Las aletas de tiburón
Cuando la gente elige como medio de vida la explotación de los recursos naturales se expone a que si se hace de forma inadecuada, se agotan. Por lo tanto los pescadores deben pagar las consecuencias de su codicia. Esa gente no ha querido respetar a la Naturaleza, por tanto no comprendo que se les deba compensar la mala gestión que han hecho durante muchos años. Son criminales de billones de peces y de otros animales.
El sentido común nos dicta que debemos premiar a los que hacen un buen trabajo, a los que sobresalen por sus estudios, buenos inventos, deportes, etc. pero es de necio premiar a los terroristas, vándalos, a los vagos, a los que actúan de forma incívica, a los que atentan contra la naturaleza, a los asesinos, ladrones, etc. Por lo expuesto, el presidente Iván Duque debería dimitir ¡ya!
Este señor dice que el tiburón ocupa el máximo eslabón en la cadena, pero no es cierto, somos nosotros. Si nos da la gana, podemos aniquilarlos a todos los tiburones en poco tiempo. Ellos a nosotros les es imposible. Por lo que jamás ha existido un ser más destructivo que nosotros.
Discrepo de esta frase que dijo: La naturaleza no necesita de nosotros, pero los humanos sí necesitamos de la naturaleza. Unos siglos atrás hubiese compartido esa opinión, pero actualmente es tal la magnitud de desastres ecológicos que los humanos hemos causado a la naturaleza, que solo nosotros podemos solucionar una pequeña parte los daños ocasionados. Son tantas las especies en vía de extinción que si desapareciéramos, ellas también lo harían, las millones de toneladas de plástico que hemos dejado si no lo retiramos morirían miles de especies, en fin, la lista es muy larga.
Si realmente se pretende proteger a los escualos, lo primero que se debe hacer es sancionar a cualquiera que los pesque o que lo comercialice. Creo que 500 € por kilo de tiburón es bastante disuasorio. Pero a los restaurantes o cualquier otro puesto que lo sirvan cocinado, la multa será de 300 € por plato servido. Para ello, se harán pasar por clientes a miles de personas repartidos por todo el mundo donde lo tengan en el menú, por cada denuncia que hagan se les gratificará con el 75 % de la multa. También se debe desplegar a cientos de personas que se pasearán por los mercados y lonjas de pescado para revisar lo que descargan los barcos. También a ellos se les gratificará con el 75 % de las sanciones. Si son varias las denuncias hacia la misma persona en el mismo día, la gratificación será para el primero que la presente por correo electrónico.
Con esto se pretende llevar a la ruina a todo aquel que tenga indiferencia por la extinción de los tiburones a pesar de ser avisado de las consecuencias. Este método podría solucionar prácticamente cualquier problema social o medioambiental. Tan solo hay que cambiar las cantidades dependiendo de la gravedad del problema causado.
2/02/2021