Por Carmen Baez López
9. La paloma viajera
El último espécimen de paloma viajera murió en el zoológico de Cincinnatti en 1914. Esta ave nativa de Norteamérica se extinguió debido a su caza indiscriminada ya que desde tiempos coloniales era fuente de carne, plumas y grasa para los colonos.
Para el año 1880, los efectos de la caza ya eran notables y la población había disminuido irreversiblemente. Debido a la falta de una política de conservación estos animales se extinguieron primero en su hábitat salvaje y luego en cautiverio.
10. Paloma de Bonin o Columba versicolor
Endémica del archipiélago Bonin, en Japón. Esta ave fue descubierta gracias a cuatro espécimenes recolectados el primero de 1827 y los últimos de 1889.
Se extinguió a finales del siglo XIX según investigaciones. Las causas fueron la deforestación, la depredación sufrida por fauna introducida y la caza.
Estas aves poseían un bello pelaje. Su último avistamiento data del 1889. Sus huevos eran vulnerables y depredados por las ratas y los gatos.
11. El lobo marsupial o lobo de Tasmania
Nativo de Australia y Nueva Guinea, este carnívoro se extinguió en el Siglo XX. Una de las causas de su extinción fueron las enfermedades de los perros, de las cuales el lobo marsupial se contagió.
El diablo de Tasmania se considera su pariente más cercano vivo. Este animal cazaba de noche y era muy peligroso.
Solo se conoce un caso de su cría en cautiverio y es tal vez por esto que se sabe poco de ellos. Era exclusivamente carnívoro y su masa muscular le permitía ser muy resistente.
A pesar de que este animal ha sido declarado extinto, se registran casos de testigos que aseguran haberlo visto e incluso en Australia se ha ofrecido recompensas a quien pueda demostrar que el animal aún existe.
En 1999, el Museo Australiano en Sídney inició un proyecto para su clonación. Los resultados de este proyecto aún no han sido publicados.
12. Alca gigante o Pinguinus impennis
Este “pingüino” fue el de mayor tamaño de las alcas. Carecían de la capacidad de volar pero eran buenos nadadores. Se les llamó “pingüinos” por su parecido pelaje. Era vista usualmente por marineros en aguas frías.
Además era sumamente amigable y se dejaba atrapar. Se convirtió en una presa habitual de coleccionistas de animales disecados. Su caza indiscriminada llevó a la especie a la extinción. Podía tener un metro de altura y pesaba hasta 5 kilógramos.
Al disminuir su población, su hábitat se redujo a Islandia. En 1844 las últimas dos alcas fueron cazadas y ofrecidas a la corona de Dinamarca por una recompensa.
13. El caballo de Scott
Fue una especie del género Equus, nativo de Norte América. Se considera que se extinguió durante el Pleistoceno. Se considera que su desaparición coincidió con la extinción de la megafauna (animales con un tamaño muy grande que podían pesar hasta 100 kg).
Debe su nombre a William Berryman Scott, quien lo describió científicamente. Se han encontrado fósiles de este animal en diversas localidades de los Estados Unidos y un ejemplar en Chile.
14. Jaguar europeo
Este mamífero carnívoro vivió hace 1,5 millones de años y es la especie más antigua de jaguar que se conoce en Europa. Este animal es pariente del jaguar, el león y el tigre contemporáneos.
Fósiles de este animal han sido encontrados en Alemania, España, Inglaterra, Francia y Países Bajos. Se extinguió poco tiempo después de la llegada a Europa de dos panteras: el león y el leopardo.
15. La paloma gigante de Viti Levu
Esta especie extinta de paloma habitaba en Viti Levu, la isla más grande la República de Fiji. El científico T.H. Worthy describió esta ave científicamente en su trabajo A giant flightless pigeon gen. et sp. nov. and a new species of Ducula (Aves: Columbidae), from Quaternary deposits in Fiji.
Los restos de esta ave fueron encontrados en 1998 y el Museo de Te Papa Tongarewa de Nueva Zelanda cuenta con el único holotipo de la especie.
16. El tigre balinés
Esta subespecie endémica de Bali, Indonesia que se extinguió en 1937. En el siglo XX con la llegada de una ola de personas a la isla de Bali, la caza de este tigre aumentó. La caza de estos animales era un deporte para los turistas occidentales.
Desde los años 70 se considera que esta especie está extinta. Quizás su pariente más cercano es el tigre de Java. Gracias a que ambas especies son buenos nadadores, los animales se mantenían en contacto.
17. La rata gigante de Gran Canaria
Esta especie era endémica de las Islas Canarias. Restos fósiles de estos roedores se encuentran en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife.
Estos roedores podían alcanzar hasta los 25 centímetros. Entre las causas de su extinción están la actividad humana y la introducción de los gatos por los seres humanos, ya que anteriormente los roedores no contaban con ningún depredador común entre la fauna endémica de las islas.
18. Craugastor chrysozetetes
Esta especie de rana o sapo era endémica de Honduras. En los años 90 fue declarada en peligro de extinción pero lamentablemente no se tomaron las medidas necesarias para su conservación.
Múltiples expediciones han tratado de encontrar especímenes de esta especie, pero su búsqueda no ha dado resultados.
Es por esto que en el 2004 la especie fue declarada como extinta. Entre las causas de la extinción se mencionan el cambio climático y la pérdida de su hábitat natural.
Se considera que la quitridiomicosis, una enfermedad que afecta a los sapos y ranas, es también causante de la disminución de la población.