Las jirafas están en riesgo de desaparecer
Hoy cuando se celebra el Día Mundial de estos mamíferos, el llamado es a protegerlos, pues su población está siendo amenazada no solo por la destrucción de su hábitat, sino de los cambios ecológicos y las guerras civiles.
2019/06/21
En los últimos 30 años, esta especie de mamíferos se ha extinguido en siete países africanos. Foto: Pixabay
Con el objetivo de dar a conocer la situación crítica de esta especie y trabajar en su conservación, hoy se celebra el Día Mundial de la Jirafa, el mamífero más alto del mundo. La Fundación para la Conservación de las Jirafas (GCF), hace un llamado para que se adopten medidas de protección que eviten su desaparición, pues el número de ejemplares se ha venido reduciendo de forma importante en las últimas décadas.
Desde hace un tiempo, los biólogos han venido advirtiendo que este animal cada vez está en mayor riesgo de extinción. La pérdida de hábitat a causa de factores como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la expansión de actividades agrícolas y ganaderas y el crecimiento de la población humana; así como los cambios ecológicos y la caza ilegal se han convertido en sus principales amenazas.
Este último aspecto toma relevancia dado que las diferentes partes del cuerpo de las jirafas son muy demandadas: la carne es utilizada como fuente de alimento, el pelo lo usan para fabricar pulseras e hilo y la piel para hacer escudos, sandalias y ropa; mientras que los tendones son empleados para cuerdas en instrumentos musicales.
Otro tema que ha impactado a esta población de mamíferos poniéndola en riesgo es la transmisión de enfermedades por cuenta de la cercanía del ganado doméstico y el impacto de conflictos civiles están aislando su población frenando el flujo genético reproductivo que les está llevando a su progresiva desaparición y problemas endogámicos.
Datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Fundación para la Conservación de las Jirafas, estiman que la población actual de las mismas en toda África, el país donde hay un mayor número de estos mamíferos, es de aproximadamente 100.000 individuos.
Ante este panorama, hay países como Estados Unidos que han comenzado a dar pasos con el fin de lograr su protección. En el caso de la nación norteamericana lo hace bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción. El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de este país dio a conocer un informe preliminar en el que indica que hay información sustancial que justifica poner a estos mamíferos en la lista que busca evitar su desaparición.
Esta nueva ley del gobierno de Donald Trump podría terminar restringiendo los trofeos de caza y partes del cuerpo de las jirafas, incluidos piel y huesos, una decisión que tal vez no les guste mucho a los hijos del presidente de los estadounidenses que son unos cazadores empedernidos.
De acuerdo con datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la jirafa ha aumentado la gravedad en cuanto a su estado de conservación. Pasó de estar clasificada en la Lista Roja como una especie de preocupación menor entre 2008 y 2010, a ser vulnerable debido a que su población se redujo un 40 por ciento entre 1985 y 2015.
Se dice que mientras en 1985 había entre 151.702 y 162.452 jirafas, tres décadas después se estimó cerca de los 100.000 individuos, razón por la cual este mamífero se encuentra protegido en muchos de los territorios en los que hace presencia.
Las estadísticas indican que solo en África la población de jirafas salvajes ha disminuido casi el 40 por ciento en sólo 30 años.
Las jirafas son solo una de las cerca de un millón de especies que se enfrentan a la extinción debido a la influencia humana, de acuerdo con un borrador de la Organización de Naciones Unidas, que indica cómo la humanidad ha ido acabando con los recursos naturales de los que depende su propia supervivencia.
Por ejemplo, la pérdida rápida de aire limpio, agua potable, bosques que absorben CO2, manglares, peces e insectos polinizadores, son una gran amenaza para miles de especies.
Las jirafas están en riesgo de desaparecer (semana.com)
9/12/2021
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoAnte cualquier problema lo primero que hay que averiguar es el origen. En este caso vuelve a ser la gente con el poder de decidir qué se hace o no. Los alcaldes, presidentes, ministros y gobernadores incompetentes son los que lo deciden todo. Todos ellos ya han demostrado lo que saben hacer (empeorar los problemas). Está claro que nuestros gobernantes no están capacitados para asumir sus cargos. El desinterés que demuestran por el medioambiente ocasiona enormes pérdidas, tanto humanas como de animales y vegetación silvestre. Es hora que sean reemplazados por personas resolutivas. Este y otros problemas estarían resueltos si los que gobernaran fuesen gente con un alto nivel de formación de ecología, medioambiental, económica y social.
Una vez más, abogo para que se elijan personas competentes y dejar a los inexpertos en el banquillo, solo así se pueden encontrar soluciones efectivas.
Por enésima vez se ratifica lo que desde hace décadas vengo diciendo: cuando alguien tiene el poder de decidir qué se debe hacer ante un problema y ese alguien no está lo suficientemente cualificado, algunos problemas se agravan irremediablemente. Son muchas las especies en peligro de extinción. Esta vez hablamos de las jirafas que han desaparecido en tres países africanos. Pronto serán 5, 6, 7…. Si no son sustituidos pronto los gobernantes actuales.
El agua sigue siendo un recurso escaso para parte importante de la población mundial y producir un kilo de carne puede requerir de 10 a 100 veces más agua que producir un kilo de trigo.
El óxido nitroso es casi 300 veces más dañino para el clima que el dióxido de carbono y el 65% de la cantidad producida por seres humanos provienen de la actividad ganadera. Por otro lado, el dióxido de carbono también es emitido por esta actividad, a través de la deforestación para producir alimento para los animales y por los combustibles fósiles utilizados para el transporte.
El gran perjuicio que ocasiona la producción de carne de res, pues una parte importante del pienso con lo que se las alimenta lleva soja. Cultivar esta legumbre es uno de los principales impulsores de la deforestación tropical en América del Sur, incluida la Amazonia brasileña y el Cerrado.
La producción de carne, especialmente de ganado bovino, es un proceso que usa agua de forma intensiva. El ganado representa el uso del 8% del consumo humano global de agua.
La ganadería no es el problema, pues necesitamos comer carne y no es plan de liarnos a tiros por el bosque contra los pocos animales que nos queda. En menos de una semana no quedaría ni un animal más grande que una rata. El error está en la elección de criar ganado vacuno.
Hace muchos años que vengo sugiriendo que se debería cambiar el ganado vacuno por especies como: emús, canguros, cocodrilos, antílopes, jirafas, caimanes y antílopes como los orix o generux. Las cifras del consumo de agua serían muy distintas. Además, estos cambios permitirían volver a introducir las jirafas donde no quedan o escasean. Estas especies necesitan bastante menos agua que el ganado vacuno.
El consumo de forraje también es sustancial, por ejemplo; las jirafas necesitan 17 Kg/día, las vacas necesitan 70 Kg/día.
Una forma de evitar que se extingan es poniendo en marcha una de mis propuestas; criarlas en semilibertad para consumo humano y aplicando la liberación del 10% en zonas favorables. Por otra parte, es imperativo reducir la población mundial a dos millones de humanos. Así la presión hacia los animales salvajes sería nula.