Manuel D’Alessandro

Dueña indiscutible de los cielos de América Central y de las zonas tropicales de América del Sur, el águila arpía, también conocida como harpía o harpía mayor, es el ave más imponente que puede observarse. Considerada una de las especies rapaces de mayor tamaño, el águila arpía se destaca por su destreza en el vuelo y sus atributos como cazadora que la convierten en un animal único. Su denominación científica es Harpia harpyja y pertenece a la familia Accipitridae. Existe una variedad similar, con la cual no debe ser confundida, que es la arpía de Papúa o arpía de Nueva Guinea.

HÁBITAT DEL ÁGUILA ARPÍA

Estos animales habitan las selvas tropicales, desde México hasta Argentina. Ocupando una vasta área de distribución que incluye Toda América Central, donde se encuentra seriamente amenazada. A diferencia de sus parientes cercanos que viven en áreas montañosas, la arpía se establece en alturas que no superan los 900 metros.

DESCRIPCIÓN DEL ÁGUILA ARPÍA, SUS CARACTERÍSTICAS

El águila arpía es considerada la rapaz más grande de Sudamérica. Algunos sostienen que es la variedad de águila más grande del mundo, pero la realidad es que la arpía es superada en envergadura por el águila filipina.

El plumaje del águila arpía es muy característico y fácil de distinguir, ya que estos animales poseen plumas de color negro intenso, que cubren la parte superior del ave. La parte inferior, incluyendo todo su vientre es de color blanco. Los tarsos de las patas, que se encuentran emplumados. Posee unas bandas negras. En la cabeza, posee plumas grises que se encuentran separadas del pecho por una banda negra. No se advierten diferencias en cuanto a la disposición y colores del plumaje, entre el macho y la hembra.

Sus garras – es decir sus tarsos y dedos – son de color amarillo y pueden llegar a medir hasta 15 centímetros. El poderoso pico del águila arpía es de color negro. En sus ojos se destaca el color rojo del iris, aunque en algunos casos puede ser gris.

El dimorfismo sexual en esta especie, se presenta en el tamaño. La hembra es más grande que el macho, ésta puede llegar a pesar hasta 9 kilogramos, mientras que el macho sólo alcanzará un máximo de 8 kilogramos. En cuanto a su longitud, el águila arpía mide entre 85 y 107 centímetros. Su envergadura – es decir el largo de sus alas desplegadas – puede alcanzar los 224 centímetros.

Un dato a destacar es que la envergadura del águila arpía no es de las más destacadas, dentro de las águilas. Esto se debe a un proceso de adaptación al medio, ya que esta menor envergadura le permite una mayor maniobrabilidad en las zonas boscosas, donde habita.

ALIMENTACIÓN DEL ÁGUILA ARPÍA

El águila arpía es una gran depredadora. Es un animal carnívoro y se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia, es decir no existen depredadores por encima de ellas.

Sus principales presas de caza, son los mamíferos arborícolas que habitan en los bosques y selvas. Principalmente monos y perezosos. El águila arpía puede atacar, para alimentarse, osos hormigueros, zarigüeyas, puercoespines y otros animales menores.

Los reptiles como víboras y serpientes, al igual que las iguanas, son parte del menú de estos depredadores.

Existen registros de águilas arpías tomando ganado, como ovejas y corderos. En esos casos, la arpía deposita a su presa en el tronco de un árbol y se  la come parcialmente, ya que, por su peso, se le hace imposible llevarla al nido.

Para cazar, estas aves se valen de sus poderosas garras que tienen un tamaño mayor a las que posee un oso grizzli y ejercen una presión pocas veces vista en un animal.

REPRODUCCIÓN DEL ÁGUILA ARPÍA

La arpía construye sus nidos en las copas de árboles de grandes dimensiones. Pueden coexistir varios nidos en zonas cercanas, hasta 3 kilómetros de distancia, unos de otros. Los nidos son construidos con ramas y tienen un diámetro de 1,2 metros.

Si bien no se conoce un ritual de apareamiento previo, se sabe que las arpías forman parejas para toda la vida.

La hembra deposita en su nido, 2 grandes huevos blancos que incubará durante 56 días, al cabo de ese tiempo, nacerá un polluelo que será alimentado por ambos padres. Durante la incubación, el macho se encargará de alimentar a la hembra.

A los 36 días, la cría ya podrá ponerse de pie, aunque de manera muy torpe. Los polluelos son alimentados por sus padres durante 10 meses. A partir de allí, comienza el proceso de iniciación. El águila arpía alcanza su madurez sexual a los 4 años y su ritmo de reproducción es cada 2 o 3 años.

SITUACIÓN DE CONSERVACIÓN

La deforestación, que ha provocado la pérdida de numerosas áreas boscosas, ha causado una fuerte disminución de la población de águilas arpías. Sobre todo, en las zonas México y gran parte de América Central.

El águila arpía se encuentra en listado de especies en serio peligro de desaparición.

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19/11/2020