Las velas pueden dañar la salud
Pueden soltar partículas de plomo, mercurio y otras toxinas
Quemar velas -en especial las de larga duración y las perfumadas- puede provocar la emisión en el aire de partículas de plomo, mercurio y otras toxinas peligrosas para la salud según un reciente anuncio de la Asociación Americana del Pulmón.
A menudo, las velas perfumadas tienen mechas recubiertas de metal que contienen plomo o una mezcla de éste. Las partículas pueden flotar en el aire durante largos períodos de tiempo hasta que se asientan en los muebles o alfombras, donde pueden ser tocadas o ingeridas por niños, adultos o mascotas.
En grandes cantidades, las emisiones pueden dañar los sistemas nervioso y circulatorio así como el corazón. La Asociación Americana del Pulmón recomienda que al comprar una vela se compruebe si está compuesta con metal. También es aconsejable que esté hecha sin aditivos, como las velas de cera de abeja. Las velas deben además situarse en sitios donde no les dé el viento para evitar la dispersión de las toxinas.
En el aire de las iglesias en las que se queman de forma habitual velas e incienso hay gran cantidad de radicales libres, numerosos hidrocarburos aromáticos policíclicos -sustancias cancerígenas- y niveles de entre 600 y 1.000 microgramos por metro cúbico de PM10 (nombre que designa a la materia particulada fina, principal componente de la contaminación ambiental y que está formada por partículas sólidas con un diámetro de menos de 10 micrones). Es decir, una cantidad entre 12 y 20 veces mayor de la permitida por la Unión Europea. Las PM10 pueden penetrar hasta los alvéolos y desencadenar varias patologías. Así lo revela en un artículo publicado en European Respiratory Journal Theo de Kok, investigador de la Universidad de Maastricht (Holanda). La investigación se desarrolló midiendo la contaminación del aire de una iglesia tras quemarse en ella velas durante nueve horas.
Fuente; Revista Discovery Salud. Número 12 – Enero 2000 y Número 68 – Enero 2005
25/09/2022