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Ocas, patos y gansos se ven sometidos a alimentación forzada para obtener este producto de lujo. Grupos y partidos animalistas buscan limitar esta práctica, prohibida en casi una veintena de países.
Una oca sufre el proceso de alimentación forzada en una granja española. Imagen Cedida / Igualdad Animal
Adhik Arrilucea
Madrid-04/05/2025
El foie gras –que en francés significa «hígado graso»– es uno de los productos más exquisitos de la alta cocina, pero su obtención requiere de una de las prácticas más crueles sobre los animales: sobre los animales: la alimentación forzada. La producción de este alimento está explícitamente prohibida en 14 Estados, según afirma a Público Anna Mulá, gerente de incidencia legislativa de Igualdad Animal. Pero España no es uno de ellos. De hecho, es uno de los únicos cinco países de Europa, junto a Francia, Bulgaria, Bélgica y Hungría, que todavía producen esta pasta de hígado. «Bélgica es un país productor, pero se prohibió en Flandes y en la ciudad de Bruselas», matiza Mulá.
Entre los países que tienen expresamente prohibida la alimentación forzosa, debido a la controversia relativa a la crueldad inherente a su producción, hay ocho de la UE: Austria, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Italia, Luxemburgo, Polonia y República Checa. La prohibición también está vigente en Argentina, Israel, Turquía, Noruega, Suiza y Reino Unido.
Por otro lado, Igualdad Animal señala que la India vetó su importación en 2014 y el rey de Reino Unido, Carlos III, dio la misma orden dentro de sus palacios en noviembre de 2022. En el caso de EEUU, la ciudad de Nueva York comparte esta misma medida, mientras que el estado federal de California prohíbe su producción desde 2004. Sin embargo, la compra individual sí está permitida.
Para obtener este producto, ocas, patos y gansos son sometidos a alimentación forzada. A través de una sonda, es decir, un largo tubo metálico que atraviesa sus gargantas, se les introduce el alimento para engordar su hígado. Según explica Carmen Méndez, presidenta de la Asociación Defensa Derechos Animales (ADDA), este órgano se vuelve amarillento porque «es un hígado enfermo».
Desde PACMA lamentan que España continúe con la elaboración de este producto. «Aunque la producción de foie es limitada en volumen, su valor comercial y simbólico es utilizado como argumento para mantener la práctica», expresa a Público la portavoz nacional de la formación, Yolanda Morales. «Los animales y su bienestar siguen estando subordinados a intereses políticos y económicos en nuestro país», critica.
La Fundación Igualdad Animal sostiene que la Asociación Interprofesional de las Palmípedas Grasas (Interpalm) omite esta información al comercializar sus productos, lo cual consideran una práctica desleal que induce a error y distorsiona las decisiones de compra de los consumidores. Por este motivo, la organización ha presentado recientemente una denuncia ante el Ministerio de Consumo contra la patronal por publicidad engañosa.
Igualdad Animal afirma que «la presentación del foie gras no resulta clara sobre el origen y método de obtención o producción«, lo que induciría a error y contravendría el artículo 4.1 del Real Decreto 1334/1999, por el que se aprueba la Norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios.
La fundación animalista se basa en leyes y directivas europeas relativas a la publicidad y las prácticas desleales para presentar su denuncia. De este modo, piden iniciar un expediente sancionador que califique las prácticas de la asociación de productores como infracciones graves, «sancionables con multas de hasta 100.000 euros«. Fuentes de Consumo han confirmado a Público que han recibido la denuncia de Igualdad Animal y estudian actualmente el caso. Este medio se ha puesto en contacto con Interpalm, que se ha negado a ofrecer su versión.
Una normativa europea que promueve la tortura animal
Según explica a este diario Javier Moreno, representante de Igualdad Animal, para que la pasta de hígado sea considerada foie gras y no otro derivado graso como el paté, el producto debe cumplir con unos requisitos que vienen asignados desde Europa. A través del Reglamento 543/2008 del 16 de junio de 2008, la Comisión Europea define este producto como «el hígado de la oca o de patos de las especies Cairina muschata o Cairina muschata x Anas platyrhynchos que hayan sido cebados de tal manera que se produzca una hipertrofia celular adiposa del hígado«.
El mismo texto establece que los hígados de pato «tendrán un peso neto mínimo de 300 gramos«, mientras que los de oca deberán ser de al menos 400 gramos. Los animalistas explican que la única manera de alcanzar estas cifras es mediante la alimentación forzada. Por esta razón, Igualdad Animal presiona también en Europa para eliminar estos criterios.
De hecho, la organización lleva años luchando para tratar de limitar y, en última instancia, acabar definitivamente con la alimentación forzada relativa a la elaboración de foie gras. Así, el pasado mes de octubre entregó en el Congreso de los Diputados más de 100.000 firmas de ciudadanos que exigen la prohibición de esta práctica en el país.
Con este antecedente, el Grupo Parlamentario Sumar presentó en diciembre varias preguntas parlamentarias para tratar de limitar estas prácticas. Sin embargo, el ala socialista del Gobierno respondió que no se iban a tomar «medidas legislativas adicionales».
Fuentes de Verdes Equo informan a este diario que no ha habido avances desde entonces, pero la formación, a través de la coalición Sumar, mantiene su postura en la que insta al Gobierno a prohibir la alimentación forzada de las aves de corral. «La tortura que sufren los patos y gansos usados para producir foie gras es inadmisible», denunciaba en un comunicado Mar González, coportavoz del partido.
Por su parte, Morales considera la respuesta del Ejecutivo «profundamente decepcionante, pero poco sorprendente«. La portavoz nacional de PACMA subraya que «el PSOE ya ha demostrado en varias ocasiones ser indolente ante el maltrato animal y arrimarse al mejor postor. Un partido sin escrúpulos en este sentido, dañino en tanto que se muestra de perfil con todo lo que tiene que ver con los animales para evitar perder apoyo y votos».
La última novedad en esta materia viene de parte de Izquierda Unida (IU), que el pasado 21 de marzo registró una proposición no de ley (PNL) para que el Congreso inste al Gobierno a prohibir «la alimentación forzada en la producción de foie gras» y a fomentar la transición hacia métodos «alternativos y sistemas de alimentación natural«. Igualdad Animal celebra este movimiento y, según valora Javier Moreno, desde la organización se mantienen expectantes ante el futuro desarrollo de esta iniciativa.
Los partidos y las organizaciones animalistas consideran que los grupos de presión de la ganadería intensiva ejercen un control significativo para mantener la elaboración de foie gras en España. En un contexto en el que su prohibición en el país parece lejana, desde Igualdad Animal esperan que la transparencia en cuanto a los crueles métodos que se requieren para obtener el foie conciencien a la ciudadanía para dejar de consumirlo y contribuir, aunque sea de manera paulatina, al fin de su producción.
5/07/2025
1 Comment
Rubén Torres
1 día agoCualquier grupo animalista, ecologista etc. que intente convencer a los políticos de que cambien alguna ley, por norma general está condenado al fracaso. ¿Por qué? Pues porque la historia está repleta de ejemplos, y las que se lograron no fueron cambiadas de inmediato ni se hizo rápidamente. Muchos cambios se lograron a base de muchas manifestaciones, represiones por parte del Estado, ejecuciones, encarcelamientos masivos e incluso, se asesinó a muchos protestantes por quejarse ante su gobierno. Así pues, cualquiera que intente hacer cambiar de opinión a un partido político tendrá más posibilidades si no recurre a la diplomacia. (Ver los artículos sobre David contra Goliat).
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