Publicado: 1 oct. 2013
Imagen tomada con un telescopio electrónico de una cepa de la bactería Escherichia coli, en Braunschweig (Alemania).EFE
Científicos surcoreanos han logrado desarrollar una nueva técnica capaz de producir por primera vez gasolina a partir de bacterias intestinales E. coli genéticamente modificadas.
En un artículo difundido por la revista científica ‘Nature’ y titulado ‘Producción microbiana de los alcanos de cadena corta’, un equipo de investigación dirigido por el profesor Sang Yup Lee, del Departamento de Ingeniería Química y Biomolecular del Instituto Superior Coreano de Ciencia y Tecnología (KAIST, por sus siglas en inglés), revela haber logrado producir gasolina a partir de bacterias intestinales.
En el documento, los científicos explican cómo manipularon el metabolismo de ácidos grasos de las bacterias Escherichia coli (E. coli), para proporcionar derivados de esos ácidos más cortos que los ácidos grasos intracelulares normales, introduciendo una nueva ruta sintética para la biosíntesis de alcanos (hidrocarburos) de cadena corta.
«La importancia de este descubrimiento radica en que no hay que pasar por otro proceso para depurar el aceite creado por la E. coli para producir gasolina. Hemos logrado convertir la glucosa o los residuos de la biomasa directamente en gasolina», dijo Lee, quien explicó que el fluido generado de esta forma tiene una composición y propiedades químicas idénticas a la gasolina convencional.
No obstante, los días en que los coches estarán propulsados por derivados de las bacterias parecen estar todavía lejos. De momento, el KAIST ha logrado obtener 580 miligramos de gasolina por cada litro de aceite bacteriano producido. «Nuestro próximo objetivo es producir tres gramos de gasolina por litro y luego elevarlo a 10 o incluso 20 gramos y entonces será competitivo», señaló el investigador surcoreano.
Esta no es la primera vez que se obtiene combustible de origen microbiano (recientemente un equipo de científicos británicos logró obtener también diésel), pero sí es la primera vez que se puede demostrar la fabricación de gasolina, el combustible más demandado en el mundo.