No recuerdo que alguna vez haya funcionado la concienciación de las personas sobre algo para que la mayoría de las personas cambien sus hábitos.

Ya desde que era un crío me di cuenta de ello. I las autoridades pretendían que la gente hiciese caso de algo bastaba con multarles o con amenazarlos en meterles en prisión, pero nunca daba buenos resultados simplemente con explicaciones sobre por qué deben obedecer o por qué deben cambiar su manera de actuar.

En esta ocasión vemos que los descerebrados “piensan” que no hace falta recurrir a las sanciones.

Os pondré un ej: El uso del cinturón en España es obligatorio desde 1975 para los asientos delanteros y desde 1992 para los traseros. No usarlo es una infracción grave penalizada con 200 € de multa y con la pérdida de 3 puntos en el carné si eres el conductor. O sea, han pasado  más de 30 años ¿cuánto tiempo pensáis que tardaríamos ver a muchísimas personas en los vehículos sin usarlos si quitáramos esa prohibición?

Conclusión; solo hay  un modo eficaz de conseguir que la gente respete las leyes:

Amenazándolas, ya sea poniendo sanciones económicas elevadas, chantajeándolas, privándoles de libertad, contra su propia vida o de las personas que aprecie.

Ver; Vivimos en una sociedad de hipócritas y e infestada de descerebrados/as

19/05/2023