Investigadores rusos querían crear una pistola completamente silenciosa para asesinatos, y en el proceso idearon una solución absurda pero ingeniosa.

Tiene un alcance de cincuenta metros, y está diseñada para usar cartuchos especiales sin pestaña de 7,62-42 mm.

Esta pistola tiene un sistema de «pistón cautivo», por lo que el único ruido que produce al disparar es el sonido del gatillo. Incluso ese chirrido que oímos en las películas (el «pew») es más fuerte que el disparo de esta arma.

El sistema de pistón cautivo funciona así: dentro del cartucho, detrás de la bala, hay un pequeño sello. Cuando se dispara la pistola, este sello empuja la bala hacia afuera y cuando llega a la punta del cartucho, se detiene porque es más ancho que la boca del cartucho, previniendo así que los gases escapen.

Al prevenir que los gases escapen, se elimina el destello de la explosión que saldría del cañón, lo que hace que esta arma sea sigilosa y muy efectiva. También se puede usar para práctica de tiro sin tapones para oídos.

El único peligro real es que el sello escape con la bala o se rompa después de disparar, lo que podría causar daño a quien la esté manipulando. Es bueno entonces evitar sostener una de estas justo después de haber disparado. Los cartuchos OTs-38 tampoco se pueden reciclar.

En resumen, esta es una tecnología muy interesante, que apareció en un tiempo turbulento de nuestra historia.

NOTA DEL TRADUCTOR: Encontré esta imagen en este sitio, que ilustra lo que sucede dentro del cartucho OTs-38… Muy ingenioso, ¿no?

A la izquierda, el cartucho con la bala y el «sello», antes de disparar. A la derecha, el cartucho disparado, sin la bala, con el «sello» sellando la salida de los gases expandidos.

7/06/2024