Amy, muere repentinamente tras la vacuna COVID con 23 años de edad

Publicado el 22 febrero, 2023

Fuente original en inglés: news.com.au

Autora: Adelaide Lang, 17 de febrero de 2023

Amy Segdwick, una chica de 23 años murió mientras dormía después de dos dosis de la vacuna COVID, según una investigación realizada.

El viernes, el Comité Permanente de Salud, Atención a la Tercera Edad y Deportes atendió a los australianos que se sienten abandonados después de buscar ayuda por los efectos nocivos de las vacunas COVID.

la investigación realizada concluyó que Amy Segdwick murió “repentina e inesperadamente” mientras dormía en abril del año pasado después de experimentar los efectos negativos de la vacuna Pfizer.

Sus padres, Sophie y Bruce, explicaron que se dio prioridad a su hija para inyectarse la vacuna COVID ya que había padecido una afección neurológica en 2019.

La joven de 23 años pidió consejo sobre la mejor vacuna en dicho momento y se le recomendó sin apenas dudarlo que se inyectara Pfizer, según se informó en la investigación realizada.

La decisión desencadenó una cadena de eventos “catastróficos”, según relata su madre.

“Amy entró en caída libre tras inyectarse las vacunas de Pfizer”, declaró la Sra. Segdwick al comité de investigación.

Amy comenzó con entumecimiento en los pies y desequilibró durante un mes entre las dos dosis.

Después del segundo pinchazo, el entumecimiento se extendió por sus piernas y comenzaron a dolerle las extremidades. La Sra. Sedgwick dijo que Amy tenía problemas para levantarse y caminar por lo que pidieron cita médica urgente.

El médico dijo que el empeoramiento de la salud de Amy no podía atribuirse a la vacuna.

“Cuando cuestionamos la conclusión del médico, nos dijeron con firmeza que teníamos que dejar pasar por alto la teoría de la vacuna como causa”, declaró la Sra. Sedgwick.

“Estábamos enfermos de preocupación por su salud”.

La madre informó al comité de investigación que la salud de su hija se deterioró rápidamente, hasta el punto en que no podía ponerse en pie, caminar, escribir, ni comer por sí sola.

Amy, una chica fuerte, valiente y resistente tuvo que permanecer en cama durante todo ese tiempo extremadamente traumático.

Finalmente, Amy, murió en la madrugada del 2 de abril, siete meses después de recibir la vacuna.

“Sé que Amy estaría aquí hoy viviendo su maravillosa vida, si no hubiera recibido esa vacuna”, declaró la Sra. Sedgwick al comité de investigación.

“Nuestras preocupaciones iniciales sobre la reacción adversa no deberían haber sido descartadas tan groseramente por el médico”.

La profesora asociada de la Facultad de Medicina Clínica de la prestigiosa universidad de Gales de Sur en Sidney (UNSW), Nada Hamad, le dijo al comité que enfrentó dificultades extremas para obtener reconocimiento y atención a pesar de su experiencia médica. Nada es directora de la unidad de ensayos clínicos de hematología y presidenta de la Sociedad de Trasplante de Médula Ósea de Australia y Nueva Zelanda entre otros cargos y funciones.

“Repetidamente no me escucharon y me ignoraron”, declaró la profesora Hamad.

«La gente me miraba y decía: ‘Debes estar inventando esto’».

La profesora Hamad le dijo al comité que había una «rechazo total a reconocer lo que estaba sucediendo con Amy» a pesar de que podía argumentar sus síntomas en términos médicos.

Traducción por DESPERTARES.ORG

Jamás hubo pandemia, ni son vacunas, es un genocidio disfrazado de crisis sanitarias vilmente orquestada.

https://despertares.org/2023/02/22/amy-muere-repentinamente-tras-la-vacuna-covid-con-23-anos-de-edad/

22/02/2023