¿Cómo se fijan los precios en el mercado y en qué casos el Estado puede regularlos?
El precio de los productos o servicios variará según exista mucha o poca oferta o demanda, según recuerda Indecopi.
Actualizado el 22 de mayo del 2019. 10:25 AM
Redacción RPP
Los precios de los productos se fijan libremente. | Fuente: Andina
Los precios de productos como el pollo, la leche o el balón de gas, (bombona de butano) entre otros, pueden variar de un día para otro dependiendo de diversos factores, y muchas veces los consumidores se preguntan ¿quién fija estos precios y por qué el Estado no puede evitar que suban?
En primer lugar, es importante saber que los precios de los productos que se ofrecen en el mercado peruano se fijan libremente a través de la competencia entre las empresas, y la ley de la oferta y la demanda.
Es decir, el precio de los productos o servicios variará según exista mucha o poca oferta o demanda, siendo la oferta el número de vendedores que hay en el mercado, y la demanda el número de compradores que existen.
Por ejemplo, si los vendedores ofertan mucha cantidad de un producto, pero hay pocos consumidores que lo quieran comprar, entonces los precios tenderán a bajar. Pero si hay muchos consumidores que desean adquirir un producto y hay poca oferta, los precios pueden aumentar.
¿El Estado puede regular los precios?
En el Perú la legislación prohíbe al Estado, incluyendo al Indecopi, fijar los precios, salvo para las tarifas de los servicios públicos como la telefonía, la luz o el agua.
Una eventual intervención del Estado en los precios podría desmotivar a los empresarios a seguir produciendo, lo que ocasionaría escasez de un producto y la creación de mercados ilegales con precios muy altos, conocidos como “mercados negros”.
En general, los precios deben ser libres para que los consumidores puedan elegir el precio que más les convenga y que los proveedores puedan hacer negocios, compitiendo entre ellos, para captar clientes con ofertas y precios atractivos.
Sin embargo, si se produce un incremento de precios porque dos o más empresas competidoras se pusieron de acuerdo, entonces el Indecopi sí puede sancionar esta conducta, la cual se denomina “concertación de precios”.
En la web www.yalosabes.pe, los ciudadanos podrán conocer más acerca de cómo se fijan los precios en el mercado, así como de otros temas de interés cotidiano, vinculados con las funciones del Indecopi.
1 Comment
Rubén Torres
1 año agoPara acabar con ese problema sería necesario poner un tope en los porcentajes entre el profesional que produce los alimentos o que fabrica las cosas, los intermediarios y el cliente final pague un precio justo por los alimentos y demás cosas creo que con un 12 % sería suficiente. Con ello se consigue acabar con las injusticias que tanto nos afecta a los consumidores. Es decir, en la cadena de gente que va desde el productor hasta el comerciante final nadie se llevará más porcentaje que el anterior.
Para los productores que se les antoje vender sus productos sin intermediarios no podrán tener unas ganancias que superen el 12 %. Por otra parte, como él mismo los produce puede poner el precio que quiera siempre que no supere ese 12 % de ganancia.
Así contra más gente implicada en llevar la mercancía desde el origen hasta el punto final el producto “se encarecerá mucho más”. (Depende si puede beneficiarse de la mano de obra gratuita o no). Pero nunca se verían esos precios tan desproporcionados como ocurre ahora (Ver el precio del melón que se llega a pagar un 483 % más que lo que recibe el agricultor)
Vamos a ver un ej: de cómo sería vender un melón con mi método: Si utilizara mano de obra, fertilizantes y agua gratuita y el combustible se lo fabrica él mismo para transportar la mercancía ya sea con biodiesel o convirtiendo el plástico, cada melón lo podría vender a 0.10 €/kilo.
Si recoge una cosecha de 200 melones con un peso de 3 Kg/u. serían 600 kg = 60 € por no hacer nada.
Evidentemente ese agricultor tendrá otros negocios si quiere ganar mucha más pasta, pero teniendo en cuenta que si se aplica esto a todo los demás negocios, la comida le saldría muy barata, la vivienda, la energía eléctrica y el agua serían gratuitas, al no existir los impuestos, disponer siempre de un crédito, y no tener que pagar seguros de nada, pues el que no tenga mucho dinero sería porque no le apetece.
Conclusión: la gente podría disponer de melones muy económicos, por lo que en vez de comprar uno a la semana o ninguno porque suelen ser caros se llevaría dos o tres. Lo que se traduce que se venderían todos y no se pudrirían tantos por no haberlos vendido. Y esto pasaría igual con todos los demás alimentos y artículos.