• El medicamento más vendido en España: un potente y POPULAR ANALGÉSICO para el tratamiento de dolor agudo… tan peligroso que está prohibido en muchos países de nuestro entorno.
  • La polémica vacuna de la COVID-19 de AstraZeneca, ¡más de tres años ha costado que el laboratorio admita que provoca el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) y decida retirarla!
  • Un fármaco para la menopausia que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y de cáncer de mama y endometrio. Casi nada.
  • La larga lista de antidepresivos que provocan ¡conductas agresivas y tendencias suicidas!
  • Descubra totalmente gratis cómo sustituir estos dañinos medicamentos por eficaces soluciones naturales.

En el botiquín de su propia casa puede haber medicamentos que en breve podrían ser retirados del mercado por sus graves efectos adversos para la salud.

Estos medicamentos de los que le hablo son de uso habitual, los médicos los prescriben continuamente y sin duda usted los tiene en su casa. Están en su mesilla y en el botiquín familiar y, sin embargo, son peligrosos. Muchos médicos, farmacéuticos y profesionales de la salud están presionando para pedir su retirada.

Es esencial que lea esta información. Mientras llega el momento de su retirada, usted no debe seguir como si nada.

Le invito a descubrir los fármacos de los que debe desprenderse inmediatamente, así como a conocer sus alternativas.

 IMPORTANTE: lea toda la información que sigue aun cuando no esté tomando en este momento alguno de los medicamentos de la siguiente lista. Puede llevarse más de una sorpresa.

Nolotil, para el dolor agudo

¡Nada más y nada menos que el medicamento más vendido en España! Imagínese el peligro y la cantidad de personas a las que podría estar perjudicando…

Su principio activo es el metamizol, y puede que usted lo haya tomado como Nolotil®, su nombre más comercial y actual, o como Metalgial®, Buscapina Compositum® o Algi-Mabo®.

Reino Unido, Francia, Suecia, Noruega, Estados Unidos, India y Australia ya no lo comercializan debido a los posibles graves efectos adversos que presenta. Sin embargo, en España se recurre a él con frecuencia para el tratamiento del dolor agudo. Entre sus efectos adversos (que no son pocos) hay uno muy raro pero potencialmente muy grave, que da lugar a alteraciones sanguíneas capaces de causar la muerte.

Se trata de una enfermedad llamada agranulocitosis, que reduce los glóbulos blancos en la sangre y aumenta el riesgo de infecciones que pueden ser mortales.

Actualmente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional investiga las múltiples denuncias que hay contra este medicamento y la posible responsabilidad sanitaria de nuestras autoridades.

No espere a que finalmente se retire.

 La vacuna de la COVID-19 de AstraZeneca

Han tenido que pasar casi cuatro años, decenas de muertes y cientos de damnificados para que AstraZeneca reconozca abiertamente los efectos secundarios de su vacuna contra el COVID-19: los trombos. Y para que Bruselas suspenda la autorización de su comercialización en Europa.

En 2021 corrieron ríos de tinta sobre el tema, ya que, en marzo de aquel año, poco después de que se empezara a “inmunizar” masivamente a la población, salieron a la luz los primeros casos de trombosis en los senos venosos y ya entonces tras varias investigaciones se relacionó directamente la vacuna con el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) que provoca coágulos de sangre devastadores y lesiones cerebrales.

Pese a saberlo, las autoridades continuaron forzando el uso de la vacuna de forma masiva, principalmente en personas mayores, porque, como explicaba entonces Marco Cavaleri, jefe de estrategia de vacunas de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA): “los riesgos seguían sin superar a los beneficios”.

Hoy, más de tres años después y con varias denuncias millonarias a sus espaldas, AstraZeneca claudica y su vacuna ya no se pondrá más en ningún país de la Unión Europea. Por fin.

¿De verdad era necesario esperar tanto y seguir inoculando a la población más comprometida una vacuna causante de coágulos cerebrales? No sé qué pensará usted al respecto, y más si fue uno de los “elegidos” para recibirla corriendo un riesgo totalmente innecesario.

 Tibolona para la menopausia

La deficiencia de estrógenos en las mujeres postmenopáusicas en ocasiones les causa síntomas como sofocos, sudoración, alteraciones de la libido o cambios de humor. Nada grave, pero sí muy molesto.

Ante el relato de esos síntomas, los médicos tienen a su disposición fármacos que ayudan a sobrellevarlos. Los que contienen tibolona son algunos de los más populares. Si usted está en esa edad, quizá lo tenga en su mesilla (en España se comercializa como Boltín®).

Es un medicamento que financia la Seguridad Social y que se prescribe para tratamientos de larga duración.

Pues bien, debe saber que es un fármaco tan cargado de efectos secundarios y riesgos que varias asociaciones de médicos y pacientes llevan tiempo pidiendo su retirada. Los más inquietantes son que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, de cáncer de mama y de cáncer de endometrio. Leer su prospecto (de varias páginas, casi abulta más que la caja) es para echarse a temblar. Pero ahí sigue.

Agomelatina, bupropión y otros muchos fármacos para la depresión

Cuando uno está mal porque tiene ansiedad o siente que está deprimido, acudir a la consulta del psiquiatra es el camino más corto… pero también puede ser el más peligroso.

Por su formación, para tratar a sus pacientes los psiquiatras se ayudan de potentes (y muy peligrosos) fármacos. La agomelatina (se comercializa con los nombres de Thymanax® y Valdoxan®) es uno de ellos. Se toma una vez al día antes de acostarse y, mediante la liberación de dopamina y noradrenalina, promete disminuir los síntomas de la depresión. ¡

Pero a qué precio!

Además de aumentar el riesgo de hepatitis y pancreatitis, puede provocar conductas agresivas y tendencias suicidas.

Esto mismo es lo que ocasiona otro “superventas” entre los medicamentos antidepresivos, el bupropión (se comercializa con varios nombres, el más habitual es Zyntabac®), una anfetamina con propiedades psicoestimulantes del tipo inhibidores de la recaptación de dopamina y noradrenalina, que se usa también para reducir el “mono” cuando se está dejando de fumar. Llegó a retirarse del mercado en Estados Unidos durante un tiempo por las convulsiones que ocasionaba, aunque luego volvió a autorizarse. Provoca agresividad, ideas suicidas, agitación, insomnio, temblores, palpitaciones…

La lista de antidepresivos que deberían retirarse del mercado es larga. La duloxetina, el citalopram, la dapoxetina… cada uno de estos principios tiene un mecanismo de acción diferente, pero tienen algo en común: presentan más riesgos que beneficios.

Aliskirén y olmesartán para la hipertensión

La hipertensión es un trastorno en el que las arterias tienen una presión sanguínea persistentemente alta, lo que acaba lesionándolas seriamente.

Cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos como el cerebro, los riñones o la retina.

El aliskirén (Rasilez®, Riprazo®) es un medicamento para la tensión que actúa como inhibidor directo, selectivo y potente de la renina (hormona segregada por el riñón, responsable directa de la hipertensión). Se administra muy fácilmente, pues basta tomar una pastilla al día, siempre a la misma ahora y con una comida ligera. ¿El problema? Aparte del hecho general de que medicarse contra la hipertensión de por vida no tiene sentido cuando es posible controlar la tensión de forma natural, es que el aliskirén en particular causa daños en los riñones.

Tres cuartos de lo mismo ocurre con el olmesartán, un antagonista de la angiotensina II, que es otro medicamento para la hipertensión que causa enteropatías con diarreas crónicas y tos crónica irritativa por edema angioneurótico de la glotis.

Diclofenaco, aceclofenaco, ketoprofeno, piroxicam y floctafenina contra el dolor

¿Cuántas veces nos habrá oído decir que el paracetamol y el ibuprofeno son mucho más peligrosos de lo que parece? Y sin embargo, son dos medicamentos de los que sistemáticamente se abusa.

Son baratos, de venta sin receta y la gente piensa que son completamente seguros. ¿Quién no tiene una caja en casa y echa mano de ella al primer dolor?

Pero no deben tomarse a la ligera. No son medicamentos banales ni inocuos y se toman de forma abusiva. Déjeme darle una pequeña pincelada de sus riesgos:

 Quienes toman paracetamol asiduamente tienen un 63% más de probabilidades de morir de forma inesperada, un 68% más de sufrir un ictus o un infarto y un 50% más de tener una úlcera o sangrado estomacal.