Actualizado 6 Septiembre 2021, 23:02
Enrique Pérez @Lyzanor
Cualquier rincón puede ser útil para instalar una placa solar. También los nichos de los cementerios. Es el curioso lugar que han elegido distintos ayuntamientos para la colocación de paneles fotovoltaicos. Unos «cementerios solares» que permiten generar cientos de miles de kilovatios hora al año.
La idea de aprovechar los cementerios surge en 2008, cuando el alcalde de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) decidió instalar 752 metros cuadrados de paneles solares en el camposanto municipal. Una iniciativa que ha sido replicada en los años posteriores por distintas ciudades, como la propia capital catalana o recientemente por Parcemasa en Málaga.
38 nichos cubiertos de placas solares en el Parque Cementerio de Málaga
Financiado con fondos de la Unión Europea, el Parque Cementerio de Málaga ha aprobado la instalación de placas solares sobre las cubiertas de 38 de los 212 bloques de unidades de enterramiento en el cementerio San Gabriel. Una instalación con una potencia de 572.858 KW en la que pretenden conseguir un ahorro energético de unos 90.000 euros anuales (datos de 2020, cuando se aprobó el proyecto).
La vida útil de estos paneles es de unos 25 años y con la ayuda de los fondos se espera recuperar la inversión en un periodo inferior a los dos años.
La instalación se ha realizado teniendo en cuenta no dañar los nichos donde se ubican. Sin afectar al derecho de los concesionarios de esos nichos ni dañar la estructura. Al ubicarse en una zona superior, tampoco afectan de manera relevante a la estética del nicho ni molestan en la colocación de ofrendas.
Adicionalmente a las placas solares se ha instalado una red de domótica con WiFi y videovigilancia para proteger los paneles. Esta energía renovable irá a parar a la red eléctrica, pero también se pretende instalar un punto de recarga eléctrica de vehículos en el propio aparcamiento del cementerio. El proyecto cuenta con la colaboración de Parcemasa y la Universidad de Málaga.
Cementerios autosuficientes en Barcelona
Barcelona es una de las ciudades pioneras en España en aprovechar los cementerios para la producción de energía solar. En 2014, el Ayuntamiento anunciaba que el cementerio de Les Corts produciría al menos 74.500 kWh al año, tras invertir 310.000 euros.
No es el único cementerio de la ciudad con este equipamiento, pues el de Montjuïc añadió varios años antes, en 2011, placas solares sobre 8 bloques de nichos próximos al crematorio del cementerio. Un parque solar inicial de 700 metros cuadrados con la promesa de generar anualmente unos 118.000 kilovatios hora.
Un proyecto que se extiende cada vez más
Otras ciudades de la geografía española también han ido progresivamente aprovechando el espacio de los cementerios para la instalación de paneles solares. Unos camposantos que disponen habitualmente de bastante luz directa y al estar en manos municipales, pueden convertirse en lugares de referencia de las distintas iniciativas medioambientales de los ayuntamientos.
El Ayuntamiento de Carlet en Valencia aprovechaba en 2012 los tejados de seis edificios municipales para instalar placas solares, desde el pabellón polideportivo hasta el conservatorio de música, pero también el techo de los nichos del cementerio municipal.
Empresas privadas como Funespaña también han aprovechado los nichos que gestionan para la instalación de placas solares sobre ellos, en cementerios como los de Leganés en Madrid o Catarroja en Valencia.
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoHace muchos años que vengo explicando lo absurdo que es mantener los cementerios, pues en definitiva es un sitio donde cientos de cadáveres esperan a descomponerse. Donde miles de kilos de carne se desaprovecha, algo totalmente antinatural en la cadena trófica de la Naturaleza.
Los muchos alcaldes por no decir todos, ignoran qué son las iniciativas medioambientales. En el momento que apuestan por las placas solares ya demuestran lo poco que saben de ecología, pues deberían saber que para fabricarlas requieren de las llamadas tierras raras, esas que son extremadamente difíciles de reciclar y que al extraerlas de las minas provocan graves daños medioambientales. Y todo para qué, pues en ningún momento explican que dado que han sido subvencionadas por fondos europeos (que no sabemos si habrá que devolverlo de alguna forma) la energía obtenida será para que los usuarios recarguen sus autos eléctricos de forma gratuita.
Por otra parte, en múltiples ocasiones ya he explicado que existen varias formas de producir suficiente energía sin perjudicar a los ecosistemas, pero los descerebrados se obcecan en ignorarlo y siguen jodiendo a la Naturaleza. Olvidando que toda acción responde con una reacción, en este caso siempre será de forma negativa tanto para los humanos como demás especies. Más tarde o más temprano pagaremos todos tantos errores cometidos por los que supuestamente deberían velar por nuestro bienestar.