John Myers, director de Innovación Social para Conservación Internacional Colombia y creador del sendero de observación de aves del norte de Colombia, asegura que el deterioro de la paz está poniendo en peligro todos los avances que se habían logrado en este tipo de turismo sostenible.

2019/11/27

El aviturismo se ha convertido en una alternativa de sustento para varias comunidades campesinas e indígenas. Foto: ANDI.

Es otra víctima del resurgir del conflicto armado interno en Colombia se está convirtiendo el aviturismo. Esta actividad, que según un estudio realizado por Conservation Strategy Fund (CSF), en colaboración con National Audubon Society, determinó que los observadores de aves estarían dispuestos a pagar, en promedio, 60 dólares adicionales por día y por persona en Colombia, por un tour que se caracterice por mayor avistamiento de aves, seguridad y participación de comunidades locales.

Esta cifra es positiva si se tiene en cuenta que preferirían venir al país y pagar más, frente a un tour de similares características en Costa Rica, uno de los destinos preferidos por los avituristas del mundo.

«Colombia es el país que más especies de aves tiene, siempre supimos esto, pero por el tema del conflicto armado el aviturismo no podía alzar el vuelo. Sin embargo, con la firma de la paz y la implementación de algunos proyectos de avistamiento de aves en el caribe colombiano, inicialmente, empezamos a ver mayor frecuencia de visita de pajareros», comentó John Edward Myers, director de Innovación Social para Conservación Internacional Colombia.

El creador del sendero de observación de aves del norte de Colombia, también conocida como The Northern Colombia Birding Trail, sostuvo, además, que desde el 2014 ha habido «un boom» en el avistamiento de aves producto, principalmente, de que se pudo ingresar a territorios que antes estaban vedados por la violencia, pero también a que la oferta de servicios se fue ampliando en diferentes regiones del país.

«Los aficionados a las aves comenzaron a llegar a la Sierra Nevada de Santa Marta y el Parque Tayrona, así como a La Guajira, la zona cafetera, Cundinamarca, Cali y el Valle del Cauca. Nos dimos cuenta que en este reglón había muchas posibilidades y por eso decidimos capacitar a 43 guías pertenecientes a tres comunidades en Santa Marta, el corregimiento de Camarones, en Riohacha (La Guajira) y en Valledupar. Con ellos hicimos el diseño de una ruta, luego de analizar cuáles eran los sitios más interesantes donde los observadores podrían adelantar esta actividad. Además, hicimos procesos de promoción nacional e internacional», explicó Myers.

Adicionalmente, este politólogo fue coautor del estudio “La paz es mucho más que palomas: beneficios económicos de observación de aves en Colombia en el posconflicto», el cual destaca el valor económico de la actividad de aviturismo en el país.

En regiones como el Valle del Cauca, el Eje Cafetero, Putumayo, Cundinamarca y Boyacá es donde más se ha desarrollado el avistamiento de aves. Foto: ProColombia

«Este informe nos llevó a una información muy importante acerca del tamaño del mercado, la disponibilidad de pagar de los turistas, sus intereses particulares y temores«, apuntó.

El estudio indicó que existe un mercado de casi 300.000 personas que están dispuestas a viajar a Colombia a conocer las rutas de aves que han sido creadas hasta el momento. El informe también estableció que los pajareros tienen una disponibilidad de pagar hasta 310 dólares por persona por día y que esta actividad produciría 46 millones de dólares anuales y generaría 7.500 puesto de trabajo, entre directos e indirectos.

Sin embargo, Myers sostuvo que todavía hace falta una mejor infraestructura y productos que respondan al mercado como guías capacitados y bilingües, así como senderos que no generen peligros, pues afirmó que la mayoría de pajareros internacionales son personas que están entre 60 y 75 años. «También faltan tomadores de decisión (autoridades) que entiendan la importancia de este tipo de iniciativas para las comunidades», dijo.

Un mercado estancado

El regreso del conflicto armado a varias zonas del país, ha hecho que el número de pajareros que en promedio visitaban el país haya disminuido, al no poder ingresar de nuevo a algunas regiones donde efectuaban esta actividad. Así lo sostiene John Edward Myers, quien explicó que la mala imagen que perciben los avituristas, a través de los medios de comunicación, es otro de los factores que ha influido en este estancamiento.

«Si estamos generando noticias feas por hechos reales, como el asesinato de líderes sociales e indígenas y si el Gobierno no toma con seriedad los acuerdos de paz, pero sale hablando bonito de los mismos en el exterior y luego el extranjero va al territorio y se da cuenta que no está cumpliendo, se ponen en peligro todos los beneficios que habíamos logrado generar con el aviturismo, pues esta es una actividad en la que el voz a voz juega un papel trascendental», comentó.

Para Myers el tema del avistamiento de aves es la punta del iceberg. «Es algo en lo que habíamos logrado avanzar mucho, porque ya sabíamos la dinámica del mercado y teníamos una fórmula para diseñar productos y servicios, pero todo está en peligro por el regreso del conflicto», expresó el director de Innovación Social para Conservación Internacional Colombia, quien recalcó que es fundamental cumplir con los acuerdos de paz para poder retornar a los territorios.

https://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/aviturismo-en-colombia-amenazado-por-el-regreso-del-conflicto-armado/47375

24/11/2020