https://es.quora.com/Qu%C3%A9-animales-de-tu-ciudad-son-considerados-plagas-por-los-lugare%C3%B1os-pero-parece-que-a-los-turistas-les-encanta

Mery Pérez, vive en Barcelona

Respondido el 26 agosto

A los turistas no sé, pero a mí me encanta ver todo tipo de aves en Barcelona, me dan la vida. He visto gorriones, palomas, gaviotas, urracas, petirrojos, cotorras, tórtolas, lavanderas, jilgueros, mirlos, verderones, cuervos…

De todas estas aves sé que se están intentando controlar las poblaciones de al menos dos especies por parte del ayuntamiento. Una es la paloma y otra es la cotorra argentina. A mí me encanta ver tanto a palomas como a cotorras por las calles. Las cotorras aportan mucho color y conviven bien con las palomas. Eso sí, comparadas con las palomas parecen futbolistas de pro. Hacen algo que no pueden hacer las palomas por cuestiones anatómicas; las cotorras agarran la comida con sus patitas con mucha facilidad y se van a un árbol tranquilamente a devorar el botín.

Pero a pesar de lo bonitas que me parecen a mí las palomas, no todas las personas suelen tener el mismo concepto de ellas. Alguna vez he recogido alguna paloma accidentada del suelo para que no acabara aplastada en la calzada. Me da pena que no se repare en ellas cuando alguien las atropella. Hay gente que dice que hay muchas, que son sucias, que traen enfermedades y concluyen con que son “ratas voladoras”.

Las cotorras argentinas no se sabe a ciencia cierta cómo llegaron a Barcelona, ¿sería volando o por vía marítima? Hay varias especulaciones. Por lo que tengo entendido cuando detectaron que había cotorras argentinas les ponían un collar con un número, y quedaban censadas. Ahora parece que hay superpoblación.

De las cotorras argentinas se dice que son muy escandalosas. A mí me parecen el colmo de graciosas y me encanta observarlas volando de dos en dos o en bandada y llevando ramitas más grandes que ellas para construir sus nidos…Fue a principios del mes pasado cuando vi que el ayuntamiento no es muy creativo con el control de lo que ellos consideran una plaga. Habían cortado toda una rama con un nido de cotorras:

Por suerte, a pesar de las decisiones del ayuntamiento, hay gente que piensa con ética. Por ejemplo, me he fijado que muchas personas dejan un recipiente de agua en las fuentes para que los animalitos que viven en la calle puedan soportar el verano.

Aunque ganas no me faltan, no suelo ir echando comida a las palomas o cotorras que me encuentro por la calle. Sin embargo, este verano hice una excepción: me eché una amiga urraca y le llevaba pienso, fruta y agua. Pero su mayor deseo era jugar y que le hiciera caso. Hace días que no la veo, estoy por poner carteles de “se busca”, porque tenía esta pinta tan simpática:

Victor Daniel Huguet

25 agosto

El Panda de la basura

La rata arbórea

Y, mucho más recientemente, el Cazador del Correcaminos

Sí, todos son adorables, pero están demasiado acostumbrados a tener humanos cerca y muchos de los humanos menos brillantes alimentan a estos animales, lo que (1) conduce a más de ellos y (2) los alienta a estar más cerca de los humanos.

En un desafortunado incidente reciente en Scarborough, la gente comenzó a alimentar a los coyotes (lo que desalienta su comportamiento natural de atrapar presas), lo que alentó a un macho en particular a pasar la mayor parte de su tiempo con seres humanos en busca de una limosna. Tuvo que ser tranquilizado y trasladado a un santuario, lo que desafortunadamente dejó a su esposa y cachorros sin papá.

Si se los deja solos, estos tres animales pueden hacer mucho bien en un entorno urbano. Las ardillas, sin saberlo, plantan nuevos árboles enterrando nueces. Los coyotes y los mapaches son carroñeros y mantienen limpia la enorme cantidad de zonas verdes de Toronto. Los coyotes también suelen cazar roedores más pequeños, como ratas, que a nadie le gustan.

Pero los mapaches voltean los botes de basura en busca de comida (y toman a los “botes a prueba de mapaches” como un desafío), las ardillas cavan en los plafones de los techos para construir nidos y los coyotes representan un riesgo para las mascotas pequeñas. En los parques hacen un gran trabajo, pero en áreas más urbanas son solo un accidente esperando a suceder.

Cabal

Respondido el 3 septiembre

Podéis dar un paseo por la Avenida de Colón en Málaga y al salir estaréis sordos por los gritos de las cotorras argentinas, hay 3.500 y el ayuntamiento imitará al de Zaragoza para erradicarlas, allí redujeron la población de 1.500 a una decena empleando carabinas de aire comprimido, al parecer es el método más eficaz