Droga psicodélica

Un estudio ha analizado las ondas cerebrales en 13 voluntarios bajo los efectos del DMT, compuesto alucinógeno presente en la bebida de ayahuasca

Dibujo hecho por un participante del estudio de sus visiones durante la experiencia. (Chris Timmermann, Imperial College London)

 Leyre Flamarique

Madrid

Actualizado a 19/11/2019

 

La ayahuasca es una bebida con propiedades psicodélicas obtenida por la cocción de plantas de la selva amazónica. Tradicional de los pueblos indígenas de Sudamérica y tomada muchas veces en ceremonias, este preparado se asocia con visiones muy vívidas.

La sustancia que está detrás de las alucinaciones es el DMT (N,N-dimetiltriptamina). Conocido popularmente como “molécula de Dios”, se trata uno de los compuestos psicoactivos más potentes que existen. Es capaz de producir experiencias que, en intensidad, superan las asociadas con las dosis estándar de la mayoría de los psicodélicos administrados por vía oral y, de hecho, de la mayoría de las otras categorías de drogas.

Un equipo de investigadores ha “entrado” en el cerebro para entender cómo tomar DMT afecta la conciencia humana al alterar significativamente la actividad eléctrica del órgano. El estudio, publicado hoy en Scientific Reports , es el primero en mostrar los cambios en las ondas cerebrales producidos por el potente psicodélico durante la vigilia y podría ayudar a explicar el porqué de las intensas imágenes y experiencias inmersivas de “soñar despierto”.

Resultado final de un preparado de ayahuasca (Youtube)

“El DMT es un psicodélico particularmente intrigante. La intensidad visual y la profundidad de la inmersión producida por las altas dosis de la sustancia parecen estar en una escala superior a lo que se informa con otros psicodélicos más ampliamente estudiados, como la psilocibina o los ‘hongos mágicos’, dijo en un comunicado el coautor del estudio Robin Carhart-Harris, jefe del Centro de Investigación Psicodélica del Imperial College de Londres.

A dosis altas, la experiencia a menudo se caracteriza por una sensación de entrar en otro mundo o dimensión, aparentemente tan real como el presente. No es raro que las personas describan encuentros con entidades o presencias conscientes dentro de este otro mundo percibido. Junto con las fuertes alucinaciones, tanto con los ojos abiertos como cerrados, pueden producirse sensaciones cercanas a la muerte.

Habitación de tratamiento con DMT empleada en el estudio (Thomas Angus, Imperial College London)

Para realizar el experimento los investigadores sometieron a 13 participantes (6 mujeres y 7 hombres) a estas experiencias aplicándoles una dosis intravenosa de DMT. Una de las propiedades del alucinógeno es que actúa de forma rápida, sobre todo inyectado. Las imágenes visuales y las sensaciones corporales surgieron en segundos tras su inyección. El pico de la experiencia psicodélica duró unos 10 minutos.

El objetivo era establecer la relación entre la experiencia subjetiva, la actividad cerebral y las concentraciones en sangre del fármaco a lo largo del tiempo. Por ello a los voluntarios se les colocó unos gorros con electrodos para medir la actividad eléctrica del cerebro antes, durante y después de la inyección. La experiencia subjetiva fue medida tanto durante el efecto de la droga como en entrevistas realizadas al día siguiente.

Los resultaros mostraron que el DMT alteró de forma significativa la actividad cerebral. En concreto, redujo la potencia las ondas alfa -las dominantes en el cerebro cuando estamos despiertos- y produjo la aparición de ondas theta -las relacionadas con los sueños. También desencadenó la aparición de un patrón alterado de señales corticales. La información obtenida a través de las entrevistas con los participantes mostró la relación entre los cambios en varios aspectos de la experiencia subjetiva y en la actividad cerebral.

“Los cambios en la actividad cerebral que acompañan al DMT son ligeramente diferentes de lo que aparecen con otras drogas psicodélicas, como la psilocibina o el LSD, donde vemos principalmente solo reducciones en las ondas cerebrales”, dijo en el comunicado el autor principal del estudio Christopher Timmermann, del Centro de Investigación Psicodélica. “Aquí vimos un ritmo de ondas presente durante la parte más intensa de la experiencia, lo que sugiere un orden en medio de los patrones caóticos de la actividad cerebral”.

Para los investigadores, estudiar las transiciones dentro y fuera del estado alterado de conciencia causado por la droga ofrece un medio seguro y poderoso para avanzar en el conocimiento de la neurobiología de los estados conscientes. “Creemos que la investigación con DMT puede producir importantes ideas sobre la relación entre la actividad cerebral y la conciencia, y este pequeño estudio es un primer paso en ese camino”, dijo Carhart-Harris.

Fórmula química del DTM (Zerbor / Getty)

Los efectos observados bajo el DMT pueden, para los autores, tener implicaciones en entender mejor la psicopatología. Se ha encontrado un aumento de las ondas alfa y una disminución de las delta en personas con depresión, justo el patrón contrario del encontrado en las personas bajo los efectos de la droga.

Timmermann explica que el grupo espera llevar el trabajo más allá al proporcionar dosis de DMT de forma continua para recopilar más datos de la experiencia psicodélica. Los estudios futuros también podrían incluir mediciones más sofisticadas de la actividad cerebral, como la obtención de imágenes por resonancia magnética funcional, para mostrar qué regiones y redes del cerebro están afectadas por el alucinógeno.

https://www.lavanguardia.com/ciencia/20191119/471751272142/como-altera-cerebro-molecula-dios-alucinogeno.html

27/02/2023