Informe de la organización World Animal Protection señala que en ese continente hay más de 3.800 elefantes en cautiverio, distribuidos en 357 campamentos y que el turismo sigue siendo el principal motor para su explotación, hoy en el Día Mundial de los Elefantes.
2020/08/12
La industria del turismo es la mayor promotora de la explotación de los elefantes en Asia. Foto: World Animal Protection.
En el continente asiático hay más de 3.800 elefantes en cautiverio, distribuidos en 357 campamentos. La organización internacional World Animal Protection dio a conocer este miércoles, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de los Elefantes, la tercera edición del informe Los Elefantes no son mercancía.
En el reporte reveló que 2.390 (63 por ciento) elefantes están sufriendo y viviendo en condiciones deplorables, en 208 instituciones en los países analizados y, de estos, solo 279 (7 por ciento) viven en lugares con altos estándares de bienestar animal.
Según esa organización, las condiciones no han cambiado mucho en los últimos cuatro años, pues las cifras del 2015 mostraban que 2.242 (77 por ciento) elefantes vivían en condiciones inadecuadas y 194 (7 por ciento) vivían en sitios con buenas prácticas de bienestar animal.
«Tailandia posee tres cuartos del total de estos animales, cantidad que ha aumentado de manera impactante en un 70 por ciento, en tan solo en 10 años», señala el estudio que compara una investigación hecha durante los últimos 10 años en el turismo con elefantes y en donde se evaluaron lugares en Tailandia, India, Laos, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Malasia.
Fuente: World Animal Protection
World Animal Protection resalta el hecho de que la explotación de los elefantes representa un gran porcentaje de los beneficios económicos para los operadores del turismo, al ofrecer interacciones en espectáculos, paseos, baños o fotografías. «Antes de la pandemia causada por la covid-19, la industria turística de elefantes en cautiverio generaba entre 581 y 770 millones de dólares en ventas al año, a costa del sufrimiento de estos animales», advirtió.
Para esta organización los turistas, inconscientemente, han promovido estas crueles prácticas al hacer parte de pequeñas interacciones con elefantes, como bañarlos y tomarse fotos con ellos.
Un cruel maltrato sufren los elefantes para que realicen trucos a los turistas que visitan los campamentos. Foto: World Animal Protection.
Las investigaciones demuestran que hay una creciente conciencia sobre el sufrimiento que causan los espectáculos tipo circense y los paseos sobre los elefantes. Sin embargo, los lugares que ofrecen espacios para bañar a los elefantes se han vuelto muy populares en los últimos cinco años e incluso en Tailandia estos sitios se han triplicado.
«Los sitios que ofrecen este tipo de experiencias también se disfrazan a menudo de santuarios y centros de rescate, engañando de esta forma a los turistas», recalca el informe.
“Para muchos turistas, viajar a Asia y no tener un encuentro con un elefante es inconcebible, ya sea en un espectáculo, en un paseo o en un baño. Lamentablemente, estos turistas amantes de los elefantes que quieren vivir una experiencia única en la vida, están apoyando la demanda de un gran problema que causa un sufrimiento inimaginable que pocos ven, pero que ocurre detrás de escena”, manifestó Audrey Mealia, directora Global de Vida Silvestre en World Animal Protection.
Vivir la experiencia de bañar a los elefantes se han vuelto muy popular en los últimos cinco años en Asia. Foto: Nick Axelrod/ World Animal Protection.
La directiva agregó que estos inteligentes y sociables mamíferos eran las víctimas de un comercio que los explota en grandes cantidades. «Los turistas necesitan saber la verdad: cualquier elefante al que usted pueda acercarse lo suficiente para tocarlo, es un elefante que ha sido sometido a un aterrador abuso. No solo se trata de los paseos o espectáculos al estilo de los circos, también aquellas oportunidades que ofrecen algunos llamados santuarios, orfanatos y centros de rescate para bañarse o tomarse fotos con los elefantes. Estos lugares no son inocentes, son crueles”, sostuvo.
World Animal Protection indicó que ha proporcionado fondos a 13 campamentos que tienen prácticas éticas y amigables con los elefantes alrededor de Asia, para ayudarlos a superar los momentos difíciles que ha traído consigo la pandemia del coronavirus como consecuencia del cierre de los campamentos para los turistas: su principal fuente de sustento.
La organización apela a la prohibición de la reproducción en cautiverio de los elefantes utilizados para el turismo comercial como una solución sostenible y a largo plazo. De esta forma, considera, se evitaría que las futuras generaciones de estos animales no sufran este flagelo.
Para World Animal Protection los turistas tienen poder sobre estas dinámicas y con su decisión pueden evitar de las prácticas poco éticas y elegir lugares donde pueden ver a los elefantes en su hábitat natural o apoyar a los campamentos con altos estándares de bienestar.
Elementos como ganchos o aguijones de metal son utilizados por los trabajadores de los campamentos para punzar a los elefantes con el fin de que se muevan. La meta es que adquieran comportamientos sumisos para que puedan interactuar pasivamente con los turistas. Foto: World Animal Protection.
También hizo un llamado a los líderes del G20 para que impongan una prohibición global al comercio de fauna silvestre y así eliminar las amenazas de futuras pandemias que pueden afectar la salud y la economía.
«Para la mayoría de los elefantes no es posible volver a la libertad, así que un santuario real es la mejor opción. Estos lugares funcionan solo con un modelo de observación, que igualmente crean trabajos e ingresos para los locales que quieran unirse como cuidadores, también conocidos como manhouts», expressó Mealia.
La organización instó a los turistas y operadores de esta industria a asumir su responsabilidad y a acabar con la explotación de animales silvestres para siempre. «Si hay menos demanda, habrá menos elefantes sufriendo», puntualizó.
World Animal Protection teme que el maltrato y la explotación de los elefantes empeoren cuando los operadores de estos lugares traten de recuperar los ingresos perdidos por el impacto causado por la pandemia del coronavirus.
Cerca 2.400 elefantes viven en condiciones deplorables en Asia I Colombia hoy (semana.com)
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