La tortuga de Florida, especie exótica invasora

Tortuga de Florida, Trachemys scripta elegans

 

¿De dónde es originaria la tortuga de Florida?

Aunque la tortuga de Florida, de nombre científico Trachemys scripta elegans, se la puede encontrar actualmente en muchos lugares del mundo, a veces tan alejados de sus zonas de origen, como España, Francia o incluso Sudáfrica o Israel, debido principalmente a introducciones por parte del hombre, en realidad, este galápago americano es originario de una zona de los Estados Unidos solamente.

El área de distribución original de Trachemys scripta elegans se limitaba antiguamente a la cuenca del río Mississipi, lo que incluía estados norteamericanos como Florida, de donde ha cogido el nombre popular esta especie de tortuga, pero también Virginia y parte de Colorado.

¿Qué ha pasado con la tortuga de Florida para terminar siendo un problema medioambiental?

La tortuga de Florida ha sido la tortuga más popular como mascota, tal y como lo demuestran las más de 50 millones de exportaciones entre 1989 y 1997, desde los Estados Unidos. En España, la venta de tortugas de Florida se hizo masivamente entre los años 1991 y 1998 aunque el comercio de esta especie de reptil exótico se inició unos cuantos años antes.

El éxito de la tortuga de Florida como mascota fue debido a su pequeño tamaño cuando era vendida en forma de cría, sus relativos fáciles cuidados y su bajo precio.

Sin embargo, la cosa cambiaba con el paso del tiempo, cuando aquella tortuguita terminaba midiendo hasta 30 cm de longitud, a lo que se le sumaba su larga esperanza de vida, que empujaban al propietario, cansado de mantener a una tortuga de grandes dimensiones, muy voraz y a veces hasta agresiva, a abandonarla sin saber las consecuencias de su acto a nivel medioambiental.

Ello supuso la entrada de estos reptiles exóticos en un medio ambiente que no les era propio, problema que fue más grave en lagos, estanques y ríos de las zonas urbanas, donde se liberaron muchos más de estos ejemplares que en zonas más rurales.

En España, fue frecuente la liberación de este galápago americano en el medio natural a partir de los comienzos de la década de los 90 del siglo XX.

La introducción de la tortuga de Florida tuvo como consecuencia en Europa el desplazamiento de las tortugas acuáticas autóctonas debido a que el quelonio americano estaba más acostumbrado a competir con otras especies de tortugas acuáticas que los galápagos de Europa, donde, como mucho coexistían dos especies de estos reptiles, el galápago europeo (Emys orbicularis) y el galápago leproso (Mauremys leprosa).

Ahora el factor comercios de mascotas ya no se puede tener en cuenta al menos a nivel de España porque la comercialización de Trachemys scripta elegans o tortuga de Florida en este país ya ha sido prohibida. Sin embargo, queda un número considerable de estas mascotas en los hogares de toda España, de ahí la necesidad de pedir la concienciación a los propietarios de estos animales exóticos que no las liberen en la naturaleza cuando se cansen de ella.

Existen refugios de animales, algunos de ellos especializados en reptiles, que se hacen cargo de estos animales.

También otras especies de tortugas de agua exóticas han sido observadas en algunos puntos de España, como es el caso de Trachemys scripta scripta o también llamada tortuga de orejas amarilla (hoy en día igual de abundante que la tortuga de Florida en nuestros ríos y lagos), así como ejemplares de PseudemysGraptemys incluso algunas tortugas tan peligrosas como Chelydra serpentina.

¿Por qué la tortuga de Florida es una especie invasora?

Las distintas especies de tortugas acuáticas se ha comprobado compiten por el alimento, por las zonas donde toman el sol o por los sitios de puesta.

En los lugares donde la tortuga de Florida ha sido introducida, se ha observado que ésta consigue controlar los mejores lugares de toma de sol, algo muy perjudicial para los galápagos autóctonos, teniendo en cuenta que las tortugas son animales de sangre fría, por lo que necesitan el calor del medio ambiente para mantenerse activas y activar su metabolismo.

Esta pérdida de la actividad de las tortugas autóctonas debido al entrar en competencia con la tortuga de Florida repercute negativamente en su estado de salud, lo que les produce una pérdida de peso y una mayor mortalidad.

Por otro lado, la tortuga de Florida tiene una ventaja reproductiva respecto a las tortugas de agua dulce europeas por su propia fisiología que la hacen una especie todavía más competitiva cuando entra en contacto con los quelonios indígenas. La especie de tortuga americana invasora alcanza la reproducción sexual mucho antes que los galápagos autóctonos europeos.

Por si todavía las tortugas acuáticas autóctonas tuviesen suficientes factores en contra, Trachemys scripta elegans, mayor en tamaño, suele ser más agresiva que ellas. Esta mayor agresividad es la responsable del control de las mejores zonas de toma de sol o de un mayor control de los recursos alimenticios que el galápago europeo o el galápago leproso.

Se ha comprobado mediante experimentación que los cangrejos de río americanos de la especie Procambarus clarkii pueden atacar y comerse las crías recién nacidas de galápago europeo (Emys orbicularis) pero son incapaces de dar caza a las tortugas de Florida de la misma edad, ya que éstas responden con agresividad al cangrejo intentando morderlo, lo que lo intimida y ahuyenta. Ello supone una desventaja en la supervivencia para las tortugas autóctonas de España y Europa en general en relación con la tortuga de Florida.

¿Qué problemas causa la tortuga de Florida?

Dejando los problemas sanitarios que supone la presencia de este reptil exótico invasor en los cursos de agua españoles y de otros puntos de agua de Europa o del mundo, tales como ser reservorio de salmonelosis, la tortuga de Florida es un auténtico problema a nivel medioambiental.

Además de ser posible causa de introducción de bacterias patógenas, como Aeromonas hydrophilaCitrobacter freundiiPseudomonas sp. y otros microorganismos causantes de enfermedad, este galápago americano es una amenaza para el resto de tortugas de agua dulce allí donde coexisten y la presencia de esta tortuga americana no es la natural.

Amenaza para las otras tortugas acuáticas

La propia coexistencia de la tortuga de Florida con otras especies de tortugas acuáticas, allí donde ésta no es originaria supone una amenaza para ellas a nivel poblacional.

Una de las dos especies de tortugas semiacuáticas o galápagos que tiene España, el galápago europeo, se encuentra a nivel global al borde de la amenaza. Sin embargo, en algunos puntos de España, la situación de esta especie de tortuga de agua es bastante preocupante.

En este sentido, en Galicia (noroeste de España), por ejemplo, es la especie de reptil más amenazada de extinción tal y como lo demuestran los estudios realizados para comprobar su estado poblacional. La presencia de especies exóticas invasoras en sus áreas de presencia es una de las principales causas de amenaza de este quelonio semiacuático, junto con la destrucción de su hábitat natural.

En la Comunidad de Madrid (centro de España), el galápago europeo está catalogado como especie “En Peligro de Extinción».

En Navarra (norte de España), el galápago europeo es una especie estrictamente protegida incluida en el catálogo de especies amenazadas de Navarra como «Sensible a la alteración de su hábitat», que es la segunda categoría de protección, a la que ya le sigue la categoría «En peligro de extinción».

En el Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España, se cataloga a las poblaciones de Levante y Valle del Ebro (zona este de España) como «En Peligro Crítico».

En Andalucía, las poblaciones se concentran sobre todo en la costa occidental de las provincias de Huelva y Cádiz y en el norte de las provincias de Jaén y de Córdoba. Es tenido por escaso en Sevilla, aparece de forma aislada en Málaga y está prácticamente ausente de Granada y Almería.

El galápago leproso (Mauremys leprosa) es la segunda especie de tortuga de agua que se puede encontrar en España. Aunque está especie de tortuga de distribución no se encuentra tan amenazada como el galápago europeo, en el Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España, editado en 2002, se propone su inclusión en la categoría “Vulnerable” (VU), que recoge aquellas especies, que aunque no estén incluidas en las categorías de “En peligro” (EN), o” En peligro crítico” (CR), se enfrentan a un alto riesgo de extinción en estado silvestre en el futuro inmediato por culpa de distintos factores que afectan negativamente a la supervivencia de sus poblaciones salvajes.

Galápago europeo, Emys orbicularis

Medidas para solucionar el problema de la Tortuga de Florida

A nivel legal, se ha optado por impedir la comercialización de esta tortuga exótica americana, primero prohibiendo la importación de ejemplares de tortuga de Florida a territorio español, y después, incluyendo a todas las subespecies de Trachemys scripta en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, así como también quedan incluidas en este catálogo las cuatro subespecies de Tortuga pintada Chrysemys picta (pictabellidorsalis y marginata).

A nivel personal, se recomienda que todos los propietarios que poseen una de estas tortugas de agua dulce como mascota que no la liberen al entorno natural si se quieren deshacerse de ella, sino que la entreguen a algún centro especializado en la conservación de animales salvajes. Existen refugios de animales, algunos de ellos especializados en reptiles, como los CREA de cada provincia (centro de recuperación de especies amenazadas), que se hacen cargo de estos animales.

Los biólogos ejercen campañas de erradicación para controlar a la tortuga de Florida, ya que se recomienda su eliminación de los entornos naturales, por el riesgo de amenaza que el establecimiento de sus poblaciones supone para la fauna autóctona, sobre todo para las especies de galápagos ibéricos.

http://www.saht.es/8-web/15-la-tortuga-de-florida-especie-exotica-invasora

4/01/2021