Estimado Lector,

Si las manzanas le gustan la mitad de lo que me gustan a mí, estará de acuerdo con que no hay nada comparable con coger una directamente del árbol y darle un buen bocado de inmediato.

¡Y este es el mejor momento para hacerlo, sin duda!

Los meses de otoño son su temporada por excelencia, y de ahí que en mercados y fruterías rebosen los cestos con sus flamantes coloridos…

¿Y los supermercados?”, puede que se pregunte alguien.

Lo de los supermercados es otra historia… y ahora verá por qué.

La verdad sobre las manzanas del súper

Cuando acudo a comprar a una gran superficie, regreso siempre a casa sin manzanas. Y es que no soporto ver todas esas frutas perfectas, redondas, brillantes.

Son producto de un proceso perfectamente diseñado para que te entren por los ojos… Y es justo ahí donde está la trampa.

Por lo general se estima que una familia consume, de media, unos 20 kilos de manzanas al año, pero de apenas 4 variedades:

  • Royal Gala.
  • Pink Lady.
  • Granny Smith.

¿Suficiente? ¿Y si yo le dijera que en realidad existen cerca de 7.500 variedades diferentes?

Reineta Gris, Fuji, Reineta Russet, Canadá Gri, Akane, Ambrosía, Braeburn, Reineta Zabergau, Evelina, Gloster, Kanzi, Pinova, Ariane, Cripps Pink, Idared, Red Winter, Scifresh, Jazz, JonaGold, JonaGored, Joya, Modi, Primo…

De los miles de tipos que existen, no todos se cultivan en nuestro país, y mucho menos en grandes cantidades…

El “secreto de belleza” de las manzanas: ¡los químicos!

Pink Lady, una de las manzanas estrella de los supermercados, es en realidad una marca registrada y diseñada por ingenieros para resultar lo más “sexy” posible (de hecho, de ahí su nombre).

Unas cuantas manipulaciones en el laboratorio y listo: se obtiene una atractiva manzana roja, perfectamente redonda y muy rica en agua (cada ejemplar pesa al menos unos 200 g), solo que del todo artificial.

¡La hibridación sintética es lo que tiene! La plasticidad y la estética son “de cuento”, pero en realidad el fruto es poco natural y mucho más sensible al ataque de insectos y parásitos que las manzanas autóctonas.

Y eso, simplemente, por encontrarse menos adaptadas al medio.

Entonces, ¿qué hacen los productores para combatir ese problema y evitar verse con toda la cosecha afectada, inasumible para cualquier tienda que necesita unas manzanas perfectas y en serie en sus estanterías? Por supuesto, echar mano de tratamientos químicos.

Todo va en su contra. No olvidemos que por estas manzanas artificiales los agricultores deben incluso pagar “derechos de reproducción” al plantarlas en sus fincas. (2)

¡Cómo no van a valerse de lo primero que les ayude a mantener a flote la cosecha de todo un año! Incluso si en muchos casos estas “soluciones” se han demostrado manifiestamente nocivas para la salud, como sucede en el caso de los pesticidas

Un desperdicio mayúsculo

Las cifras de las manzanas que, pese a todo, se desechan anualmente por no cumplir con los “criterios de belleza” son más que alarmantes.

Hablamos de decenas de miles de toneladas excluidas directamente de las estanterías de los supermercados y las grandes superficies solo porque su aspecto no es el más apetecible. No porque no sean aptas para el consumo.

Esas manzanas estandarizadas y perfectas nos han hecho ir olvidando progresivamente cómo eran en realidad las antiguas variedades locales, aquellas manzanas “de toda la vida”, que caían directamente del árbol y que algún vecino o familiar enviaba a casa en una cesta cuando tenía excedente.

Pequeñas, manchadas, con alguna imperfección que otra…

Y sin embargo infinitamente más sabrosas y ricas en nutrientes que las de hoy día. ¡Se me hace la boca agua solo de pensar en las deliciosas compotas que preparábamos con ellas para evitar que se echaran a perder!

Menos valor nutricional en las frutas y verduras de hoy

No es la primera vez que lo digo: la ciencia ya ha demostrado que las frutas y verduras que comemos en la actualidad tienen muchos menos nutrientes que las de antaño. (3)

En concreto hay un estudio muy famoso en el que se compararon los valores de nutrientes registrados en verduras de 1951 y de 1972 con los del año 1999 (sí, sí, hace ¡20 años!).

Ya en aquel ensayo se observaron pérdidas significativas de calcio, magnesio, cobre y sodio en verduras, y de magnesio, hierro, cobre y potasio en las frutas analizadas.

Y entre las que se señalaron como causas posibles de todo aquello las más importantes eran el empobrecimiento de los suelos y la selección artificial de variedades por su rápido crecimiento, su larga conservación, su resistencia o su estética.

Exactamente lo que hemos visto que ha sucedido con las manzanas.

Esto nos ha llevado a que morder hoy una manzana del supermercado sea casi como beberse un vaso de agua con azúcar (aporta muy pocos nutrientes, pero su fructosa se mantiene intacta).

Esto parece un chiste cuando se conocen los beneficios que esta fruta, cuando es de calidad, puede reportar a la salud. ¡Es una mina!

Principales beneficios de las manzanas para la salud

  • Mejoran el funcionamiento intestinal. Su gran contenido en fibras insolubles y solubles (en promedio, 2 g por cada 100 g de manzana) es eficaz en la regulación del tránsito, con lo que se reduce notablemente el riesgo de estreñimiento.
  • Ayudan a combatir el colesterol, la diabetes y el sobrepeso. Esto se debe a su gran contenido en pectina, la cual se encuentra principalmente en la piel y las semillas (partes que, por cierto, si no lo hace debería empezar a comer; aquí le cuento por qué).La pectina ofrece varios efectos: por un lado, es un eficaz supresor del apetito (una vez en el estómago se convierte en gel, generando sensación de saciedad); por el otro, diversos estudios le otorgan propiedades contra el colesterol y la acumulación de lípidos y de glucosa en sangre, así como cierta actividad anticancerígena. Y, según las conclusiones de una investigación puntera, también ayudaría al organismo a deshacerse de los metales pesados y a asimilar mejor el hierro. (4)
  • Estimulan el sistema inmunológico debido a su alto contenido en quercetina, un poderoso antioxidante. De igual modo, se dice que esta sustancia ejerce propiedades antiinflamatorias y antialérgicas. (5)
  • Ayudan a combatir el envejecimiento. La riqueza de las manzanas en antioxidantes como los polifenoles permite contrarrestar los efectos nocivos de los radicales libres que aceleran el envejecimiento celular, incluido el envejecimiento cutáneo y cerebral (aquí puede leer más sobre este último efecto).

Ya lo ve, el viejo dicho inglés tiene toda la razón: “An apple a day keeps the doctor away” (“una manzana al día mantiene alejado al médico”). Simplemente es importante saber qué manzana llevarse a la boca a fin de no terminar casi tan envenenados como Blancanieves…

¡A su salud!

Luis Miguel Oliveiras

P.D.: Una forma de “consumir” manzanas y de sacar provecho de muchos otros beneficios para la salud es consumir vinagre de sidra. Aquí puede leer todo lo que necesita sobre las 4 principales propiedades del vinagre para la salud.

19/10/2021