Moreno Sanlés Alberto. 5 de junio de 2025
ElDiario.es/ElSolidario: El acoso persistió incluso durante el embarazo de Débora, y ninguna de las instancias internas activadas para prevenir estos casos, como la Unidad de Protección frente al Acoso (UPA) del Ministerio de Defensa, dio una respuesta efectiva.
Dos mujeres militares han denunciado públicamente el acoso sistemático que sufrieron durante años en una unidad del Ejército en Zaragoza, después de que una de ellas denunciara por agresión sexual a un brigada durante un curso en Barcelona.
Sus testimonios, revelados por Artículo 14 y ampliada por elDiario.es, han arrojado algo de luz sobre el ambiente laboral tóxico de la milicia, que terminó afectando gravemente su salud mental.
Los hechos se remontan a 2012, cuando Débora, una de las militares, fue destinada temporalmente a Barcelona para realizar un curso de formación. Durante su estancia, fue agredida sexualmente por un brigada que, pese a contar con una acusación formal por abusos, fue ascendido a subteniente. Finalmente fue condenado a dos años de prisión y una multa de 5.000 euros, aunque únicamente por un delito de abuso de autoridad, pese a que la sentencia reconocía los tocamientos.
Tras su regreso a Zaragoza, Débora comenzó a sufrir un acoso constante por parte de compañeros a raíz de la denuncia. Fue insultada y ridiculizada públicamente, llegando a difundir un anuncio falso presentándola como prostituta. La segunda mujer, Ana, entonces cabo, comenzó a ser acosada tras defender a su compañera.
El silencio institucional
El acoso persistió incluso durante el embarazo de Débora, y ninguna de las instancias internas activadas para prevenir estos casos, como la Unidad de Protección frente al Acoso (UPA) del Ministerio de Defensa, dio una respuesta efectiva. Débora llegó a intentar quitarse la vida.
Finalmente, ambas decidieron abandonar las Fuerzas Armadas. El caso ha reabierto el debate sobre la eficacia de los mecanismos internos del Ejército para proteger a las mujeres militares frente al acoso y las represalias.
Por el momento, el Ministerio de Defensa no ha ofrecido una respuesta oficial sobre los hechos denunciados.
17/06/2025
1 Comment
Rubén Torres
4 años agoEn esta historia se dicen verdades a medias, por lo que uno no puede ser muy objetivo a la hora de dar opiniones.
Resulta que solo se habla de tocamientos, y, sin embargo, lo tachan de agresión sexual.
Por otra parte, los soldados son gente ingrata, de tercera clase, o sea, que no deberían estar entre los vivos. Así pues, todo lo malo que les ocurra será poco. Pues Rubén Torres explica perfectamente que los soldados son criminales en su artículo; Clases de personas; https://tevasaenterar.es/clases-de-personas-2/