Ni hongo, ni planta, ni animal
El parque situado en el bosque de Vincennes presenta a partir de este sábado la primera instalación abierta al público con muestras del protista ‘Physarum polycephalum’
La sala dedicada al ‘blob’ en el Zoo de París incluye muesras vivas de este organismo, videos divulgativos y experimentos interactivos
La sala dedicada al ‘blob’ en el Zoo de París incluye muesras vivas de este organismo, videos divulgativos y experimentos interactivos
Stephane de Sakutin / AFP
Joaquim Elcacho
Actualizado a 17/10/2019
Steve McQueen debutó en el cine en 1958 con un papel de protagonista en la película de terror y ciencia ficción que en España recibió el titulo de La masa devoradora (en México, Argentina y Venezuela , La mancha voraz).
El titulo original era The Blob y presentaba la amenazante expansión de un gigantesco alienígena similar a una ameba que devoraba un pequeño pueblo de Pensilvania.
Blob es ahora el nombre familiar atribuido -en honor a la película- a las diversas muestras de un curioso ser vivo que se exponen al público a partir de este sábado en las instalaciones del Parque Zoológico de París, conocido también como Zoo de Vincennes.
“Nuestra misión también es mostrar los misterios de la naturaleza”, explicó el pasado miércoles Bruno David, presidente del Museo Nacional de Historia Natural y Parque Zoológico de París, durante la presentación de Blob a los medios de comunicación.
Los responsables de este equipamiento científico de la capital de Francia aseguran que se trata de la primera ocasión en todo el mundo en que se muestran ejemplares de este ser vivo al público.
Igualmente, destacan el largo debate científico que existió hace años sobre la clasificación de este organismo, sin olvidar detalles que seguro que atraerán la atención de los visitantes como el hecho de que se atribuyan a esta especie un total de 720 sexos diferentes (nada que ver con la sencilla dualidad macho-hembra).
“Ni animal, ni planta, ni hongo, es un organismo primitivo, apareció hace 500 millones de años, antes del reino animal. No está claro dónde colocarlo en el árbol de la vida”, explicó Bruno David antes de recordar que la comunidad científica incluye a este ser vivo en el reino protista (en el que se incluyen todos organismos eucariontes -organismos con células con núcleo- que no pueden clasificarse dentro de alguno de los otros tres reinos eucariotas: hongos, animales o plantas).
Muestra que se podrá observar en el Zoo de París a partir de este sábado. STEPHANE DE SAKUTIN / AFP
Los organismos ahora denominados Blob en París sólo tiene una célula, son microscópicos al comienzo de su ciclo y, por lo tanto, son difíciles de localizar en origen. Sin embargo tiene varios núcleos, y cuando crecen que pueden multiplicarse o dividirse a voluntad, indicaron los biólogos del Zoo de París. “Podemos crear Blobs de todos los tamaños, no hay un límite conocido”, ha explicado Audrey Dussutour, científica del CNRS francés y especialista en protistas en declaraciones recogidas por AFP.
La criatura en cuestión tiene por lo general un color amarillento y puede alcanzar hasta 10 metros en el laboratorio, donde también se puede subdividir cortándola; incluso hay “moldes” para formar blobs, porque los fragmentos se reconstruyen y expanden con facilidad.
En las cámaras de cultivo del zoológico de París, los cuidadores crean nuevos especímenes todos los días; a partir de unas pocas muestras, para tener un máximo de ejemplares para presentar al público. Marlène Itan, cuidadora de esta singular plantación (blobicultivadora, según se han inventado en este centro), alimenta cada días a los ejemplares en crecimiento constante. “Por lo general, cambia. ¡Nunca sabes qué te encontrarás cuando llegas al laboratorio! “, indica Itan añadiendo misterio al asunto.
Porque los blob no dejas de sorprender, reiteraron en el Zoo. “Pueden morir de muchas maneras, pero también pueden quedar inactivos, secándose. En este estado, el blob es casi inmortal … ¡Incluso se puede poner en el microondas unos minutos!”, según explicó Audrey Dussutour.
Una vez humedecido, puede comenzar de nuevo, reiniciando su ciclo a cero, agrega el investigador, que tiene en el laboratorio muestras de blob de más de 70 años.
Muestras de ‘blob’ -filamentos de color amarillo en la fotografía, en el Zoo de País. BENOIT TESSIER / Reuters
Otra curiosidad: gracias a la corriente que circula por su red venosa, el blob se mueve, a una velocidad de entre 1 y 4 centímetros por hora. Observar este movimiento en directo puede parecer aburrido y para solucionarlo, el zoológico ha diseñado una museografía interactiva que incluye videos acelerados.
A pesar de su falta de sistema nervioso, el blob hace algo similar a lo que los humanos denominamos memorizar. El zoológico en este caso ha diseñado un experimento que muestra un blob que aprende, poco a poco, a evitar la sal depositada en el camino que conduce a su comida.
Los curiosos seres vivos que se exponen ahora en la ciudad del amor -perdón por el tópico- tiene efectivamente 720 sexos diferentes -por lo que conocen los científicos por el momento- pero su reproducción es similar a la de muchos hongos.
Pero esto ¿qué es en realidad?
En realidad, Blob no es un alienígena ni tan siquiera una nueva especie. Los ejemplares de este ser vivo que a partir de ese sábado se pueden observar en el Zoo de París pertenecen a la especie Physarum polycephalum, una denominación científica que podría ser traducida como moho de muchas cabezas.
Como destacaba el pasado miércoles una crónica de AFP en la que se explicaba la presentación de estos ejemplares en el Zoo de París, “probablemente, cualquiera de nosotros lo hemos visto en el bosque o incluso en nuestro sótano, sin saber quién era”; recordando que esta especie de moho ahora convertido en estrella museística es un ser vivo tan curioso como normal y habitual en nuestro entorno.
No hay nada como poner un nombre misterioso a las cosas para convertirlas en virales.
https://youtu.be/oEVKCWuV5to
6/03/2023