El río Bogotá: un sueño posible

Por Cristina Arango Olaya

El esfuerzo que hace la capital y las entidades nacionales para descontaminar el río Bogotá siempre será insuficiente si no logramos cambiar la cultura frente a los vertimientos y a los residuos.

 

2020/11/03

«El río necesita un acuerdo social entre las instituciones y la ciudadanía». Foto: Cortesía

El esfuerzo que hace Bogotá y las entidades nacionales para descontaminar el río Bogotá, a pesar de las inversiones tan altas, siempre será insuficiente si no logramos cambiar la cultura frente a los vertimientos y a los residuos. El río necesita un acuerdo social entre las instituciones y la ciudadanía.

Actuar de manera coordinada entre numerosas entidades de distintos órdenes territoriales, no es la regla general en nuestro país. Las entidades viven cambios frecuentes en sus directores, las normas presupuestales dificultan la ejecución integral de proyectos y el flujo de caja es muy diferente, circunstancias que hacen difícil coordinar las inversiones. No obstante, en este complejo panorama, la sentencia del río Bogotá logró superar los obstáculos y, lo que hace 20 años era un sueño, hoy está muy cerca de ser una realidad: que el río vuelva a vivir.

La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) ha aportado a la solución con obras que se habilitarán en la medida en que las que faltan sean una realidad. Esto incluye los interceptores Fucha-Tunjuelo, Tunjuelo-Canoas, el túnel de emergencia (que inició su ejecución) y la estación elevadora de Canoas (que ya viene avanzando), entre otros. Esperamos que la Planta de Tratamiento de Canoas salga a licitación el próximo año cuando contemos con los diseños definitivos y la licencia ambiental. También, la CAR viene ejecutando la planta de tratamiento de aguas residuales Salitre que entrará en operación en abril de 2021, momento a partir del cual el río Bogotá comenzará a mejorar su calidad en el tramo comprendido entre la calle 80 y la calle 13.

Durante la pandemia se disminuyeron los vertimientos de las industrias asentadas antes del punto de captación de la planta de potabilización Tibitoc y se evidenció una mejora en parámetros asociados con la calidad del agua. Como en el caso del oxígeno disuelto —que permite que exista mayor vida en los cuerpos de agua— el río tuvo una mejoría del 90 por ciento, mientras que la materia orgánica disminuyó 57 por ciento, frente a indicadores previos a la pandemia.

Sin embargo, es doloroso ver los diferentes cuerpos hídricos llenos de basura. La empresa ha retirado alrededor de 160 mil toneladas de desechos en el último año de los canales y el sistema de alcantarillado. La planta de tratamiento de aguas residuales recibe desechos que no deberían tocar ni los ríos, ni los canales, ni los humedales (pañitos (compresas), condones, muebles, entre otros). Es necesario que cambiemos los hábitos y la disposición de basura se haga de manera correcta. De igual forma, la industria debe interiorizar los costos ambientales de su operación y no realizar vertimientos directamente sobre el río.

En la EAAB estamos llevando a cabo nuestra estrategia de modernización sostenible, en la cual el saneamiento del río Bogotá y demás cuerpos de agua de la ciudad es una de nuestras prioridades. Una de las acciones es eliminar 1.500 conexiones erradas, las cuales llevan una alta carga de materia orgánica a los ríos, canales y humedales de la ciudad. Nuestro llamado es también a que los ciudadanos puedan identificar y denunciar estas conexiones improvisadas e ilegales.

El río Bogotá limpio es un sueño posible. De todos depende que lo hagamos realidad. Todos Somos Agua. Las entidades e instituciones venimos haciendo la tarea, es el momento de que los ciudadanos hagamos lo mismo.

*Gerente General Empresa Acueducto y Alcantarillado de Bogotá

Cristina Arango, gerente de Acueducto Bogotá, habla sobre el río Bogotá (semana.com)

13/12/2020