¿Por qué es tan alto el paro en España?

01 oct. 2023

Eduardo Pérez

El comportamiento diferencial negativo respecto a a la UE, pese a la mejora de la ocupación, tiene su causa en factores estructurales de difícil resolución a corto plazo, como el modelo productivo, el tamaño empresarial o los factores demográficos

La tasa de paro en España casi dobla a la media de la UE. El peso de actividades de bajo valor añadido como el turismo o la construcción, el poco peso de la industria en el PIB, el excesivo numero de pymes, la forma de organización empresarial, la baja productividad o la demografía son las principales causas que lo justifican.

Los últimos datos de la EPA indican que por primera vez se superaron los 21 millones de trabajadores, que están cogiendo fuerza los sectores de alto valor añadido, que la temporalidad se encuentra en mínimos y que la tasa de paro es la más baja desde hace 15 años (el 11,6 %). Pero esta ultima cifra sigue siendo casi el doble de la media europea. Según Eurostat, España es el país con más desempleo de la UE, con más paro que Grecia (11,1 %), Suecia (7,9 %) o Lituania (7,5 %) y se encuentra a años luz de los países que presentan los mejores datos, como Polonia (2,6 %) o Chequia (2,5 %). La tasa de paro española también es peor que la de nuestros vecinos, como Francia (7,1 %) o Portugal (6,4 %).

La explicación

Entonces, si los datos de desempleo son los mejores de los últimos 15 años, ¿por qué sigue habiendo una diferencia tan grande entre el paro en España y el europeo? Se trata de una constante que se viene produciendo en nuestra economía desde la llegada de la democracia, hace 45 años.

Entre las causas de este alto paro se podrían destacar varias. He aquí las principales. Primero, el modelo económico: nuestro país depende en exceso de sectores poco resilientes frente a la destrucción de empleo, como la construcción y la hostelería, que son actividades con un bajo valor añadido.

Segundo, el escaso peso del sector industrial en el PIB: la industria es un sector con una alta productividad, generadora de empleos de mayor calidad, con mejores salarios y condiciones laborales, y que presenta una mayor resistencia a las fases adversas del ciclo económico. La industria española tiene poco peso desde los años ochenta en que se produjo la crisis del petróleo, que desindustrializó el país: en el 2021 representaba tan solo el 15,31 % del PIB, lejos del recomendado por la UE, que considera que en sus países miembros debe superar por lo menos el 20 %. Los países en los que tiene mayor peso la industria, como Chequia y Polonia, son los que tienen una menor tasa de paro.

Tercero, el excesivo numero de pymes: estas empresas tienen menos productividad, por lo que los beneficios son siempre limitados. Sus tasas de inversión son menores, y menores tasas de inversión implica menos empleo. En España, representan más del 90 % del tejido productivo, por lo que su número es excesivo.

Cuarto, la forma de organización empresarial fomenta largas jornadas de trabajo: En España se trabaja más horas que en los países europeos más desarrollados y lo hacemos con una menor productividad. Esas extensiones en la jornada laboral impiden el acceso al mercado del trabajo de muchos trabajadores, a lo que hay que añadir la gran cantidad de horas extraordinarias que no se retribuyen.

Quinto, la baja productividad de las empresas: así, en los momentos que la economía va bien, se genera mucho empleo, mientras que cuando va mal, se destruye con una gran intensidad. Es el denominado «efecto esponja de la economía española», acuñado por el catedrático Albino Prada.

Sexto, la alta tasa de economía sumergida, superior a la media europea. Hay muchas personas que probablemente están trabajando y no salen en las estadísticas. El escudo social desplegado durante la pandemia ayudó a aflorar buena parte de la economía sumergida, pero los últimos datos sitúan a España entre los países que más la sufren. Según los técnicos de la Agencia Tributaria, representa en torno al 18 % del PIB.

Séptimo, la demografía: durante varias décadas, la natalidad en España estuvo por encima de la media (generación del baby bum). Arrastramos generaciones muy numerosas que el mundo laboral no ha sido capaz de absorber (esto está cambiando ya desde mediados de la década de los años setenta y posteriores), con la consecuente presión sobre el sistema público de pensiones.

Octavo, el fracaso de las políticas activas de empleo: son intervenciones del Estado en el mercado del trabajo para ayudar a los parados a encontrar un empleo, destacando entre estas la formación mediante cursos que ayuden a los parados a mejorar sus habilidades profesionales y así aumentar su empleabilidad. Entre los programas de políticas activas, destaca el Prepara, que realizan los servicios públicos de Empleo, destinado a desempleados de larga duración a quienes se les da una ayuda y además se les forma para su recolocación. Sin embargo, esos fondos no están mejorando la empleabilidad de esos parados, siendo incluso negativa durante el tiempo que dura la ayuda, y ello se debe a que los cursos de formación que ofrecen los servicios de empleo son muy rígidos y no tienen en cuenta las necesidades de las empresas. Los fondos que se utilizan para esta finalidad son poco eficientes.

 ¿Se alcanzará el pleno empleo?

Si no se produce ningún hecho extraordinario (un cisne negro en la economía) la tasa de desempleo debería de seguir cayendo. Los buenos datos económicos, el impulso de las actividades de alto valor añadido (gracias a los fondos Next Generation), el aumento sostenido de las exportaciones en los últimos diez años y la jubilación de la generación del baby bum alientan esta esperanza. Pero el pleno empleo requiere de un acuerdo para la definición técnica del mismo. La tasa de paro debería rondar el 4 %, ya que ese porcentaje recoge solo el denominado paro friccional (el desempleo voluntario que dura mientras un trabajador deja un trabajo y encuentra otro).

El pleno empleo es literalmente que todo aquel que quiere trabajar, puede hacerlo, lo cual es difícil de alcanzar en España, pues tendría que reducir el paro actual en casi las dos terceras partes — cosa que nunca logró— y modificar las causas que hace que sea tan elevado, lo cual es muy complicado a corto plazo.

Perspectivas

Entre los retos que afronta el mercado laboral español para reducir la alta tasa de paro con respecto a la UE, está la capacidad de atajar el trabajo a tiempo parcial involuntario, la temporalidad (se está reduciendo desde la entrada en vigor de la reforma laboral) y que los salarios puedan afrontar el coste de la vida. Además, hay que solventar los problemas de empleabilidad de sectores específicos de la población, como los colectivos de mujeres o de los jóvenes, ya que sin actuar sobre estos es difícil acabar con la dicotomía activo-parado. La tasa de paro se va a ir reduciendo lentamente si no hay ningún imprevisto, puesto que hay una oportunidad de mejorar el modelo productivo actual causante de este mayor desempleo si se aprovechan los fondos europeos.

Juan M. Sánchez Quinzá-TorrojaProfesor de Economía Aplicada de la UDC.

 

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/mercados/2023/10/01/alto-paro-espana/0003_202310SM1P4993.htm

8/09/2024