No hay forma de describir el desastre, la desorganización, la anarquía, la falta de cultura al servicio, el abuso de la confianza en la buena fe del consumidor indefenso, la cultura de la trampa y la decepción en los negocios, la falta de criterio en la provisión de servicios de calidad. En Venezuela, un minuto telefónico pudiera ser 45 segundos, un kilo, 920 gramos y un mega de datos, 800 Kps, por ejemplo.
Venezuela es un país donde el auto dañado se pone, a la venta usando subterfugios como que la «dueña anterior era una viejita que nunca lo movía más allá de ir de compras», cuando el carro es un verdadero «junk».
En esa misma tonalidad, es costumbre poner a la venta los electrodomésticos o aparatos electrónicos cuando ya no sirven o estan a punto de entrar en un estado de irreparabilidad.
Es un país donde la piratería de marcas registradas se pasea en primera fila. La mayoría de las camisetas de marcas como Nike, Zara, GAP, Adidas, colonias y ropa de Tommy Hilfiger, Calvin Klein, Levi’s o Victoria’s Secret entre muchos otros, son copias desmejoradas que infringen la propiedad intelectual.
Venezuela es un país donde la gasolina puede costar hasta $4 el litro. Sí, cuatro dólares el litro —no el galón. Aún así, nadie garantiza su calidad o que no vaya a afectar el rendimiento del motor.
Es un país en el cual los fabricantes producen productos para pobres y por lo general sin garantía de servicio alguna. Eso quiere decir, productos de altísima pobre calidad. Por citar ejemplos, es posible que compres un auto nuevo y nunca haya repuestos, los mecanicos no conocen el funcionamiento del auto y pues, el comprador queda a la deriva. Deben existir cerca de 70 marcas de autos en el país, que cubren modelos tan disímles entre sí de fabricantes alemanes rusos, chinos, iranies, franceses, brasileños, italianos, español, americanos, japoneses y de Corea. Algo nunca visto en ningún lugar del mundo.
Los pobres se ven forzados a comprar sus ropas hechas de tela que pierde su color rápidamente. Pero además se ven envejecidas velozmente después de cada lavada. Las zapatillas deportivas se deshacen en días, las escobas pierden sus cerdas.
En cuanto a los alimentos, los artículos de mala calidad son los que vienen con precios destinados a los consumidores más vulnerables. Con el «bajo» precio viene una calidad aún más baja: Atún hecho de material sintetico o tela, leche que sabes que no es, café que parece venir mezclado con desechos de madera, o harinas de maíz de procedencia dudosa, de calidad y sabor inferior. Además de sal que no sala los platos o azúcar que no endulza. Cloro que no huele y jabón que no produce espuma.
Es fácil invertir una fortuna en un centro universitario privado y que tus calificaciones y grados no sean reconocidos por universidades más grandes, por lo que es posible que comiences tus estudios de nuevo en algún punto para complacer sus exigencias. La razón? Nadie la sabe, solo es su derecho a contribuir con la anarquía que gobierna el país.
Ellos la llaman «autonomia» dentro de un Estado de Derecho que no funciona.
Esa es la cultura de empresarios privados, importadores de productos deficientes desde la China y fabricantes locales; pero también los importadores que contrata el gobierno.
Es una carnicería por ganar dinero a toda costa y donde todos son bienvenidos a participar.
La seguridad jurídica —o falta de ella, hace que la actividad económica esté a merced de algún sobrevenido o de algun afectado. Si alguien se «enamoró» de ti o de tu servicio, pudieras ser blanco de ataques de parte de ciudadanos que trabajan como autoridad para el gobierno centralizado, o del sistema policial o cualquier alcalde o funcionario local que necesita que le compartas parte de tus bienes.
Pero eso no garantiza que el muy organizado sistema hamponil venga a cobrarte su parte, en lo que ellos llaman proteccion; y no porque te defiendan de otros, sino que te defienden de ellos mismos.
No hay forma de darle crédito a lo que escribo y menos si continúo. Es un país con la mayor ignorancia financiera histórica, donde el jueguito de la devaluación asistida del dólar se les fue de las manos a sus promotores privados y al mismísimo gobierno que hoy día no tiene forma de controlar el desastre que ellos permitieron.
Un país quebrado y sin producción que de la noche a la mañana vio liberar entre 7 mil y 9 mil millones de dólares en sus calles y que ahora mismo navegan entre manos y fortunas locales, experimenta una doble inflación con respecto a un dólar que mata los ya heridos bolsillos de sus ciudadanos.
El dólar no solo se aprecia voluntariamente a diario en el mercado local, sino que hay una inflación latente ajena a su fluctuación, y esta es influida por el accionar de los comerciantes que se niegan a prestar cambio en las compras realizadas por los consumidores.
De manera que si llevas un billete de $10 y quieres comprar productos por un valor combinado de $4, tendrás que gastar los restantes seis dólares, ya que el comerciante se niega a darte cambio, porque «no tiene sencillo».
Y si el precio de la moneda de los Estados Unidos cae porcentualmente hoy, los precios de los productos ni se inmutan.
Una nación joven y aparentemente sin remedio Una sociedad repleta de profesores universitarios con poco éxito en sus carreras profesionales que viviendo de su fama de otrora se niegan a investigar o a proponer, y por el contrario, invierten su tiempo repitiendo la misma mentira respecto a las comparaciones de las economías de US y la de Venezuela.
Cuando converso con alguno concluyó pensando que no hay mayor amenaza a la sociedad que un profesor universitario que no investiga y que repite sin pasión el aprendizaje de esquemas que ya hoy no funcionan.
Venezuela es un país sin oportunidades, porque no se puede culpar a un gobierno, como suele hacer todo el mundo, sino que este es parte del problema como todo el resto del país y la aplicación de su criterio económico.
Con seguridad dudo que hoy en el mundo exista una economía más cancérigena que la de Venezuela.
El país con la peor economía no es uno solo, son los países donde el sueldo no alcanza para las necesidades básicas de la población, tal es el caso de Venezuela, actualmente, pero ciertamente habrá muchos países con esta falla alrededor del mundo.
Hola =+= Venezuela es el país de peor economía Planetaria. Le sigue Argentina que se ubicó en el segundo lugar en un ranking de los países más allegados a la pobreza extrema. Esto es de acuerdo a un informe de “Bloomberg Misery Index”.
Tristemente Venezuela, tiene un increíble 8 millones % de inflación. Ocupó el primer lugar tanto el año pasado como este y la Argentina, con un 49% de inflación y subiendo, es seguida por Sudáfrica con una deuda por habitante de 3.500 Euros y 35% de cesantía. Luego viene Turquía y Colombia.
Gracias por leerme
De nuevo vemos cómo la mayoría de gente se dedica a explicar la mala situación de algunos países pero son incapaces de resolverla. Por suerte, he publicado + de 30 artículos donde se explica cómo revertir esa situación.
4 Comments
Armando Castellano Jr
1 año agoHa estudiado en UMUC, Venezuela, hands down!
No hay forma de describir el desastre, la desorganización, la anarquía, la falta de cultura al servicio, el abuso de la confianza en la buena fe del consumidor indefenso, la cultura de la trampa y la decepción en los negocios, la falta de criterio en la provisión de servicios de calidad. En Venezuela, un minuto telefónico pudiera ser 45 segundos, un kilo, 920 gramos y un mega de datos, 800 Kps, por ejemplo.
Venezuela es un país donde el auto dañado se pone, a la venta usando subterfugios como que la «dueña anterior era una viejita que nunca lo movía más allá de ir de compras», cuando el carro es un verdadero «junk».
En esa misma tonalidad, es costumbre poner a la venta los electrodomésticos o aparatos electrónicos cuando ya no sirven o estan a punto de entrar en un estado de irreparabilidad.
Es un país donde la piratería de marcas registradas se pasea en primera fila. La mayoría de las camisetas de marcas como Nike, Zara, GAP, Adidas, colonias y ropa de Tommy Hilfiger, Calvin Klein, Levi’s o Victoria’s Secret entre muchos otros, son copias desmejoradas que infringen la propiedad intelectual.
Venezuela es un país donde la gasolina puede costar hasta $4 el litro. Sí, cuatro dólares el litro —no el galón. Aún así, nadie garantiza su calidad o que no vaya a afectar el rendimiento del motor.
Es un país en el cual los fabricantes producen productos para pobres y por lo general sin garantía de servicio alguna. Eso quiere decir, productos de altísima pobre calidad. Por citar ejemplos, es posible que compres un auto nuevo y nunca haya repuestos, los mecanicos no conocen el funcionamiento del auto y pues, el comprador queda a la deriva. Deben existir cerca de 70 marcas de autos en el país, que cubren modelos tan disímles entre sí de fabricantes alemanes rusos, chinos, iranies, franceses, brasileños, italianos, español, americanos, japoneses y de Corea. Algo nunca visto en ningún lugar del mundo.
Los pobres se ven forzados a comprar sus ropas hechas de tela que pierde su color rápidamente. Pero además se ven envejecidas velozmente después de cada lavada. Las zapatillas deportivas se deshacen en días, las escobas pierden sus cerdas.
En cuanto a los alimentos, los artículos de mala calidad son los que vienen con precios destinados a los consumidores más vulnerables. Con el «bajo» precio viene una calidad aún más baja: Atún hecho de material sintetico o tela, leche que sabes que no es, café que parece venir mezclado con desechos de madera, o harinas de maíz de procedencia dudosa, de calidad y sabor inferior. Además de sal que no sala los platos o azúcar que no endulza. Cloro que no huele y jabón que no produce espuma.
Es fácil invertir una fortuna en un centro universitario privado y que tus calificaciones y grados no sean reconocidos por universidades más grandes, por lo que es posible que comiences tus estudios de nuevo en algún punto para complacer sus exigencias. La razón? Nadie la sabe, solo es su derecho a contribuir con la anarquía que gobierna el país.
Ellos la llaman «autonomia» dentro de un Estado de Derecho que no funciona.
Esa es la cultura de empresarios privados, importadores de productos deficientes desde la China y fabricantes locales; pero también los importadores que contrata el gobierno.
Es una carnicería por ganar dinero a toda costa y donde todos son bienvenidos a participar.
La seguridad jurídica —o falta de ella, hace que la actividad económica esté a merced de algún sobrevenido o de algun afectado. Si alguien se «enamoró» de ti o de tu servicio, pudieras ser blanco de ataques de parte de ciudadanos que trabajan como autoridad para el gobierno centralizado, o del sistema policial o cualquier alcalde o funcionario local que necesita que le compartas parte de tus bienes.
Pero eso no garantiza que el muy organizado sistema hamponil venga a cobrarte su parte, en lo que ellos llaman proteccion; y no porque te defiendan de otros, sino que te defienden de ellos mismos.
No hay forma de darle crédito a lo que escribo y menos si continúo. Es un país con la mayor ignorancia financiera histórica, donde el jueguito de la devaluación asistida del dólar se les fue de las manos a sus promotores privados y al mismísimo gobierno que hoy día no tiene forma de controlar el desastre que ellos permitieron.
Un país quebrado y sin producción que de la noche a la mañana vio liberar entre 7 mil y 9 mil millones de dólares en sus calles y que ahora mismo navegan entre manos y fortunas locales, experimenta una doble inflación con respecto a un dólar que mata los ya heridos bolsillos de sus ciudadanos.
El dólar no solo se aprecia voluntariamente a diario en el mercado local, sino que hay una inflación latente ajena a su fluctuación, y esta es influida por el accionar de los comerciantes que se niegan a prestar cambio en las compras realizadas por los consumidores.
De manera que si llevas un billete de $10 y quieres comprar productos por un valor combinado de $4, tendrás que gastar los restantes seis dólares, ya que el comerciante se niega a darte cambio, porque «no tiene sencillo».
Y si el precio de la moneda de los Estados Unidos cae porcentualmente hoy, los precios de los productos ni se inmutan.
Una nación joven y aparentemente sin remedio Una sociedad repleta de profesores universitarios con poco éxito en sus carreras profesionales que viviendo de su fama de otrora se niegan a investigar o a proponer, y por el contrario, invierten su tiempo repitiendo la misma mentira respecto a las comparaciones de las economías de US y la de Venezuela.
Cuando converso con alguno concluyó pensando que no hay mayor amenaza a la sociedad que un profesor universitario que no investiga y que repite sin pasión el aprendizaje de esquemas que ya hoy no funcionan.
Venezuela es un país sin oportunidades, porque no se puede culpar a un gobierno, como suele hacer todo el mundo, sino que este es parte del problema como todo el resto del país y la aplicación de su criterio económico.
Con seguridad dudo que hoy en el mundo exista una economía más cancérigena que la de Venezuela.
Gustavo Biz
1 año agoEl país con la peor economía no es uno solo, son los países donde el sueldo no alcanza para las necesidades básicas de la población, tal es el caso de Venezuela, actualmente, pero ciertamente habrá muchos países con esta falla alrededor del mundo.
Henyke Huryve Hobaye
1 año agoHola =+= Venezuela es el país de peor economía Planetaria. Le sigue Argentina que se ubicó en el segundo lugar en un ranking de los países más allegados a la pobreza extrema. Esto es de acuerdo a un informe de “Bloomberg Misery Index”.
Tristemente Venezuela, tiene un increíble 8 millones % de inflación. Ocupó el primer lugar tanto el año pasado como este y la Argentina, con un 49% de inflación y subiendo, es seguida por Sudáfrica con una deuda por habitante de 3.500 Euros y 35% de cesantía. Luego viene Turquía y Colombia.
Gracias por leerme
Rubén Torres
1 año agoDe nuevo vemos cómo la mayoría de gente se dedica a explicar la mala situación de algunos países pero son incapaces de resolverla. Por suerte, he publicado + de 30 artículos donde se explica cómo revertir esa situación.
3/11/2022