La inoculación masiva de las vacunas de Pfizer y Moderna puede ser una catástrofe
El conocido y prestigioso biólogo molecular, virólogo, inmunólogo y patólogo estadounidense Robert Malone advirtió públicamente el pasado 11 de junio durante una reunión organizada por el también biólogo Bret Weinstein que las vacunas ARNm –las de Pfizer y Moderna– tienen innumerables riesgos y efectos secundarios al tratarse de terapias génicas y que había informado debidamente de ello a la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por las siglas de Food and Drug Administration). Y estamos hablando de uno de los principales autores e impulsores del estudio en el que se describió por primera vez cómo la expresión de proteínas ajenas en una célula puede lograrse introduciendo en ellas ADN o ARN empaquetado en liposomas; de hecho se considera la primera publicación científica sobre los principios básicos de las vacunas ARNm.
Ese temor lo dio a conocer en una conversación de 3 horas que mantuvo en el llamado Dark Horse Podcast con el ya citado Weinstein y el empresario tecnológico Steve Kirsch. Y entre las muchas cosas que allí se comentaron estuvo la advertencia hecha por el virólogo Geert Vanden Bossche-vacunólogo que ha trabajado con GSK Biologicals, Novartis Vaccines, Solvay Biologicals, la Fundación Bill y Melinda Gates y la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización- de que la inoculación masiva de vacunar ARN podría producir variantes cada vez más transmisibles y potencialmente más mortales. Vanden Bossche se lo advirtió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante un informe de 12 páginas en el que la vacunación en masa con ARNm podía convertirse en <<un monstruo incontrolable>>.
En la reunión se denunció igualmente la falsedad de la afirmación de que la proteína de pico o espiga que llevan esas vacunas se queda en el hombro en el que se inyecta y que no es biológicamente activa cuando los reguladores de todo el mundo tienen pruebas de estudios que demuestran lo contrario. No se quedan en el músculo deltoides sino que circulan por todo el cuerpo y se acumulan en la médula ósea, el bazo, el hígado, las glándulas suprarrenales, los ganglios linfáticos y, sobre todo, en los ovarios (no así en los testículos) pudiendo provocar-entre otras muchas patologías- trombocitopenia (déficit de plaquetas), leucemias, linfomas, problemas autoinmunes y muertes.
Se criticaron asimismo los confinamientos y se advirtió también que si bien la vacunación masiva mundial podría disminuir el número de casos, hospitalizaciones y muertes a corto plazo, luego inducirá la creación de más mutaciones preocupantes que llevarán a las empresas fabricantes a crear nuevas vacunas que, de nuevo producirán variantes cada vez más transmisibles y mortales. Hasta llegar a una pandemia real incontrolable.
Fuente; Revista Discovery Salud. Número 251 – Septiembre 2021
27/09/2021