivo abrazo.

Diogenes.

https://es.quora.com/Cu%C3%A1l-es-la-planta-en-latinoam%C3%A9rica-que-contiene-vitaminas-de-casi-todos-los-complejos-vitam%C3%ADnicos

2/04/2022