El sector de la tauromaquia pide al Gobierno apoyo fiscal para superar la emergencia y además exige que la televisión pública dé visibilidad al mundo taurino con la emisión de corridas y la retransmisión de reportajes.
Un torero, en el momento previo a clavar las banderillas. EFE
Madrid
Actualizado: 05/05/2020 23:17
Alejandro Tena @AlxTena
La paralización de la economía está afectando a todos los sectores. También al mundo de la tauromaquia, que ha enviado un dosier al Ministerio de Cultura, cartera de la que dependen las actividades taurinas, para exigir una serie de demandas que permitan revitalizar una industria vinculada al maltrato animal. De esta forma, la Fundación Toro de Lidia, junto con otras organizaciones, ha remitido al ministro José Manuel Rodríguez Uribes una lista de 37 peticiones específicas que permitan reflotar un sector que antes de la emergencia de la covid-19 ya se encontraba en plena decadencia, en tanto que su actividad en las plazas ha caído un 58% en la última década, según los últimos datos oficiales.
El parón de las actividades derivado del estado de alarma se ha traducido en una estocada letal para las empresas de maltrato hacia el toro, que en marzo calculaban unas pérdidas de 700 millones de euros, según adelantó El Mundo. Ahora, con el inicio de la desescalada, el lobby taurino reclama una serie de medidas económicas, entre las que destaca la «suspensión de las obligaciones de pago a la seguridad social a cargo de los empresarios y trabajadores resultantes del ejercicio 2019» o la reducción del IVA de los espectáculos con toros del 10% al 4%.
Además, la lista de demandas incluye la exención de cargas fiscales para la explotación de plazas de toros, tanto para la tauromaquia como para los espectáculos culturales y de ocio que se puedan celebrar en dichos recintos. No sólo eso, sino que la industria de la tauromaquia reclama que se articule un «fondo extraordinario de ayudas directas a la producción de extensivo de lidia con destino alimentario», así como el impulso de líneas de financiación ICO que garanticen liquidez a los empresarios afectados por el parón de la actividad.
Se trata, en cualquier caso, de una serie de medidas que ya fueron anunciadas a mediados de marzo en una carta confidencial dirigida al ministro Rodríguez Uribes. No en vano, ahora se materializan en este dosier que va más allá de los tradicionales reclamos económicos y exige otra serie de actuaciones gubernamentales destinadas a fomentar la tauromaquia desde las instituciones públicas.
Así, el sector exige al Ejecutivo de coalición que, durante el periodo de confinamiento y ante la ausencia de espectáculos de maltrato al toro, la televisión pública emita una reposición de las «grandes faenas históricas». Además, reclaman que TVE realice reportajes de divulgación que ofrezcan una visión de la tauromaquia desde la perspectiva «socio-medioambiental». No sólo eso, sino que la industria reivindican que se incorporen contenidos taurinos en todos los medios de comunicación públicos nacionales y se promueva «la inclusión de información taurina relevante en los espacios de noticias».
«Exigimos el cumplimiento efectivo del Manual de Estilo de RTVE sin censura para la tauromaquia», reclaman las organizaciones del sector en el documento enviado al Ministerio de Cultura. Además, los empresarios y organizaciones de trabajadores de la industria piden que los medios de comunicación especializados en festejos con toros sean «destinatarios de campañas de publicidad institucional» y disfruten de medidas de apoyo.
Asimismo, los grupos a favor del maltrato al toro en las plazas, ponen de manifiesto sus necesidades a la hora de abordar un plan de reactivación tras la desescalada. Éste pasa, en primer lugar, por el impulso de campañas de comunicación que informen sobre la vuelta de la actividad en las plazas, las cuales, según el dosier, requieren de un plan de acceso específico que garantice el distanciamiento interpersonal.
Por último, la decena de organizaciones empresariales del sector que firman el documento, aprovechan la coyuntura de crisis para reclamar al Gobierno la creación de un grado de Formación Profesional sobre prácticas taurinas y ganaderas, así como la flexibilización de las autorizaciones de los festejos relacionados con la tauromaquia.
¿Una oportunidad histórica?
El hecho de que los reclamos del sector sobrepasen la frontera de las ayudas económicas podría tener que ver con la suerte de declive que experimenta el sector taurino desde hace años en España. «Ellos son conscientes de que las generaciones más jóvenes no están tan interesadas en la tauromaquia, porque hay una sensibilidad diferente hacia la naturaleza. El sector percibe que se están quedando en el pasado y están buscando mecanismos para intentar atrapar a otros públicos», explica a Público Marta Tafalla, profesora de Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona especializada en ética y estética animalista.
Para Tafalla resulta igual de llamativo como «absurdo» que se pueda esperar que una «televisión pública promocione los valores de la crueldad, la violencia y el dominio de la tauromaquia», sobre todo en una situación como la actual, donde se precisan «otros valores de ayuda, apoyo y cooperación».
«Que tengamos que seguir soportando la tauromaquia es un problema, pero que se intente vender como contenido educativo es un insulto, no solo hacia la sociedad, sino hacia todos los organismos internacionales que instan a España a alejar la tauromaquia de los menores de edad», expone la presidenta del Partido Animalista-PACMA, Laura Duarte, en relación al reclamo taurino de impulsar un ciclo de formación profesional taurino.
Ante el dilema de rescatar empresas taurinas que puedan dar sustento a cientos de familias, Tafalla advierte de que el camino debe ir orientado a reestructurar esa economía y «ayudar a que esa gente se pueda dedicar a otra cosa» alejada del maltrato hacia los animales. «La ganadería, además, está ya muy subvencionada y eso tiene consecuencias ambientales», expone.
Duarte, desde la perspectiva de la política y el activismo animalista, entiende esta coyuntura como «una oportunidad histórica» para dejar de pagar con dinero público las actividades taurinas. El hecho de que por primera vez no vayamos a ver las principales ferias, como la de abril o la de San Isidro, hace que sea la ocasión perfecta para poner punto y final. Esperemos que no haya un rescate, pero de ningún tipo», zanja.
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoComparto la opinión de Duarte. Pero lo que no ha dicho, ya sea por olvido o porque no está de acuerdo, que hay que fomentar los recortes para mantener esa raza de toro. Y no estaría mal que copiemos los rodeos que hacen los yanquis. Los únicos que salen perjudicados son los concursantes.