Alimentarse de forma saludable debería ser un derecho humano fundamental, pero la realidad es muy distinta porque la mayoría de la producción y comercialización de los alimentos está en hoy en manos de un grupo de multinacionales que deciden en gran medida lo que comemos y cómo lo comemos: Nestlé, Coca-Cola, Kellogs, Pepsico, Kraft, Johnson&Johnson, Unilever, Mars, Procter&Gamble y General Mills entre las principales.
Varias se han dedicado en las dos últimas décadas a adquirir toda empresa de interés que fabricara productos «orgánicos», «biológicos» o «ecológicos», presionando luego a los organismos internacionales para que se restringieran los productos que pueden llevar tales denominaciones. Sumemos a ello que otras dos multinacionales (Monsanto y Syungenta) han invadido con sus semillas y productos transgénicos los sectores agrarios y alimenticio, y no será difícil entender que dentro de poco resultará realmente casi imposible alimentarse de forma saludable.
Cuando los especuladores vieron que el sector inmobiliario y financiero dejaba de ser productivo tomaron como objetivo el sector alimentario y su inversión en él ha llevado a cientos de millones de personas a padecer hambre y a millones de campesinos a la pobreza.
Jesús García Blanca.
Artículo publicado en el número 154 (noviembre, 2012) de Discovery DSalud.
http://www.dsalud.com/index.php?pagina=sumario_154
8 de noviembre de 2012 16:00
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoSu artículo “Alimentarse de forma sana empieza a ser imposible” está muy bien, sin embargo al mencionar Monsanto y los transgénicos es un tema ya muy trillado, pues apenas me han dicho nada nuevo. Son muchos años los que llevo leyendo sobre esos temas, pues me interesa mucho los temas sobre salud y medioambiental. Lo que no sabía era los nombres y apellidos de las personas ingratas y granujas responsables de esos turbios negocios que ustedes tuvieron a bien publicar. Les felicito por ello.
Sin embargo, discrepo con ustedes de haber publicado en la página 62 del número 154 (noviembre, 2012) ¿Quién paga las consecuencias? “Porque desde que el lector empezó a leer este artículo hasta llegar a estas líneas han muerto en el mundo de hambre ¡más de mil personas! Y a continuación “anualmente mueren hoy de hambre 35 millones de personas mientras se desperdicia comida de forma infame”
Vale, está mal que se desperdicie la comida mientras existen personas pasando hambre, pero la lista es muy larga de las cosas que el hombre hace mal más importantes que desperdiciar parte de los alimentos.
Retomando el tema, ustedes mencionan que cada 5 minutos mueren 1000 personas de hambre, no quiero ser escéptico, pero pongo en duda que 144.000 personas mueran de hambre diariamente pues si añadimos las que mueren por las otras causas: cáncer, malaria, homicidios, accidentes, etc. la humanidad ya se hubiese extinguido.
Me pregunto ¿por qué no han puesto la cifra de bebés que nacen diariamente? ¿Por qué no dice que precisamente los más pobres son los que tren al mundo más bebés? ¿Por qué no han mencionado que precisamente lo que sobra en este planeta es gente? ¿Por qué no han dicho que el mayor problema que tiene el planeta es precisamente el exceso de personas? ¿Por qué no han mencionado que al haber mejorado los medicamentos, la ausencia de grandes guerras, el mayor rendimiento de los cultivos, las vacunas, etc. hemos sobrepasado tres veces la capacidad que tiene el planeta para sostener a toda humanidad?
¿Podría usted imaginarse una España con 20 millones de españoles e inmigrantes en total? ¿Le parece a usted que habría paro y mendigos por la calle como los hay ahora a miles?
Mire señor García, le sugiero que cuando hable de un tema, sea usted más rigoroso.
Un cordial saludo