Publicado por: Arturo Larena 9 de mayo, 2023
Cuando nos dispersamos somos más débiles. Cuando nos dividimos perdemos capacidad de reacción y dejamos espacio para que el discurso de odio sea la herramienta más eficaz con la que hacer política, alcanzando a toda la sociedad.
El odio viene siempre envuelto en ideas simples, generalmente falsas, fáciles de entender, que calan rápidamente en una parte importante de la opinión pública, la que no esté alerta o la que tenga, por cualquier circunstancia, limitada su capacidad crítica.
Acampa por la Paz y el Derecho a Refugio nació en 2016 con una idea central, la unidad de acción de organizaciones y personas que miramos con tristeza, pero sin resignación, el retroceso de los Derechos Humanos y el avance de una intolerancia totalitarista que, con prisa y sin pausa, se va apoderando de nuestros espacios de democracia, de nuestros derechos y de nuestras conquistas sociales y políticas, ahogando el futuro de la ciudadanía.
En estos años, en los sucesivos Encuentros Internacionales que organizamos, asomamos a muchas formas de odio, de discriminación, de abusos sobre los más débiles.
Lo vimos en el Encuentro dedicado a los refugiados de guerra, en donde el odio mata, hiere y destroza para siempre miles de vidas. También en los referidos al cambio climático y al expolio de recursos, con el odio exacerbado contra los activistas medioambientales o los defensores de los bienes propios esquilmados por otros países, empresas o multinacionales.
Palmario es el odio contra las mujeres, tratadas como seres de segunda clase, siempre más vulnerables por su propio género, siempre menos protegidas en los trayectos migratorios, con la violencia sexual utilizada como un arma de guerra.
En este VII Encuentro, que tendrá lugar en A Coruña entre los días 16 y 18 de junio, invitamos a la ciudadanía a elegir: Odio o Convivencia.
Y lo hacemos proponiendo un incómodo paseo por la realidad del odio que campa a sus anchas por todas partes.
Por los medios de comunicación y las redes sociales, con los discursos de odio cabalgando sobre las ideas. Por las calles de cualquier ciudad de Europa, o de EEUU, o de América Latina, con la ultraderecha y el fascismo gritando sus consignas, blanqueando sus discursos, normalizándose, como nos mostrará el fotoperiodista Jordi Borràs en sus imágenes.
De la mano de dos fotógrafas, la americana Sarah Blesener y la polaca Hanna Jarzabek nos podremos acercar a la “programación” de los niños y jóvenes convertidos en soldados de juguete, en patriotas educados en el yo frente al resto, en el yo, primero, en el primero los nuestros. Estrategias que se repiten, sea en Polonia, en EEUU o en Rusia…
También, cómo no hacerlo, la ciudadanía tendrá que pararse de nuevo delante de lo acontecido en la valla de Melilla el 24 de junio del pasado año. Javier Bernardo nos presta su mirada, que va mucho más allá de los números.
Unos números que deberían avergonzarnos a todos: 37 personas muertas. 77 desaparecidas. 470 devueltas en caliente.
Los Derechos Humanos pisoteados en la frontera sur, en donde nuestro país, nuestra democracia y Europa han decidido externalizar sus obligaciones y entregárselas al reino de Marruecos mirando para otro lado.
Valla Melilla 2022. ©Javier Bernardo
Óscar Corral y el Colectivo Ollo mantendrán al público navegando en el mismo mar, conminándole a mirar al Mediterráneo Central, al primer cementerio líquido supranacional europeo y a recordar lo acontecido en 2018 con el buque Aquarius o a ver lo que sucede, día tras día, en sus aguas.
También habrá ventanas de esperanza. La fotoperiodista Nuria López Torres nos permitirá asomar al color y al respeto mirando a sus Muxes. Su muestra recoge el día a día, el papel que juegan las Muxes, un auténtico tercer género en las comunidades zapotecas del sur de México, aceptadas y protegidas socialmente.
Si todo lo anterior llegará a las calles coruñesas en forma de fotografías a gran formato, Red Acampa también traerá voces.
Voces cualificadas como la del expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, que entrará en streaming para hablar del odio como arma política, o la del magistrado-juez Baltasar Garzón que hablará de la justicia universal como herramienta para vencer los discursos de odio.
La responsable de política interior e investigadora de Amnistía Internacional, Virginia Álvarez, presentará la dura realidad del retroceso de los Derechos Humanos. Y la responsable de operaciones del buque de MSF Geo Barents, Virginia Mielgo, acercará a los asistentes al hostigamiento que sufren los barcos de rescate que salvan vidas en el Mediterráneo Central.
Porque si algo es sabido es que el odio es poliédrico. Puede surgir de creencias, perjuicios y violencias que tenemos o que sufrimos, de conflictos entre grupos o de problemas económicos, desigualdades o turbulencias y promesas políticas cuyo incumplimiento frustra a la población.
Pero es importante recordar que nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, ni por su origen o religión, ni por su condición educativa/social/política o económica. El odio es una elaboración, una respuesta que se aprende.
Y por eso, de la misma manera que aprendemos a odiar, también podemos -más bien debemos- aprender a respetar, a amar, a vivir en armonía con el diferente. El respeto, la empatía, la solidaridad…son valores imprescindibles, la semilla que hay que esparcir para que no surjan prejuicios ni adquieran estos proporciones alarmantes como las que sustenta el fascismo o las distintas formas de violencia que encienden aquí y allá.
En los últimos tiempos, los discursos de odio se fueron filtrando y asentando en el tejido social y en el imaginario de la población mundial como rémoras de la inconformidad o de la frustración social, a caballo de las fake news, de las idolatrías o de las políticas públicas que no dan respuesta a toda la ciudadanía. El odio crece en los medios irrespetuosos y peligrosos, fermenta en las redes sociales…
Soldados de juguete. ©Sarah Blesener
La realidad es que estamos ante una crisis de múltiples identidades agravada por las promesas no cumplidas, por una globalización falaz que rompió viejas estructuras sin contrapartida segura para las personas más afectadas por ella.
Discursos y medidas que benefician a un grupo muy reducido en detrimento de poblaciones que viven en la miseria a causa de este desastroso, peligroso y falto de escrúpulos proceso capitalista de globalización. El odio ha de combatirse desde las bases.
La escuela es, sin duda, el primero de los espacios de prevención, conocimiento, reflexión y acción de buenas prácticas porque juega un papel fundamental en la comprensión y el respeto de las diferencias.
Pese a lo tentador que es para los poderes públicos el uso de este tipo de discursos, son precisamente ellos los que tienen la llave para contenerlos, aplicando una legislación severa que restrinja su impacto persuasivo.
La paz es mucho más que la ausencia de guerra, es convivir con nuestras diferencias -de sexo, raza/etnia, idioma, religión, cultura- promoviendo el respeto a la igualdad entre los seres humanos, la justicia universal y la defensa de manera activa y resiliente de los Derechos Humanos de los que, en definitiva, depende dicha convivencia.
El panorama mundial no es esperanzador. El discurso de odio infiltra la realidad. Las personas migrantes, millones, dejan de ser vistas como seres humanos y se trasmutan en “amenazas”; la extrema derecha chilla, cada vez más fuerte y más libre, en las calles de cualquier país… Las minorías, los diferentes, son cada vez más perseguidos, más discriminados.
Los derechos que tanto costaron consolidar desaparecen. La misma ciudadanía, adormilada y temerosa, cede y renuncia a ellos.
La vulnerabilidad crece y por si fuera poco la Inteligencia Artificial llega para demostrar que el ser humano, y con él sus valores, son realidades totalmente prescindibles.
Frente a todo esto, lo único que la ciudadanía no puede hacer, no debe hacer, es callar.
Le toca elegir, ¿odio o convivencia?
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de Medio Ambiente y Ciencia en EFEnoticias y EFEverde
https://efeverde.com/odio-o-convivencia-toca-elegir-por-xose-abad/
10/10/2024
1 Comment
Rubén Torres
8 meses agoBonito discurso Arturo, digno de un gran borrico, de alguien con escasas neuronas dirigido precisamente a una manada de asnos.
Hace años que vengo explicando que nunca se debe huir del país donde te has criado, si huyes es porque tú has hecho algo mal. Seguramente te has equivocado al creer en la democracia y al equivocarte al elegir a tu presidente, y si tú no lo has hecho sí lo ha hecho la mayoría de ciudadanos. Por lo tanto te jodes y paga por cometer esos errores o no impedir que los demás los cometan. Seguramente habrás mirado hacia otro lado al ver cómo cometen esos errores durante años hasta que te ha salpicado la mierda. Pues lo dicho, jódete.
Así pues, ya ves qué penita me da esas 37 personas muertas. 77 desaparecidas. 470 devueltas en caliente.
Y cuando se habla de los derechos humanos es como si me hubiesen contado un chiste malísimo, se deberían haber cambiado hace varias décadas. Y para terminar, cuando hablan de odio y que debemos aprender a tolerar a la gente distinta me cago en la boca del que defienda esa falacia. Ya he explicado que la gente que cree en dioses son los que nos amargan la vida y los que han provocado numerosas muertes y torturas. Que no me hablen de respeto porque se merecen ser tirados todos/as a un río de lava.
Si queremos vivir felices y por lo tanto sin odio, deberíamos deshacernos de la gente tóxica, si no hay esa clase de gente no habrá odio.