¿Somos demasiados?
Quisiera dirigirme a todos los que piensan como Pere Puig Domenèch que en su carta al director publicó: “El hombre y las nuevas tecnologías en agricultura” el pasado 23 de abril en El País.
Todo lo que dice es más de lo mismo, es decir, la misma cantinela que se publica o sale en la televisión una y otra vez. Pero omiten decir cuál es el problema más importante del planeta, y no me refiero a la crisis, el paro o el terrorismo, sino, a algo mucho más terrorífico; LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA
¿Acaso hay alguien que todavía dude de que seamos demasiados, que no paramos de crecer y de expandirnos? ¿Acaso os creéis que con cerrar los ojos al problema, éste se va a resolver solito?
Ya está bien de mandar alimentos y ayuda a los países subdesarrollados, o de que deberíamos mejorar las variedades de los alimentos o, a que deberíamos distribuir mejor los alimentos. ¡Chorradas! Esas medidas apenas aplacaría el hambre a unas miles de bocas que según los datos actuales de la FAO, son ya 936 millones de personas las que están hambrientas o mal nutridas, y van aumentando cada día.
Déjense de tonterías y admitamos de una vez por todas que la culpa es de los gobiernos por permitir que cualquiera pueda tener hijos. Algunos lectores/as pueden pensar que si se aplicase esa medida, la población envejecería. A esas personas que piensan así les digo: os equivocáis. Debo aclarar que se deben cumplir unos requisitos que ya os comenté en otras publicaciones y que no veo necesario repetir aquí.
En la revista de National Geographic Javier Oses, de Zamarraga (Guipúzcoa) publicó un artículo que está relacionado con el crecimiento demográfico, (marzo 1999).
https://tudeudaconelplaneta.es.tl/Demograf%EDa.htm
2 Comments
Rubén Torres
2 años agoPor supuesto, tanto por el bien de nuestro planeta como para nuestro bienestar, nunca debimos sobrepasar los dos millones de seres humanos.
Nola
2 meses agoUna de las formas de evitar la pobreza y el hambre sería vacunando a las mujeres con gonadotropina coriónica humana (hCG). Se administra en cinco dosis -una cada 6 meses- la mujer desarrolla anticuerpos en 2-3 años después de la última inyección. Y una vez que una madre desarrolla anticuerpos contra la hCG, rechaza cualquier embarazo tan pronto empieza a crecer en su vientre causando abortos repetidos y, posteriormente, esterilidad