Por Alberto Rubín Martín

 

Hábitat y distribución

Las arañas violinistas, también conocidas como arañas reclusas chilenas, se distribuyen de manera generalizada en Suramérica, especialmente en Chile. Dentro de este continente también se han encontrado en Brasil, Uruguay, Ecuador, Perú y Argentina.

En los últimos años se han difundido a Colombia y hacia algunos países centroamericanos, como Honduras y Guatemala.

Se han reportado poblaciones aisladas del Loxosceles laeta en México, Australia y España, además de diversas regiones de Estados Unidos (Los Ángeles, Kansas, Massachusetts y Florida) y Canadá (Toronto, Vancouver, Ontario, British Columbia y Cambridge).

En Finlandia, en el Museo de Historia Natural de Helsinki, existe una colonia de arañas violinistas. Se cree que llegó allí alrededor de los años 60 o 70. Sin embargo, todavía es inexplicable cómo este animal tropical recorrió más de 13.000 km para habitar el sótano de un museo que está ubicado a muy poca distancia del Círculo Polar Ártico.

Pueden existir varias causas que expliquen esta distribución tan lejana de su nicho ecológico. Una de estas puede atribuirse a que algunas especies viajaron a tierras lejanas ocultas en productos agrícolas. También pudieron esconderse en las cajas que contienen frutas, verduras o en trozos de madera.

Hábitat

La araña violinista es una especie sinantrópica, ya que se encuentra adaptada a vivir en ecosistemas antropizados o urbanizados por el hombre. Esta convivencia con el ser humano es favorable para Loxosceles laeta, ya que pueden cubrir sus necesidades básicas y de desarrollo lejos de sus depredadores naturales.

Sin embargo, para el ser humano es altamente perjudicial porque aumenta el riesgo de ser mordido por esta araña altamente venenosa, pudiendo traer consecuencias fatales si la lesión no es atendida a tiempo.

Suelen esconderse en las esquinas de las habitaciones, en los áticos, detrás de los cuadros, en la parte de abajo de los muebles, entre la ropa y en los estantes altos de los armarios.

En el área que rodea a la casa, el jardín o el patio, las arañas violinistas se ocultan en lugares oscuros y húmedos. Así, podrán encontrarse debajo de los troncos de madera, en los escombros y bajo las piedras.

Zona rural y urbana

Usualmente habitan las diferentes áreas internas de la casa, lo que se conoce como sector domiciliario, o en los patios y jardines que la rodean (sector peridomiciliario).

En algunos estudios realizados en México y Chile se observa que existe un factor que ayuda a que se propaguen más fácilmente en las viviendas urbanas que en las rurales; la proximidad entre las casas. Si en un hogar existen arañas violinistas, fácilmente pueden invadir el contiguo.

Sin embargo, si se compara la cantidad de individuos que habitan en una casa infectada urbana y una rural, en esta última se pudieran encontrar en mayor número. Esto podría deberse a las características de la construcción de estas viviendas rurales, donde sus paredes suelen ser de adobe, y a la deficiencia en la ventilación e iluminación.

De esta forma, la araña violinista encuentra un ambiente propicio para desarrollarse y multiplicarse, en el cual difícilmente puede propagarse a las casas vecinas, porque las viviendas suelen estar muy separadas unas de las otras.

Nutrición

Loxosceles laeta es un animal carnívoro, su dieta está basada fundamentalmente en insectos. Dentro de sus presas favoritas están las polillas, las moscas, las cucarachas, los grillos y algunos otros pequeños artrópodos. Puede capturarlos de dos maneras; cazándolos durante la noche o atrapándolos con su red.

Este animal no tiene que preocuparse mucho por su alimentación. La ubicación estratégica de la telaraña, sumado a su carácter pegajoso y resistente, hace que con frecuencia queden atrapados en ella algunas de sus presas favoritas.

El sistema digestivo está dividido en tres partes: el estomodeo, el mesodeo y el proctodeo. Su alimentación se realiza fundamentalmente a través de la succión de los líquidos que se forman como producto de la desintegración de la presa.

Proceso digestivo

Una vez que captura a su presa, bien sea que la haya cazado o esté atrapada en la red, la araña violinista se abalanza sobre esta, inyectándole su poderoso veneno.

Cuando muere la presa, la araña sigue reteniéndola con los quelíceros, a través de los cuales vierte los jugos digestivos producidos por el intestino medio (mesodeo). Estos cumplirán la función de descomponer al alimento.

Rápidamente estas enzimas digestivas convierten al alimento en una especie de caldo de nutrientes, el cual es succionado en la cavidad pre bucal, ubicada delante de la boca.

Sus músculos bucales pueden estar dispuestos longitudinalmente e insertos externamente, permitiéndoles modificar su volumen y diámetro. Esto lo convierte en el principal órgano de aspiración de la araña violinista.

La acción de succión es complementada por el esófago, contribuyendo de esta manera a que el líquido llegue al mesodeo. En este se encuentra el tubo central y varios divertículos auxiliares, localizados en el opistosoma y el cefalotórax.

En las paredes del mesodeo existen células que producen enzimas que complementan la digestión química. Una parte del alimento ya digerido se almacena en el estómago, específicamente en sus múltiples divertículos, mientras que el resto lo absorbe la pared del mesodeo.

El proctodeo de esta especie está formado por el intestino y el ano, donde son almacenados y posteriormente expulsados los desechos del organismo.

Investigaciones

Los insectos que devoran las arañas violinistas son relativamente grandes. Su eficiencia depredadora y su gran capacidad para depredar animales voluminosos se deben a la combinación de la digestión extracorpórea e intracelular.

Para ampliar los conocimientos sobre esta etapa de la digestión, se han realizado varias investigaciones referentes a la composición proteica de los divertículos y del fluido digestivo.

En estos se evidencia que las enzimas digestivas contienen hidrolasas y astacinas, sugiriendo que estas últimas juegan un papel importante en la digestión extracorpórea. Se demostró que el fluido digestivo se origina en los divertículos, y que estos participan tanto en la digestión extracorporal como en la interna.

Además, fueron identificadas varias proteínas que son producidas en los órganos digestivos, aspecto que anteriormente estaba directamente asociado a las glándulas de veneno del Loxosceles laeta.

Reproducción

Debido a que las arañas violinistas son haploginas, las hembras carecen de órganos sexuales externos que permitan identificar cuándo se encuentra madura sexualmente.

No obstante, el alcance de esta etapa suele venir acompañado de un oscurecimiento de la región cefalotoráxica y una mejor visualización del pliegue epigástrico.

En el macho, la evidencia que indica su madurez sexual es la transformación del palpo, como parte del aparato copulador de la especie.

La hembra es selectiva respecto al macho con el cual copulará. Durante el cortejo, el macho ejecuta una especie de danza alrededor de ella, dando grandes saltos con la intención de impresionarla. También pudieran ofrecerle alguna presa, con la intención de que sea el elegido.

Órganos sexuales

El sistema reproductor del macho está formado por los testículos pareados, de forma tubular y los conductos deferentes, con un diámetro bastante pequeño. Estos se fusionan en la zona cercana a la apertura genital, formándose el conducto de eyaculación.

Dicho conducto se abre hacia el gonoporo, en el surco epigástrico. El conducto eyaculador es discreto, pudiendo agrandarse o ampliarse hacia los conductos deferentes.

Los espermatozoides y las diversas secreciones que conforman el fluido seminal fluyen desde el gonoporo. Debido a que los machos carecen de glándulas accesorias, dicha secreción la produce el tejido somático que forman los testículos y los conductos deferentes.

Las hembras poseen un par de ovarios y un pasaje abdominal que permite que los huevos salgan al exterior. La araña violinista tiene una pequeña abertura cerca del surco epigástrico, que recorre el abdomen en su parte ventral.

Dentro de estas aberturas están las entradas de las espermatecas, unos sacos ciegos donde el macho deposita los espermatozoides durante la copulación.

Proceso reproductivo

La reproducción de Loxosceles laeta tiene varias características especiales. En primer lugar, suele ocurrir en los meses más cálidos del año: mayo, junio y julio. Otro aspecto destacado es que los machos transfieren el esperma a través de sus pedipalpos, que se modifican en un órgano copulador secundario.

Los órganos que intervienen en la copulación no se encuentran asociados al sistema genital primario, localizado en el opistosoma.

En la copulación, después de que el macho y la hembra han tenido contacto por un tiempo, la hembra levanta el cefalotórax y los primeros pares de patas. El macho extiende los palpos, que forman parte del aparato estridulatorio hacia adelante, introduciéndolos en el aparato reproductor femenino.

La etapa copulatoria puede durar muy poco tiempo, aunque puede repetirse unas tres o cuatro veces. El esperma del macho siempre es transferido de manera encapsulada e inactivo a la hembra.

El espermatóforo está cubierto por una especie de “tela», que se forma cuando el esperma se ha expuesto al medio ambiente. Tras esto, la hembra expulsa los óvulos hacia el pasaje abdominal, donde son fertilizados por los espermatozoides que viajan desde las espermatecas.

Las hembras de la araña violinista colocan los huevos en ootecas, que pudieran contener un promedio de 89 huevos. Aproximadamente dos meses después del apareamiento, los huevos eclosionarán, naciendo las crías.

Estas pequeñas ninfas, si las condiciones de supervivencia son extremas, podrían llegar al canibalismo. Las que logren sobrevivir, serán adultas cuando alcancen alrededor del año de edad.

El apareamiento pudiera ocurrir hasta dos veces durante un lapso de 3 meses, lo que conlleva a una doble tanda de postura de huevos por año.

Comportamiento

La araña violinista es un insecto tímido, territorial, cazador y de hábitos nocturnos, siendo aún más activa durante las noches de verano. En las temporadas de frío, su vitalidad disminuye notablemente. A esta especie le agradan los lugares escondidos y oscuros, de los cuales sale únicamente para cazar.

Si percibiera alguna amenaza, sería capaz de reaccionar muy rápido, corriendo a toda velocidad en búsqueda de un refugio. También podría saltar hasta 10 centímetros de altura, para escabullirse del peligro.

Generalmente no son agresivas, prefieren huir que atacar. Sin embargo, cuando lo hacen, primero levantan sus patas delanteras como señal de advertencia, indicándole al adversario que no darán marcha atrás.

Si decidieran atacar, utilizarían su mejor arma: el potente veneno. Esta sustancia podría causar la muerte a un humano en relativamente poco tiempo.

La araña tejedora

Loxosceles laeta teje una telaraña irregular, con un diseño desordenado. En sentido horizontal tiene otra red, formando una especie de hamaca corta. Estas se pudieran localizar en cualquier lugar que habiten estos insectos: las esquinas sombrías de las paredes, las gavetas o los estantes.

Tiene una textura gruesa, algodonosa, pegajosa y el color es blanco. Su largo podría llegar a medir entre 4 y 8 centímetros, con un grosor de 1 centímetro. La araña violinista permanece largo tiempo en la red, que le sirve tanto para descansar como para capturar a sus presas.

Aunque la araña violinista es sedentaria, si necesitase alejarse de la telaraña no lo haría demasiado lejos, aunque ocasionalmente los machos pudieran hacerlo.

Comportamiento sexual

La araña violinista tiene conductas sexuales que se pueden categorizar en cinco etapas:

Pre-cortejo

Esta etapa corresponde al momento de reconocimiento de la pareja. En ella se dan once patrones de movimientos diferentes, culminando con el contacto táctil entre el macho y la hembra.

Cortejo

Después de haberse tocado entre sí, el macho pudiera golpear las patas de la hembra. Luego, la pareja se posiciona frente a frente. El macho estira las patas delanteras, tocando suavemente el cefalotórax de la hembra. Posteriormente, este vuelve a su posición original, golpeando nuevamente a la hembra en su pata.

En esta fase, la hembra pudiera mostrarse receptiva ante el cortejo del macho. En este caso, sus extremidades anteriores mostrarían un ligero temblor. Si la hembra no fuera receptiva, elevaría el cefalotórax al momento de ser tocada por el macho, pudiendo inclusive atacarlo.

Pre-copulación

Como el macho tiene sus patas delanteras sobre la hembra, ahora intentará tocarla en la región lateral del opistosoma.

Cópula

En esta etapa, el macho ya está posicionado ante la hembra. Para iniciar la copulación dobla sus patas acercándose mucho más al cuerpo de la hembra. Tras esto, el macho mueve sus pedipalpos, tocando las piezas bucales de su pareja.

Seguidamente, el macho procede a bajar el cefalotórax, desplazándose debajo de la hembra. De esta manera estira los pedipales para insertarlos en los surcos genitales de la hembra.

Los émbolos de los pedipales permanecen insertados unos pocos segundos, sin embargo, esta acción se pudiera repetir varias veces. En la última inserción del émbolo, antes que el macho se retire, pudiera ocurrir un ataque muy agresivo por parte de la hembra.

Post- cópula

Una vez finalizada la copulación, el macho pudiera retirar las patas del cefalotórax de la hembra o estirarlas. También podría exhibir nuevamente los patrones pre-copulatorios. Algunos especímenes suelen aprovechar para limpiar los pedipalpos, pasándolos por las quelíceras.

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10/10/2020