El brócoli, un campeón entre las verduras

 

Un solo plato de brócoli contendría la cantidad recomendada de vitamina C que se necesita en todo un día. Y no solo eso, ya que esta crucífera también es rica en potasio y vitamina B.

Asimismo, se cree que ayuda a proteger contra el cáncer de mama y de próstata, que mejora la salud del corazón y que es buena para la salud ocular y del tracto respiratorio.

Finalmente, también cuida el cerebro al ralentizar su envejecimiento. Es decir, que gracias al brócoli mantendríamos intactas durante más tiempo las facultades cognitivas.

¡Vaya una verdura!, ¿no le parece?

Ahora bien, aunque algunos tenemos la suerte de que además su sabor nos encanta, incluso solo ligeramente hervido o cocinado al vapor -con un poco de arroz, champiñones y algunas hierbas es una auténtica delicia-, a otros no les resulta tan agradable.

Si es su caso, debe saber que hay muchas formas de cocinarlo para conseguir que esté riquísimo. Por ejemplo, con esta receta de cocina china que mis hijos adoran:

Como ingredientes solo necesita 500 g de brócoli, un par de dientes de ajo, aceite de oliva, pimienta china, aceite de sésamo y sal.

Para prepararlo, siga los siguientes pasos:

  • Ponga a hervir agua en una cazuela con sal y agregue el brócoli cuando hierva el agua.
  • Déjelo cocer durante solo 1 minuto y luego escáldelo en agua fría (no olvide que solo deben usarse cocciones suaves, ya que de otro modo se pierden gran parte de sus nutrientes por el camino). A continuación, escúrralo bien.
  • Pique los dientes de ajo antes de echar el aceite de oliva en un wok (o en su defecto, en una sartén) e inmediatamente a continuación agregue la pimienta china, que debe dorarse.
  • Añada el brócoli y después el ajo y la sal.
  • Rehogue durante unos minutos, dejando que se cocine bien.
  • Y, antes de servir, vierta sobre el resultado una cucharada generosa de aceite de sésamo.

Por supuesto, podrá combinar estos con otros ingredientes a su gusto; lo importante es que consiga darle un sabor especial a su plato.

Eso sí, si prescinde del aceite de sésamo debe saber que de ese modo estará privando a la receta de una gran cantidad de antioxidantes, vitaminas E, B1, B2, B3, B6 y B9 y minerales como calcio, magnesio, fósforo, hierro, zinc, manganeso y cobre.

  1. Coles de Bruselas, un potente concentrado de vitaminas y minerales

 

En mi podio de alimentos para reforzar la inmunidad tampoco pueden faltar las pequeñas coles de Bruselas.

Quizá a algunos se le esté poniendo peor cara aún que con el brócoli, y es que efectivamente pueden resultar un tanto amargas. Ahora bien, si le digo que estas pequeñas verduras son todo un concentrado de vitaminas A, B, C y K, y que también contienen hierro, manganeso y fibra, ¿a que ya cambia la perspectiva?

Debe saber que estas coles son un activo incomparable para la salud de su microbiota. Pero si ni siquiera así se convence, déjeme darle un truco de cocina infalible: sírvalas con limón, nueces, aceite de oliva y queso parmesano. ¡Su sabor es increíble!

  1. La batata, un básico de Okinawa (por algo será)

Aunque sorprenda, la batata o boniato es uno de los alimentos básicos de la dieta de los habitantes de Okinawa, isla japonesa célebre por albergar una de las mayores poblaciones de centenarios de todo el mundo.

Allí, la variedad local de este tubérculo dulce se llama “beni imo”. Pero incluso si no proceden de Okinawa las batatas que usted incorpore a su dieta comenzarán desde el primer día a poblar su intestino de bacterias beneficiosas.

Y además de eso también son muy ricas en betacaroteno, nutriente que el cuerpo convierte en vitamina A, sustancia esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.

De ahí que no deba dudar en empezar a asociarlas al brócoli desde mañana mismo, incorporando esa combinación a su dieta como mínimo un día a la semana. ¡Conseguirá unas defensas de hierro!

¡A su salud!

Nota: se debe intentar disminuir el uso del queso, o mejor aún, erradicarlo de la dieta por los terribles efectos que produce en nuestro organismo.

6/01/2022