La acumulación de grasa en el cuerpo -especialmente la celulitis- no es un simple problema estético sino que en ocasiones puede llegar a convertirse en una enfermedad dolorosa e incapacitante. Pues bien, la hipertermia producida por los equipos de Indiba no sólo disuelve los depósitos de grasa acumulada en el organismo sino que evita la flacidez posterior reafirmando los tejidos de la zona. Incluso en los casos en que se hacen liposucciones.

La acumulación de grasa en el cuerpo a partir de los 45 años afecta al 90% de las mujeres -estén o no obesas- y a un porcentaje cada vez mayor de hombres a causa del actual tipo de vida sedentario, el exceso de comida -a menudo mal combinada-, la falta de fibra, la escasez de agua ingerida diariamente y la creciente toxicidad medioambiental. Y la mayoría, en lugar de buscar soluciones racionales, busca productos milagrosos que le resuelvan el problema sin esfuerzo y, además, rápidamente. Pastillas, infusiones, cremas, vendas, aparatos de masaje… y, al final, la desesperanza. Especialmente cuando se padece celulitis, un problema complejo en el que intervienen múltiples factores. Pues bien, la única manera realmente efectiva de perder la grasa que sobra en el cuerpo es seguir una serie de pautas de vida y hacer una alimentación inteligente como se propone en el libro La Dieta Definitiva. Sin olvidar que nadie puede adelgazar si primero no se desintoxica y hace algo de ejercicio.

Dicho lo cual, cabe reconocer que sí existe un aparato del que ya hemos hablado en la revista en numerosas ocasiones por su efectividad en el tratamiento de diversas dolencias -entre ellas el cáncer- que no sólo facilita la eliminación de la grasa acumulada sino que, además, previene la formación de hematomas y la flacidez de los tejidos que suele producirse tras una liposucción si se aplica unos días antes de la intervención: el equipo de hipertermia de Indiba.

LA HIPERTERMIA

Como recordarán nuestros lectores habituales el Recuperador Electrónico de Indiba es un sistema terapéutico que se basa en aumentar artificialmente entre 3 y 5 grados la temperatura interna del cuerpo lo que permite regenerar el tejido celular al producir vasodilatación e incrementar la circulación sanguínea y linfática además de estimular y oxigenar la respiración endocelular, algo que contribuye además a la expulsión de los radicales libres.

Un aumento de temperatura que se consigue de forma natural al introducir en el organismo la energía fría de alta frecuencia relativa (0,7 Mhz) que genera el aparato con la aplicación en él de unos electrodos metálicos. Lo que se efectúa mediante dos métodos de aplicación hipertérmicos: el capacitivo y el resistivo. Es decir, se trata de un equipo que funciona de manera muy similar a un condensador eléctrico y que está formado por la interposición de una capa dieléctrica entre dos capas metálicas que sirven de almacenaje y dos electrodos que se aplican sobre el cuerpo, uno aislado móvil (TEC) y otro fijo o placa de retorno de acero inoxidable. Estos equipos también incluyen el método denominado resistivo o TER cuya ventaja es que profundiza mucho más en el cuerpo por lo que su actuación es más rápida y efectiva. En todo caso, la combinación adecuada de ambos hace mejorar los resultados notablemente.

Dicho esto hay que aclarar que es verdad que en ciertas patologías el calor está contraindicado pero como bien explicó en su día en estas mismas páginas D. José Calbet, creador del Método de Hipertermia de Indiba, no debe confundirse calor con temperatura. La temperatura es una medición de los grados de calor y la ventaja de este sistema es que al ser el tejido humano un semiconductor se produce una resistencia que provoca la caída de voltaje y el calor se disipa, no se concentra. Algo que no sucede con otros aparatos cuando las frecuencias son muy elevadas y hacen que en lugar de una caída de voltaje se produzca un movimiento molecular que puede ser, en efecto, contraproducente.

Además, hay otra cosa que diferencia a éste de otros métodos de hipertermia: el de Indiba carece de contraindicaciones y no tiene efectos secundarios negativos.

En todo caso, de las amplias capacidades terapéuticas que posee la hipertermia producida por el Recuperador Electrónico de Indiba ya nos hemos ocupado varias veces (vea el lector los artículos publicados en los números 9, 12, 22, 30, 41 y 56 en nuestra web: www.dsalud.com) por lo que en esta ocasión vamos a centrarnos en una posibilidad nueva no tratada hasta ahora: la eliminación del exceso de grasa acumulada.

ELIMINACIÓN DE LA GRASA SUPERFLUA

Como decíamos, el Equipo de Hipertermia de Indiba tiene la facultad de incrementar entre 3 y 5 grados centígrados la temperatura interna de la zona del cuerpo en la que se aplica. Y está demostrado que ese aumento de temperatura es suficiente no sólo para disolver de forma paulatina la grasa acumulada sino también para reafirmar los tejidos. Es decir, no sólo elimina la grasa sino que evita la flacidez que suele acompañar a toda pérdida de grasa en una zona concreta. ¿Cómo? Pues gracias a la regeneración del tejido celular que produce la vasodilatación y el incremento de circulación sanguínea y linfática que da el aumento de temperatura en la zona. Y no sólo eso:

además estimula la respiración endocelular al oxigenar el organismo, algo que contribuye a la expulsión de los radicales libres y, por consiguiente, evita el deterioro celular. Así se ha constatado recientemente en una clínica japonesa entre mayo y diciembre del pasado año en 250 casos.

«En estos casos -nos explicaría José Calbet- lo que hay que hacer es empezar aplicando el sistema capacitivo para incrementar la temperatura en la zona tratada y reducir la resistencia eléctrica de la piel que la cubre. De esa forma la piel queda preparada para, a continuación, trabajar con el método resistivo e incrementar de manera casi instantánea y profunda la temperatura interna lo que permite disolver la grasa de forma progresiva y eficaz. Evitando además la flacidez al reafirmar, paralelamente, el tejido celular«.

ANTES Y DESPUÉS DE UNA LIPOSUCCIÓN

Cabe añadir que este hecho tiene una constatación reciente y rotunda: cuando se aplica el Equipo de Hipertermia de Indiba a un paciente, no ya después de practicarle una liposucción -método drástico que se utiliza en casos graves de obesidad y celulitis- sino antes de la intervención se evita también en buena medida la flacidez que suele aparecer tras el vaciado de la grasa almacenada. Y lo más llamativo es que bastan dos o tres sesiones de hipertermia antes de la intervención para notar su eficacia.

«Nos han llegado últimamente desde Japón -nos diría José Calbet- informes muy alentadores de distintos especialistas en liposucción de ese país que llevan algún tiempo empleando el Indiba en sus intervenciones. Ya nos habían informado en su momento de que lo utilizaban tras la liposucción para corregir con éxito la flacidez y los hematomas internos y externos que conlleva este tipo de tratamiento pero ahora nos comunican que lo usan para prevenir y evitar esos mismos inconvenientes. Es decir, nos dicen que cuando se aplica la hipertermia antes de la intervención, la liposucción se realiza luego con mayor facilidad y en muchas ocasiones sin pérdida de sangre como es habitual en muchos casos. Obteniendo además mejores resultados a la hora de evitar la flacidez de los tejidos«.

Como ya hemos explicado en ocasiones anteriores, la celulitis no es sino un almacenamiento excesivo de grasas de reserva en el tejido adiposo que viene acompañado de retención de líquidos e inflamación. Es decir, una acumulación de grasa en las células adiposas -o adipocitos- en virtud de la cual éstas se agrandan hasta alcanzar 50 veces su tamaño normal y se deforman presionando los vasos sanguíneos y linfáticos que las rodean. Como consecuencia, se produce retención de líquidos en el tejido graso al tiempo que se degeneran las fibras de colágeno. Entonces, aparecen las llamadas cartucheras y la piel adquiere un aspecto acolchado que normalmente se denomina piel de naranja.

Hoy las celulitis graves, al igual que las obesidades mórbidas, se tratan a veces con liposucción asistida con ultrasonidos. Es decir, el aparato que se introduce en la zona emite un haz de ultrasonidos de unos 22.500 hertzios que disuelve la membrana de las células adiposas convirtiéndolas en grasa licuada lo que permite que a continuación pueda aspirarse fácilmente. El problema es que si bien con este sistema los tejidos quedan menos flácidos que con la liposucción convencional y aparecen menos hematomas sobre la piel de la zona tratada esos pequeños inconvenientes no se pueden eliminar completamente. Pues bien, es en este punto donde el recuperador electrónico de Indiba supone una inestimable ayuda.

Cabe añadir que cuando además existe retención de líquidos el Equipo de Hipertermia se debe aplicar durante unos minutos en la zona renal ya que además de actuar como un diurético natural y ayudar a eliminar las toxinas y líquidos retenidos favorece la expulsión de la arenilla que a veces bloquea los riñones.

Obviamente, las posibilidades que estos hechos abren en el campo de la cirugía y de las intervenciones estéticas son innumerables. El propio Calbet reconoce que es necesario seguir investigando para saber exactamente por qué el recuperador electrónico permite unas circunstancias de intervención tan favorables que implican al tiempo la eliminación de la grasa acumulada y los líquidos retenidos, y la reafirmación inmediata de los tejidos “vaciados» sin necesidad de llevar una faja de compresión, sin pérdida hemática y sin hematomas posteriores.

Sara Muñoz

Fuente; Revista Discovery Salud. Número 58 – Febrero 2004

24/10/2022