Este señor me caía bastante bien, pues lo conocí viendo varios programas del hormiguero. Pero ayer (24/11/2021) dio un pequeño discurso que me decepcionó. Dijo una serie de cosas como para que reflexionemos sobre las críticas que solemos hacer a los demás. Dijo una serie de sandeces que quizá sean aplicables a miles de personas, pero cuando alguien se pone a generalizar, es cuando mete la pata hasta el fondo, es cuando muchas personas se pueden ofender. Dijo demasiadas cosas en poco rato, por lo que no me acuerdo de todo lo que dijo, pero de lo que sí me acuerdo es que quedé muy decepcionado con él. Esas cosas suelen decirlas los políticos para ganarse al público, para buscarse aliados y quedar bien ante un público plagado de borregos idiotizados que se creen a pies juntillas lo que se les dice. Pero por suerte, aún quedamos personas que escuchan y que suelen cuestionarse lo que se les dice.

Como ya he explicado dijo cantidad de cosas como: que reclamamos el cambio si nos dan de menos al comprar en el súper pero si nos dan 5€ de más nos callamos y nos lo guardamos. Cuando dijo eso, me hubiese encantado decirle que es posible que mucha gente actúe de esa forma, pero tiene su explicación; algunos lo harán porque son poco honrados, pero habrá otros que pueden justificarlo; en mi caso me robaron una bici. Desde niño anhelaba a que mis padres me regalasen una bici de carreras para reyes y que iba todos los días a verla en el escaparate al salir del cole, pero me compraron una de paseo, más pesada y que apenas la utilicé porque yo quería la otra. Tuvo que pasar muchos años hasta que pude comprarla con mi dinero, pues jamás recibí paga por parte de mis padres. Así a los 14 años me busqué un empleo para los findes. La poli nunca capturó al ladrón a pesar de que estoy seguro que mucha gente vio como alguien cortaba una bajante de hierro porque la cadena gruesa era más difícil de cortar para llevarse la bici. Unos años más tarde mi madre me regaló una derbi Variant de 49 cc. Un día llevé a mi novia al cine, al salir ya no estaba la moto, no tenía ni tres meses. La poli tampoco localizó al ladrón, pero yo sí, fue un extrabajador de Barrios (mi jefe) que le llamaban Chus de apodo. La poli ni siquiera fue a su casa para detenerlo. Cuando estuve en prisión prestaba dinero y cigarrillos, como me trasladaron varias veces de módulo y de prisión, la gente no me devolvía lo prestado y perdí muchísimo dinero. Me estafaron con un coche y perdí 700€, en Ecuador me dejaron a deber 15.000 dólares. En Barcelona me robaron el móvil que no tenía ni una semana. En fin son tantas las veces que me han quitado el dinero o que me han estafado que lla lista es muy larga. Por eso, cuando se presente la ocasión de que una cajera se equivoque y me dé el cambio a mi favor, no sé qué haré. Pues depende de lo necesitado que esté en ese momento.

Otra cosa que dijo Pablo: algunos cogen el coche para ir a la esquina, supongo que no hay que tomarse esa frase al pie de la letra, quiero entender que se refiere a que muchas veces se podría ir andando  si el destino no está lejos. Yo he tenido más de ocho coches, he conocido a mucha gente con coche y nunca les he visto coger el coche si no es necesario. Por lo tanto, dudo que sea cierto eso que dice.

Dijo que las personas somos de naturaleza mala. No es cierto, la gente que nos rodea si nos trata mal, es normal que nos defendamos y que actuemos en consecuencia. No vamos a ser tan gilipollas de dejarnos manipular y avasallar.

Por todo ello, antes de juzgar a las personas y reprocharles sus actos, Pablo Motos debería conocer las circunstancias por las que se encuentra y qué vida ha tenido.

En las series y en algunas películas sí que se ven escenas de violencia por parte de las mujeres hacia los hombres. En la serie Escorpio he visto a Peig darle un guantazo a su compi y él no se la devuelve. Biueno, es la TV, pero fomenta que las chicas puedan usar la violencia y quedar impunes.

Al poco de carme, mi mujer me dio una palmadita en la cara, no llegó a dolerme, pero reaccioné dándole tal empujón que fue a parar al sillón sin tocar el suelo. Le dije, el día que yo te pegue, podrás devolverme los golpes, pero mientras yo te respete, tú me vas a respetar a mí. Ella hizo las maletas para irse con su madre. Al verla con las maletas le dije: antes de irte dime al menos cómo se pone en marcha la lavadora. Rompió a llorar, hablamos y deshizo las maletas. Nuestro matrimonio duró 17 años y nunca me volvió a tocar la cara. Por qué reaccioné así, pues sencillo, de niño sufrí bulling durante muchos años, por parte de mis hermanos, matones de la calle y en la escuela por parte de profesores y compis. Abusaban de mí porque de niño creí en las palabras de mi padre, que me decía que la violencia es mala y que hay que aguantarse para ir al cielo, pero a los 14 años me cansé de que todo el mundo me pegara.

Hasta a mi propio padre le paré una cachetada que me iba a propinar y le dije ni se te ocurra. Eso me costó irme de casa. Pero eso es otra historia. Mi hermana también me quiso pegar como era habitual, pero le cogí el brazo y le hice una llave. Le dije: la próxima que intentes pegarme te lo rompo. Nunca más me pegó nadie.

En la escuela, había una chica que iba a otra clase superior a la mía, estaba muy buena y encima llevaba unos jeens muy ajustados, se le marcaba el culo. Pues un día estábamos subiendo las escaleras para ir a clase cuando se me ocurrió darle lo que aquí en Cataluña se le dice sardineta en el culo, ella se dio media vuelta y quiso darme una patada en los huevos, reaccioné cogiéndole la pierna y tiré de ella hacia atrás. Terminó escaleras abajo y yo terminé de subir las escaleras para llegar a mi aula.

Al día siguiente me llama el director, al entrar me encuentro a la tía buena con el brazo escayolado y a su madre a su lado. El director me pregunta si es cierto que yo era el culpable de la lesión de esa chica. Yo le expliqué lo sucedido y el director preguntó a los compañeros de ella si alguien vio lo ocurrido. Por suerte para mí hubo varios testigos que dijeron lo que realmente sucedió y no lo que le contó la chica. Ella omitió que quiso darme una patada en mis partes. Total, nunca más apareció esa chica por la escuela y yo me libré de ser expulsado.

Por todo ello, antes de juzgar las acciones de los demás, averigua cómo ha sido su vida. Después sí tienes derecho a criticarlo si se lo merece, no antes.