Mendigos de Nueva York durante la pandemia, una bomba de tiempo

Por Ximena Hidalgo-Ayala

Mayo 14, 2020

La gran mayoría de mendigos son ciudadanos estadounidenses, pero también hay latinos de todos los países entre esta población, que prefiere instalarse en lugares concurridos y barrios con ingresos, para obtener más limosnas y sentirse más seguros.

Los desamparados en la ciudad de Nueva York conforman un grupo que, de acuerdo a la información más actualizada, llega a 79.000 personas, antes de la pandemia del Covid-19, sin embargo el cierre de los negocios ha incrementado el desempleo y este grave problema de personas sin hogar puede crecer.

La pandemia del coronavirus en Nueva York inicialmente se agravó por la incapacidad para identificar a las personas infectadas durante esos primeros días, que fueron cruciales, cuando el virus se estaba propagando.

Los expertos estiman que más de diez mil casos prevalecieron en la ciudad de Nueva York en febrero, antes de que se descubriera el primer caso el 1 de marzo.

Si se permite la exposición pública permanente de los mendigos en la ciudad de Nueva York, se permite la posibilidad de que la pandemia se reactive. Mientras no se maneje eficientemente el tema de los mendigos en la ciudad, no se podrá vencer al coronavirus.

El asunto de mendigos y desamparados en la ciudad es bastante complejo, pero dentro del panorama actual es un asunto critico y clave en la lucha contra el virus, sin duda los mendigos conforman un grupo de alto riesgo, que no se puede monitorear fácilmente por su movilidad, porque no tienen una dirección estable y a pesar de los esfuerzos de las autoridades, especialmente desde que inició la limpieza diaria de los trenes de la ciudad hace poco más de una semana.

Esta población difícilmente puede acatar las medidas de contención de la pandemia, como no salir de casa, lavarse las manos frecuentemente, mantener el distanciamiento social, que son los tres requisitos básicos en la lucha contra el coronavirus.

A pesar de que a muchos mendigos ya se les ve con mascarillas, en general las medidas de prevención son prácticamente imposibles de cumplir para ellos. La ciudad debe concentrarse en expandir sus programa de pruebas de coronavirus entre los mendigos, eso es clave.

Desde hace mucho tiempo los neoyorquinos se han acostumbrado a su presencia, concentrada principalmente en las estaciones de tren, sus alrededores y dentro de los trenes y autobuses de la ciudad, donde a través de este medio hemos reportado con gráficas su presencia, cargando dentro de los buses grandes bolsas de basura, en la cual buscan latas, botellas plásticas y otro materiales reciclables, que es fácil de canjear por dinero en máquinas colocadas en los supermercados.

Mendigos de Nueva York: Una dolorosa paradoja

En los últimos años, la falta de vivienda en la ciudad de Nueva York ha provocando un acelerado incremento de mendicidad en las calles de una de las metrópolis más ricas del planeta.

Los mendigos según investigaciones de los medios, no buscan ayuda de emergencia, -disponible gratuitamente-, en los hospitales, se mantienen en los espacios públicos y no todos, pero muchos buscan refugio para pasar la noche, en lugares de alta concentración, muchos de ellos padecen condiciones mentales, no tienen cobertura de salud, tienen problemas de alcoholismo, drogadicción, dependencia de opioides, algunos tienen récord criminal.

En febrero del 2017 el alcalde anunció el plan Home-Stat y durante la pandemia se han desplegado esfuerzos extra, sin embargo esta situación debe ser abordada por toda la comunidad, que no está consciente sobre la importancia de parar y erradicar por el momento, toda presencia de los mendigos en lugares públicos.

Muchos cayeron en el problema porque perdido el trabajo y la vivienda, que en Nueva York es un tema crucial y por la crisis económica el panorama no es nada alentador, a pesar de medidas como la suspensión de desalojos, la ayuda en alimentos, etc., etc. la ciudad debe prepararse para lo que viene.

Después de que las auditorías del Contralor Scott Stringer revelaron condiciones físicas peligrosas y deterioradas en muchos refugios para personas sin hogar, la alcaldía formó una unidad de respuesta rápida para acelerar la reparación de tales condiciones y desde que inició la administración del Alcalde De Blasio, se han realizado varias iniciativas dirigidas a solucionar el problema.

La ciudad paga un aproximado de $174 la noche en un hotel, para dar albergue temporal a los mendigos y el alcalde anunció varias acciones para remover a más de 2.500 mendigos de los albergues que son focos de contagio, pero al removerlos no se mantienen aislados, si no que continúan saliendo a las calles.

A finales del 2015 nombró Comisionado del Departamento de Servicios Humanos a Steven Banks, quien se mantiene en el cargo y ha estado activo en esta crisis, en la cual el gobierno de la ciudad entre otras cosas ha colocado a los mendigos en los hoteles vacíos por la falta de turistas, a fin de aislarlos y de sacarlos de los albergues infectados, ya que como reportó el New York Times a mediados de abril, hubo veintitrés muertos por coronavirus en los albergues para mendigos de la ciudad y 371 personas de esos albergues para esa fecha dieron positivo al coronavirus.

Desde el 2014 ha aumentado la población de desamparados en la ciudad de sesenta mil a setenta y nueve mil mendigos y desde hace seis años el presupuesto destinado a los mendigos de la ciudad ha aumentado hasta llegar a $3.2 billones de dólares

Este tema no se trata de falta de caridad, compasión, solidaridad, si no estrictamente de salubridad, un tema muy discutido con anterioridad a la pandemia, pero en medio de esta, los mendigos realmente exponen a toda la ciudad a permanecer en condiciones de aislamiento y potencial peligro para todos. Después del cierre de los trenes para limpieza, realizamos este reportaje gráfico en diez cuadras de Broadway, en Manhattan, desde la calle 72, de lo que compartimos estas gráficas captadas en estos días.

Los mendigos continúan en el sistema de transporte y continúan en las calles, donde se ven mendigos jóvenes, muchos con mascotas.

Por la condiciones antihigiénicas, la exposición permanente a la interacción con el público, los mendigos son una de las poblaciones más vulnerables durante la pandemia y al mismo tiempo son una de las que más fácilmente puede propagar el virus.

Los mendigos han habitado fundamentalmente en las terminales de trenes, Gran Central, Penn Station, Port Authority y en todas las estaciones de tren de la ciudad, dentro y fuera, particularmente en las que tienen entradas en parques, que es donde más interacción tienen con las personas.

Los mendigos tienen un calendario diario de actividades, que incluye el asistir a las iglesias para obtener alimentos, para ello se transportan en el sistema público o acampan en parques cercanos. Van al desayuno a una iglesia, al almuerzo a otra, por comestibles enlatados a otra y así se mantienen permanentemente.

Mendigos de Nueva York continúan siendo un reto para la ciudad

Autoridades despliegan estrategias y mantienen la lucha para disminuir el problema.

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8/09/2021