30/11/2023
Sigue creciendo en Baena la superficie dedicada a los cultivos de especies leñosas en régimen intensivo y superintensivo, especialmente olivos y almendros, en detrimento de los cereales y leguminosas. Un cambio que afecta negativamente a la biodiversidad y en particular a las aves esteparias.
GRODEN-Ecologistas en Acción, viene comprobando en los últimos años en la campiña de Baena, un descenso generalizado de la avifauna y en particular de las poblaciones de aves esteparias: sisón común, alcaraván, avutarda común, aguilucho cenizo, codorniz, perdiz roja, carraca europea, cernícalo primilla, además de pequeños pájaros como; trigueros, cogujadas, alondras, tarabillas, etc., son cada vez más difíciles de observar.
Estas aves están ligadas a los espacios agrarios y esteparios, con una semejanza en cuanto a la selección de hábitats: lugares abiertos, con pocos árboles y relieves suaves. La mayoría de ellas, nidifican en el suelo, aprovechando los campos de cereales, barbechos y rodales de vegetación natural, otras nidifican en construcciones humanas, habitualmente cortijos y pequeños cortados rocosos y fluviales. La alimentación es muy similar entre ellas, consumiendo gran cantidad de artrópodos y micromamíferos; avispas, moscas, abejas, saltamontes, langostas, grillos, ratones y topillos, además numerosas semillas y vegetales.
Parajes y fincas como las Alberquillas, Aguilarejos, Pedro Ortiz, Torre del Moro, Las Roblizas, Las Almayas, El Jardón, Fuentidueña, o el Alférez, son ejemplos de cambios de cultivos de secano a regadío. La modificación del medio natural y del hábitat acarrea también el aumento abusivo de los agroquímicos como abonos inorgánicos y pesticidas, los cuales contaminan los suelos y acuíferos, siendo especialmente preocupante el abuso de los últimos, ya que no discriminan a la multitud de insectos beneficiosos y la vegetación que protege e impide la erosión del suelo, necesarios para el mantenimiento de la salud y el equilibrio de nuestros campos, de tal forma que su abuso favorece la aparición de plagas, justo el efecto contrario que se quiere conseguir. Otros problemas son el abandono de antiguos cortijos, la eliminación de lindes y manchones, que son verdaderos refugios de biodiversidad, además de la usurpación de caminos públicos siempre en busca de un beneficio cortoplacista que esquilma los recursos naturales y que no tiene en cuenta el escenario de crisis climática en el que nos encontramos.
El aumento de la agricultura de regadío en esta comarca no solo tiene consecuencias en la desaparición de zonas esteparias naturales y cultivadas, sino que trasciende en la gestión de los acuíferos y cauces públicos. Mientras tanto la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía ha convertido las AAU (Autorizaciones Ambientales Unificadas) de proyectos de regadío de cultivos leñosos, en un puro trámite burocrático, admitiendo a las entidades y empresas unos Estudios de Impacto Ambiental de escaso rigor técnico que dejan mucho que desear, a todo ello se une el Ministerio de Transición Ecológica incapaz de hacer un seguimiento y controlar las captaciones de agua que de manera fraudulenta se siguen produciendo.
Varios ejemplos de retroceso de poblaciones de aves, los tenemos en la codorniz común, carraca europea y el cernícalo primilla. La primera de ellas, ha sufrido un descenso generalizado. Los muestreos de machos cantores de codorniz, realizados en las últimas primaveras, nos ha dejado una pérdida de territorios donde hasta hace unos años escuchábamos su canto. Donde antes había cultivos de cereales, leguminosas y rodales de vegetación natural, ahora predominan olivos y almendros de regadío en régimen intensivo y superintensivo.
En cuanto a la carraca europea, durante esta temporada de reproducción solo hemos visto una pareja en el término de Baena, aunque no se descarta que puedan sobrevivir varias más. Esta especie, utiliza cortijos y construcciones rurales para ubicar sus nidos. La pérdida y abandono de estas edificaciones que han sido sustituidas por naves de aperos con tejados de chapas metálicas galvanizadas, hace imposible que encuentre huecos donde anidar. También ha ocurrido con el cernícalo primilla, las únicas poblaciones se encuentran en el casco urbano de Baena y solo hemos encontrado una colonia, en un cortijo de la campiña.
Las aves esteparias son necesarias para el mantenimiento de los cultivos cerealistas de secano, son las mejores aliadas de los agricultores contra los daños que puedan ocasionar insectos, y roedores. Por otra parte, es necesaria la declaración de nuevas ZEPAS en Andalucía (Zonas de Especial Protección para las Aves), donde la campiña de Baena tendría un papel fundamental, por la importante población de aves esteparias que todavía se mantienen.
(*) Es necesario un acuerdo a nivel andaluz de apoyo a la conservación de las aves esteparias y los hábitats; un reconocimiento social a los agricultores que son respetuosos con el medio ambiente y que llevan a cabo una agricultura sostenible. Además, la Administración, a través de la PAC y de las diferentes políticas para conservación del medio natural, debe incentivar generosamente este tipo de cultivos y manejos por ser compatibles con la existencia de un patrimonio natural muy vinculado a estos medios esteparios. Determinadas prácticas que eran habituales y muy beneficiosas para las aves esteparias, deben ser recuperadas, al menos en las zonas cerealistas de importancia para la conservación de estas especies, intentando compaginar la producción agrícola con la preservación de la biodiversidad. Es el caso de la rotación de cultivos, el mantenimiento de las lindes, la puesta en práctica de barbechos, el retraso en la recogida de las cosechas, la no utilización de cereales de ciclo corto y evitar el uso de semillas tratadas. En este sentido, se hace imprescindible recoger en una normativa la protección de linderos, setos, majanos, márgenes de arroyos y demás manchas de vegetación natural que por desgracia se han convertido en los últimos reductos de las comunidades vegetales que en el pasado dominaban nuestros campos, germen de biodiversidad y hoy desaparecidas, como elementos de valores naturales y tipificar como infracción la eliminación y destrucción de los mismos.
(*) Plataforma Conservación aves esteparias y sus Hábitats de Andalucía.
26/03/2024
1 Comment
Rubén Torres
7 meses agoComo de costumbre discrepo de las sugerencias de mis compañeros ecologistas, pues vemos las cosas de distinta forma y por consiguiente es imposible llegar a un consenso.
Ellos afirman que existen agricultores que son respetuosos con el medio ambiente y que llevan a cabo una agricultura sostenible mientras que yo solo veo agricultores que roban enormes zonas de terreno a la agricultura destrozando los hábitats de la fauna y flora silvestre. Por lo tanto la sostenibilidad es ausente en todos los casos.
Ya he explicado en muchas ocasiones cómo se debería de cultivar, por lo que no lo voy a repetir de nuevo.