Publicado el 17 junio 2013
Hoy se ha producido en los juzgados de Don Benito (Badajoz) un hito en la lucha contra el uso de veneno en el campo. El ganadero responsable del envenenamiento masivo de aves rapaces, destapado por WWF en marzo de 2010, ha sido condenado a año y medio de cárcel, 30.000 euros de multa y tres años de inhabilitación para ejercer su profesión. Además, tendrá que costear medidas para reparar los daños causados a la fauna. La defensa, la Fiscalía y WWF, que ejercía de acusación particular en el juicio, han llegado a este acuerdo.
Los hechos juzgados hoy sucedieron en marzo de 2010, en una finca ganadera de Siruela (Badajoz). Técnicos de WWF acudieron allí alarmados porque el emisor vía satélite del alimoche “Atlas”, marcado por la organización para el estudio de la migración de la especie, daba señal de inmovilidad. En la finca hallaron el cuerpo de “Atlas”, además de otros dos alimoches, 2 buitres negros, 4 buitres leonados y otras aves rapaces, todas ellas especies protegidas, víctimas del veneno. En el vehículo del ganadero se encontró el tóxico utilizado para matar a las rapaces.
Además de indemnizar a la administración con 30.000 euros por las aves envenenadas, el ganadero tendrá que costear una serie de acciones que, con la aprobación de la jueza, diseñarán conjuntamente WWF y la Junta de Extremadura. El objetivo de las medidas será favorecer a las especies afectadas, principalmente las aves carroñeras, para compensar por los daños causados.
La sentencia es un buen ejemplo de que, poco a poco, se acaba la impunidad de los envenenadores. El uso de cebos envenenados pone en peligro la conservación de muchas especies amenazadas y es un delito que supone sanciones muy importantes.
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1 Comment
Rubén Torres
11 meses agoEso no es hacer justicia ni leches fritas. Al ser una pena inferior a dos años ni siquiera va a pisar el calabozo.
Acabar con varias aves que están en peligro de extinción no hay forma de compensarlo. Hacer justicia sería darle unos tragos del mismo veneno.