La técnica se denomina Nucleoplastia Directa

La Nucleoplastia Directa o Microdiscectomía Asistida por Coblación -técnica mínimamente invasiva- permite tratar con éxito -total o parcial- el 90% de los casos de las hernias discales. Así lo afirma al menos Fernando Marín Zarza, coordinador del // Simposio sobre Técnicas Mínimamente Invasivas de Hernias Discales recientemente celebrado en Madrid.

Hasta hace sólo unos años la hernia discal se resolvía en la mayor parte de los casos quirúrgicamente abriendo el anillo fibroso del disco y extirpándola. Sólo que la intervención, además de generar dolor, a veces provocaba cierta inestabilidad en el disco. Fue entonces cuando apareció el tratamiento con microinyecciones de ozono (vea el extenso artículo que publicamos al respecto en nuestra web: www.dsalud.com) que hizo innecesarias la mayor parte de las intervenciones quirúrgicas. Pues bien, una nueva técnica se une a la anterior con excelentes resultados: la Microdiscectomía Asistida por Coblación, más conocida como Nucleoplastia Directa. También mantiene la integridad del disco y evita las recaídas y las complicaciones. Con ella se libera de forma inmediata la raíz nerviosa, sobre todo en casos con déficit neurológico.                                                                                                                        La técnica es sencilla. Primero se anestesia la zona -con una epidural si procede-, a continuación se hace una pequeña incisión a la altura del disco afectado, se introduce el electrodo con la microcámara, se aísla la hernia de las estructuras nerviosas comprobando sus características -tamaño, consistencia, tensión…-, se procede a vaporizarla con el electrodo y se extraen los restos mediante aspiración. Ello es posible porque el electrodo está conectado a un generador de radiofrecuencias que emite una, dos o tres coblaciones de ocho segundos cada una, suficientes para vaporizar la hernia. Se evita así tener que fijar posteriormente la vértebra.                                                                                                                                 Según Martín Zara «el 70% de los pacientes tratados obtiene excelentes resultados pudiendo evitar el paso por el quirófano mientras otro 20% muestra una mejoría parcial aunque suele necesitar el apoyo de fármacos. Sólo el 10% restante no percibe mejoría por lo que deben ser intervenidos quirúrgicamente”.                                                                                                  Esta técnica está especialmente indicada tanto en las hernias contenidas como en las extruidas de localización cervical, dorsal o lumbar resistentes al tratamiento conservador en las que el anillo aún está intacto.                                                                                                                  La otra posibilidad de tratamiento, como comentamos al principio, es la discolisis con ozono que consiste en aplicar microinyecciones de ese gas en el disco con control radiológico. El ozono provoca una deshidratación en el núcleo discal reduciendo su volumen por la degradación de los proteoglicanos. Además, desinflama la raíz nerviosa al liberar enzimas antioxidantes que neutralizan la formación excesiva de los radicales ácidos que intervienen en la producción de inflamación y dolor.

 

Fuente; Revista Discovery Salud. Número 72-Mayo 2005

 13/05/2024