Gambusia ♂
18 de mayo de 2021
Un pequeño pez que no supera los 6 centímetros está causando auténticos desastres en los ríos españoles. La gambusia o pez mosquito, introducido en España deliberadamente hace un siglo para luchar contra algunas enfermedades transmitidas por los mosquitos, ha terminado propagándose sin control por gran parte del país. Está amenazando a especies de peces de río autóctonos de gran importancia y que solo se encuentran en la Península Ibérica, como el fartet, en peligro de extinción.
La Gambusia holbrooki, también conocida como “pez mosquito” es una especie originaria de la costa este de Estados Unidos, capaz de habitar en aguas dulces, salobres e hipersalinas. Hoy en día está presente en 30 países distribuidos por los cinco continentes, o bien con fines ornamentales, puramente decorativos, o como medida de control frente a mosquitos portadores de ciertas enfermedades.
En el caso de España, esta especie acuática fue introducida en 1921 para combatir el paludismo, una enfermedad, según la OMS, “potencialmente mortal” aunque prevenible y curable, que se transmite a los humanos mediante la picadura de mosquitos infectados.
Aunque España fue declarada libre de paludismo o malaria en 1964 y desde entonces la mayoría de los casos son importados, lo cierto es que esta especie sigue muy presente en casi todas las aguas lentas y cálidas de la Península Ibérica, sobre todo en algunos puntos del país, como el este, suroeste peninsular, costa mediterránea y la cuenca del Ebro.
Esto se debe a que la gambusia, que vive en zonas de aguas lentas, poco profundas y con mucha vegetación, son muy resistentes a entornos degradados y contaminados, por ejemplo, allá donde se han producido vertidos de aguas residuales o hay una baja concentración de oxígeno disuelto. Son situaciones a las que, en cambio, las especies locales no son capaces de adaptarse.
Además, son depredadores muy competidores que se alimentan de larvas de dípteros (moscas, mosquitos), copépodos (pequeños crustáceos) y áfidos (pulgones) que suelen cazar en superficie -de ahí su eficacia contra las plagas, ya que se come la larva antes de que nazca el insecto- y acaban por arrebatar el alimento a las especies autóctonas.
Gambusia ♀
Por otro lado, cuentan con una alta fecundidad, pudiendo tener hasta 15 o 30 crías en cada alumbramiento, una capacidad de reproducción que pueden modular para corregir desequilibrios poblacionales, aumentando la puesta cuando hay déficit o disminuyéndola cuando hay un exceso.
Los cambios en el curso de los ríos ocasionados por la construcción de infraestructuras como las presas, los embalses y otras canalizaciones favorecen la permanencia de estas especies exóticas, ya que viven en zonas hídricas con un caudal poco profundo.
Efectos biológicos
La asentada presencia de esta resistente especie fuera de su hábitat natural es, por tanto, la consecuencia de la “batalla biológica” que se libró en el país y en el resto del mundo a principios del siglo XX para contener una enfermedad parasitaria en un momento en el que alcanzaba una elevada incidencia.
Se decidió entonces priorizar la salud pública por encima de la conservación de los ríos y humedales, así como el estado de las especies autóctonas que en ellos habitaban.
Pero aquellas decisiones tomadas en la lucha antipalúdica en España siguen teniendo consecuencias muy perjudiciales hoy en día para los ecosistemas hidrográficos, especialmente para las especies autóctonas, que quedan desplazadas por la voracidad depredadora y la capacidad de adaptación de las exóticas.
Entre las especies amenazadas por el pez mosquito destaca el fartet o Aphanius iberus, una especie endémica de pez de la Península Ibérica y uno de los vertebrados españoles en mayor peligro de extinción; el salinete o Aphanius baeticus (otro pez que vive sobre todo en la cuenca de Guadalquivir) y el espinoso o Gasterosteus acualeatus. También se han notificado anfibios autóctonos y endémicos perjudicados por la gambusia, al depredar las puestas y los renacuajos de estas especies.
Según se desprende del Catálogo Español de Especies Exóticas invasoras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde se incluye a la gambusia, la avidez de la especie afecta también a las propias condiciones del entorno de los ríos y los humedales, ya que contribuyen a que se generen procesos de eutrofización, lo que implica un aumento de los nutrientes en las aguas dulces de lagos y embalses, provocando un exceso de fitoplancton.
Además, el pez mosquito provoca que se reduzca la cantidad de oxígeno y desaparezcan organismos básicos de la biocenosis (el conjunto de organismos vegetales o animales que viven en un entorno concreto), “produciendo el empobrecimiento de los hábitats acuáticos y pérdida de biodiversidad” y “constituyendo una seria amenaza para la conservación del equilibro de comunidades acuáticas”.
La gambusia está incluida entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
12/03/2023
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoEsta Ana ¿es idiota o analfabeta? Cuando se dice que una especie es autóctona ya sobra dar explicaciones “Está amenazando a especies de peces de río autóctonos de gran importancia y que solo se encuentran en la Península Ibérica, como el fartet, en peligro de extinción”. Ahora bien, si lo que esta chica pretende explicar lo que significa esa palabra para los profanos, pues entonces debería utilizar paréntesis.
Dice que hay gente que los tiene con fines ornamentales, puramente decorativos. Pues el lector/a puede apreciar el poco atractivo que posee estos pececillos. Por lo tanto, dudo que haya gente que los tenga por el simple placer de tenerlos en casa, y que aunque así fuese, no causan ningún daño.
Esta ignorante debería hablar de algo que domine y dejar para los demás estos temas, pues solo consigue quedar en ridículo una y otra vez como todo aquel que se ponga a hablar de lo que no sabe.
Esta niñata dice”acaban por arrebatar el alimento a las especies autóctonas”. Se trata una de las típicas justificaciones de los idiotas. Eso lo he escuchado muchísimas veces porque como estamos rodeados de miles de millones de idiotas. En fin, a mí me resulta sumamente fácil rebatir. Es tan simple que hasta el más tonto/a lo va a entender; me he encontrado cazadores admitiendo que ha matado rapaces porque cazan conejos, perdices, zorzales, etc. y ellos han pagado el coto, la licencia, los cartuchos, etc. y yo les pregunto ¿acaso los demás cazadores no hacen lo mismo y sin embargo no los veis como otra competencia? ¿Acaso vosotros no vais a los súper a comprar alimento pero no os importa robarles el alimento que por derecho les pertenece a los depredadores naturales? Pues con las gambusias ocurre exactamente lo mismo, las especies autóctonas depredan a sus presas al igual que hacen las gambusias. Por poneros unos ejemplos, las truchas, foxinas, barbos, esturión, platijas y algunos más se alimentan de alevines entre otras presas y nadie se queja aunque hacen exactamente lo mismo que las gambusias. Por otra parte, las gambusias tienen muchísimos enemigos. De hecho puedo dar fe de ello. Tenía una piscina llena de gambusias que yo mismo introduje y de vez en cuando me visitaba un Martín pescador que me visitaba para almorzar o para merendar. De vez en cuando fallaba, pero muy pronto lo veía con una gambusia en el pico.
Respecto a que pueden tener de a alevines en cada alumbramiento no es cierto, al menos en la gran experiencia que tengo en su cría
Lo normal son entre 8 y 12 crías dado que en su diminuto vientre no tiene espacio para muchas más.
En cuanto a que la gambusia, depredan las puestas y los renacuajos de las ranas (cosa que lo pongo en duda) hay muchas especies que sí lo hacen y no por ello son demonizadas, pues eso forma parte del ciclo de la vida; comer para ser comido. No he visto ni una sola queja sobre las garzas, serpientes acuáticas, galápagos, serretas, el gato montés, el visón y unos cuantos más se alimentan de ranas o de renacuajos y tampoco son demonizados.
En cuanto a que contribuyen a que se generen procesos de eutrofización, pues aún estoy esperando a que me lo expliquen.