¿Existen componentes tóxicos no declarados en las vacunas Covid?

UNA INICIATIVA INESPERADA

Hay quienes sin embargo sí dan verosimilitud a la convicción del doctor Campra. Es el caso del coronel Carlos Martínez-Vara de Rey Novales, Jefe de la Sección de Altos Estudios de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS) -entidad integrada en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN)- quien pidió formalmente por escrito a finales de noviembre pasado que la «vacunación» para la Covid-19 «se suspendiera de inmediato en las Fuerzas Armadas así como en el resto de la población» alegando la peligrosidad de las vacunas. Y es que entre las razones alegadas menciona en primer lugar la posible presencia en ellas de grafeno citando expresamente el segundo informe de Pablo Campra. Además recuerda que, al margen de ello, está constatado que son muchas «las reacciones adversas graves, muy graves y letales» notificadas sobre las vacunas citando expresamente las siguientes: infartos, miocarditis, pericarditis, trastornos de la coagulación/vasculares, trastornos del sistema respiratorio, trastornos del sistema reproductor, trastornos inmunitarios, trastornos renales, trastornos hepáticos, cáncer, etc.

A continuación indica que «no es menos preocupante» el estudio realizado por el Dr. Sergio J. Pérez Olivero quien en un informe emitido el pasado 24 de noviembre -titulado Estudio de la pandemia. Análisis científico independiente- concluye que «estas vacunas debilitan el sistema inmunotógico porque la proteína S, entre otros efectos negativos, cambia la señalización celular al unirse al receptor ACE2 y eso significa que da instrucciones a la célula para que altere sus funciones, lo que es particularmente grave en las células inmunes ya que las vuelve ineficientes facilitando los procesos inflamatorios y la susceptibilidad a enfermar por cualquier patógeno«. Puede acceder al trabajo íntegro de Sergio J. Pérez en https://vacunacionlibre.org/wp-content /uploads/2021/12/estudio-pandemia-sergio-perez-.pdf (605páginas).

El escrito menciona luego algunos de los trabajos que alertan de la peligrosidad de las «vacunas Covid» -que nuestros lectores habituales ya conocen porque hemos informado ampliamente de ellos- y denuncia que se esté obligando al personal de las Fuerzas Armadas a inocularse al menos una dosis para realizar determinados servicios, embarcarse o ir al extranjero y ello se haga sin la preceptiva prescripción médica, sin proporcionar información detallada de la vacuna y sin el obligado consentimiento informado cuando, además, las vacunas son voluntarias. El coronel recuerda que todo ello es «irregular, se trata de «una medida que no se rige por criterios científicos«, «viola innumerables derechos» y además «promueve la discriminación» y causa a los militares «otros perjuicios» si, apelando a su ética personal, no acatan esa orden. Y agrega que «la situación produce un claro conflicto de obediencia».

PFIZER MEGA QUE SUS VACUNAS CONTENGAN GRAFENO

Cabe agregar que la principal multinacional implicada, Pfizer, respondió el pasado 13 de octubre a un particular que preguntó sobre lo que aquí comentamos diciendo: «Nos ha solicitado información sobre si la vacuna Covid contiene óxido de grafeno y nanotecnología que se activa por impulsos electromagnéticos del 5G debido a los rumores por redes sociales (…) Una revisión de la lista de ingredientes en la ficha técnica del producto muestra que el óxido de grafeno no es parte de la formulación. El óxido de grafeno no está presente en ninguno de los componentes utilizados en Comirnaty. El óxido de grafeno no se utiliza durante la fabricación de la vacuna y el producto final no contiene óxido de grafeno«. Y añade: «Respecto a si la administración de una vacuna frente a la Covid-19 puede hacer que sea magnético/a la respuesta es no (…) Las vacunas para la Covid-19 no contienen componentes que puedan producir un campo electromagnético en el lugar de la inyección. Todas ellas están libres de metales«. En suma, niega todo limitándose a argumentar que si su vacuna llevara grafeno lo habrían declarado.

El Grupo de Trabajo de Medicamentos Biológicos (BWP) de la Agencia Europea del Medicamento asevera también por su parte que el informe del doctor Campra no permite afirmar que haya grafeno en los viales analizados porque hay dudas sobre el origen, trazabilidad y autenticidad de las muestras así como sobre la metodología utilizada. Según alega no está identificada la fuente de las muestras, dos de los viales no estaban sellados, faltaban algunos números de lote, algunos de los citados no existen, no se proporcionan suficientes detalles sobre la forma en que se prepararon las muestras, el estudio no incluyó controles positivos o negativos y ni el estándar de referencia ni los resultados fueron evaluados ni verificados por terceros. Para ese grupo las conclusiones del informe no son pues suficientemente sólidas y asevera que el grafeno no se usa en ninguna de las vacunas aprobadas.

Nosotros debemos añadir que la presencia de grafeno en las vacunas no deja de ser una posibilidad pero remota y otro tanto cabe decir de que sean la causa de la magnetización que sufren muchas personas. Las empresas fabricantes de vacunas y fármacos no se caracterizan precisamente ni por su sinceridad ni por su ética pero en este caso saben que si en sus vacunas se encontrara algo no declarado en la composición el acuerdo de exoneración firmado sería nulo y a eso no creemos que vayan a arriesgarse.

PATENTAN UNA VACUNA PARA LA COVID-19 QUE LLEVA GRAFENO

En suma, todo indicaría que las vacunas masivamente inoculadas no llevan grafeno pero el lector debe saber que sería posible que así hubiera sido. De hecho existe una solicitud de patente para una «nanovacuna nuclear recombinante del coronavirus 2019-nCoV» en cuyo contenido hay óxido de grafeno. La presentó ante la Oficina Central de Propiedad Intelectual de la República Popular China un grupo de investigadores del Centro de Ingeniería Nacional de Shanghai sobre Nanotecnología y Aplicaciones publicándose su admisión a trámite el 15 de enero de 2021 (n° de solicitud 202011031367.1). La solicitud -que está en chino- dice que la vacuna recombinante cuya patente de invención se solicita contiene óxido de grafeno, carnosina, CpG y el nuevo coronavirus RBD explicitando que se refiere al «nuevo receptor proteico del coronavirus nuclear 2019-nCoV». En la patente se explica detalladamente cómo hacer la vacuna y los métodos de preparación y aplicación en experimentos con animales. Y se asevera que el óxido de grafeno es «la columna vertebral» de la vacuna». En suma, su funcionalidad en las vacunas es innegable.

Aclarado esto debemos comentar que en noviembre pasado circuló ampliamente por las redes sociales un vídeo elaborado por el conocido médico español Luis Miguel Benito de Benito en el que éste da cuenta de algo que le sorprendió. Según explica durante el verano pasó consulta en un edificio de la sierra madrileña ubicado en medio de una arboleda en el que cuando iba -a partir de las 15:00- no había nadie, ni siquiera personal administrativo; solo, de forma ocasional, una ambulancia del SUMA aparcada en el servicio de Urgencias. En ella atendería a una persona cada 20 minutos ya que debido a las «medidas Covid» los pacientes acudían solos.

Pues bien, antes de comenzar cada consulta el doctor comprobaba con el bluetooth de su móvil que no aparecía ningún dispositivo disponible con el que conectar pero sí en cuanto se acercaba el paciente. Bastaba que estuviera a unos veinte metros para que su bluetooth detectara un código MAC (Media Access Control) que, como se sabe, es individual y único para cada dispositivo electrónico Pero no en todos los casos: hubo 25 ocasiones en las que el código no apareció (posteriormente sabría que se trataba de personas que no habían sido vacunadas). Según explica el doctor en esa época intentaba averiguar varias cosas, entre ellas cuántos de sus pacientes estaban vacunados y si habían tenido efectos adversos así que se lo preguntó directamente a los 137 que atendió y ninguno se negó a responder. Obviamente ignora si le dijeron o no la verdad pero 112 dijeron que se habían vacunado y 25 que no. Ya en consulta pediría a los vacunados que apagaran sus móviles y el código desapareció en 96 casos y no en 16. Los siguió detectando hasta que se fueron del edificio. Códigos que, según comprobó, eran todos diferentes (los anotó en sus fichas).

Pues bien, ante ello el doctor se pregunta en el video si el código no estaría siendo emitido desde el interior de los pacientes en lugar de desde sus móviles (obviamente porque se les hubiera inyectado algo con las vacunas que el bluetooth de su móvil era capaz de detectar). No se le ocurrió otra explicación aunque no aseveró nada y dijo que iba a seguir investigando. También le llamó la atención el hecho de que todos los códigos fueran diferentes teniendo en cuenta que si cada vacuna lleva uno y con un solo vial se inocula a 5 personas alguno debería estar repetido. Duda ésta que se responde por sí sola porque la posibilidad de que fueran a su consulta dos de los pacientes a los que se inoculó la misma vacuna es casi nula. Una entre millones. Es más, ese hecho -un vial, cinco personas- quita fuerza a la posibilidad de que se esté inoculando a la gente nanopartículas que permitan su identificación personal e incluso su geolocalización. La teoría especulativa de que cada nanopartícula podría dar lugar a un «artefacto» -por llamarlo de algún modo- que emita una radiofrecuencia propia al insertarse en el ADN es fantasiosa, al menos hoy.

Agregaremos que para dar explicación a lo que se cuenta en el vídeo el ingeniero en Informática, Máster en Ingeniería del Software, Máster en Ciberseguridad y doctorado en Ingeniería de Fabricación Robótica Industrial Ignacio Díaz Cano escribió -en colaboración con D. Carlos Alonso– un informe en el que se refuta la teoría de que a los vacunados para la Covid-19 les hayan podido inocular un chip con módulo BT que pueda ser detectado y hackeado desde el exterior con un dispositivo móvil. Se trata de un amplio informe técnico imposible de reproducir en este artículo por su extensión en el que se descarta tal supuesto. Según explican las MAC de los móviles son aleatorias -no siempre dan el mismo código- y el módulo BT capaz de transmitir y recibir más pequeño del mundo mide 6×4 milímetros por lo que no puede traspasar el canal de una aguja. Tendría que ser de tamaño nano para que pudiera ser inyectado.

En cuanto a la posibilidad de que el grafeno que pudiera haber en los inyectables se excite con un nanomódulo BT conductor de 5G es igualmente descartable porque necesitaría tener integrado un chip productor de energía y una antena de transmisión de mayor tamaño.

Nosotros entendemos que la explicación podría ser más simple: lo que el doctor Luis Miguel de Benito habría detectado es la frecuencia de la aplicación que la mayoría se baja al móvil para tener en él el código QR que demuestra que está vacunado y ya se usa en aeropuertos y otros lugares de control. Eso explicaría por qué no detectó nada entre los no vacunados y que si hubo 16 vacunados en los que no aparecía señal alguna es bien porque aún no se habían bajado la aplicación, bien porque su móvil no tiene bluetooth, bien porque teniéndolo está apagado.

Terminamos indicando que en el momento de cerrar este número las principales autoridades políticas y sanitarias del mundo, en estrecha colaboración con los grandes medios masivos de desinformación, proponían hacer las vacunas obligatorias así como el llamado «certificado Covid» pero en Europa al menos sería completamente  ilegal porque violaría los tratados internacionales de protección de los derechos humanos. De hecho la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó este mismo año una resolución -la 2361- titulada Vacunas contra la covid-19: consideraciones éticas, jurídicas y prácticas en la que se dice que los estados miembros deben «asegurarse de que los ciudadanos y ciudadanas estén informados de que la vacunación no es obligatoria y de que nadie padezca presiones políticas, sociales u otras para ser vacunado si no desea hacerlo personalmente«. Asimismo les pide «velar para que nadie sea víctima de discriminación por no haber sido vacunado«. En cuanto a los «certificados» o «pasaportes» de vacunación recuerda que solo son admisibles para el propósito acordado: monitorear la eficacia de las vacunas, sus posibles efectos secundarios y los eventos adversos graves.

El problema es que los acuerdos de esa asamblea no son vinculantes, carecen de efectos legales y son solo «recomendaciones».

Jesús García Blanca y José Antonio Campoy

Efectos adversos reconocidos de cada «vacuna Covid»

Comirnaty (Pfizer/BioNTech): dolor en la extremidad, náuseas, hipersensibilidad, insomnio, cefaleas, parálisis facial periférica aguda, artralgias, mialgias, linfadenopatía y anafilaxia.

Vaxzevria (AstraZeneca/Universidad de Oxford): prurito, hipersensibilidad, mareos, náuseas, vómitos, diarrea, cefaleas, somnolencia, trombocitopenia, linfadenopatía, hiperhidrosis, exantema, mialgias, artralgias, anafilaxia, trombosis en combinación con trombocitopenia, casos graves de trombosis en combinación con trombocitopenia que incluye trombosis venosas de los senos venosos cerebrales, trombosis de las venas esplácnicas y trombosis arterial.

Vaccine Janssen (Janssen/Johnson & Johnson): dolor en brazo o pierna, erupción cutánea, estornudos, tos, fiebre, mareos, aturdimiento, labios, cara o garganta hinchados, habón urticarial o erupción, náuseas, vómitos, cambios en el ritmo cardíaco, dificultad respiratoria, sibilancia, dolor de garganta, dolor de espalda, dolor de estómago, dolor de cabeza, dolor articular, dolores musculares, debilidad muscular, sensación de debilidad, sensación de malestar general, temblores, sudoración excesiva, reacción alérgica, urticaria y reacción alérgica grave.

Spikevax (Moderna): erupción cutánea, hipersensibilidad, náuseas, vómitos, cefalea, parálisis facial periférica aguda, mialgia, artralgia, fatiga, escalofríos, fiebre, hinchazón facial y anafilaxia,

Gam-Covid-Vac o Sputnik V (Instituto Gamaleya): escalofríos, fiebre, artralgia, mialgia, astenia, malestar general, dolor de cabeza, edemas, náuseas, dispepsia, disminución del apetito, inflamación de los ganglios linfáticos, reacciones alérgicas y aumento del nivel de las transaminasas hepáticas, la creatinina y la creatina fosfoquinasa, dolor orofaríngeo, congestión nasal, dolor de garganta, rinorrea, dolor de cabeza, mareos, desmayos, náuseas, vómitos y dispepsia.

Cabe añadir que según el 10° Informe de Farmacovigilancia sobre Vacunas Covid-19 de la Agencia Española del Medicamento en España se habían recibido a 14 de noviembre 50.824 notificaciones de eventos adversos –10.091 graves- y 346 muertes. El informe reconoce como «reacciones adversas identificadas» para Comirnaty (Pfizer) y Spikevax (Moderna) miocarditis y pericarditis y para Vaxzevria (AstraZeneca) trombosis de senos venosos cerebrales sin trombocitopenia.

Es más, en VigiBase -base de datos sobre efectos adversos de la OMS– se admitía ya que las «vacunas Covid» habían provocado a mediados de diciembre 121.559 casos de desórdenes psiquiátricos, incluyendo insomnio, ansiedad, confusión, desorientación, alucinaciones, depresión, ataques de pánico, delirios, pesadillas, psicosis aguda y desórdenes y comportamientos psicóticos.

Agregaremos por nuestra parte que a esos efectos adversos deben añadirse los no reconocidos ya que están científicamente documentados en trabajos de investigación publicados. No se quiere hablar de ello pero las vacunas ARN pueden provocar además…

…el boqueo de la sincitina 1 (alterando la formación de la placenta y el normal desarrollo de la gestación).

…el bloqueo de la sincitina 2 (provocando abortos).

…la entrada de ARNm en células endoteliales, vasculares, inmunes y hepáticas y ello dar lugar a microtrombosis en pulmones, corazón, riñón, intestinos y cerebro.

…la interacción del ARNm con la enzima ACE2 (provocando daños en testículos e infertilidad).

…la inhibición o supresión de proteínas antitumorales (pudiendo provocar linfomas y leucemias).

…integrar el ARNm en el ADN humano facilitando mutaciones en la línea germinal e inmunitaria.

…que la homología entre la spike sintética y las proteínas de los retrovirus endógenos humanos (HERV) produzcan mielitis transversa y ELA. Y,

…que la toxicidad de las nanopartículas lipídicas de lugar a alteraciones bioquímicas, alergias, anafilaxis y muerte.

 

Fuente; Revista Discovery Salud. Número 255 – Enero 2022

31/01/2023