En los últimos días se han reportado numerosos casos de ataques al ganado y el temor es que cada día se maten más felinos. Corpoamazonia trata de enfrentar esta problemática y busca la cooperación de otras organizaciones.
2017/07/18
La deforestación, los cultivos ilícitos y la ganadería extensiva han reducido considerablemente el hábitat de jaguares y pumas. Esto ha generado que cada vez sea más frecuente el ataque de los felinos a vacas y caballos en municipios como Montañita, Cartagena del Chairá y San Vicente del Caguán en Caquetá.
Semana Sostenible conoció varios casos de personas que vieron la presencia de estos animales en sus fincas y pidieron ayuda para evitar que los finqueros mataran a los felinos. Este medio se contactó con Mario Barón, director de Corpoamazonia en Caquetá, quien aseguró que están tratando de atender todos los casos que han llegado a su oficina con la mayor prontitud, pero que ha pedido ayuda a varias entidades ya que la Corporación no cuenta con el personal idóneo para esas labores.
Esto se vio reflejado cuando en un inicio algunas personas se quejaron por la presunta falta de atención de la Corporación y porque al parecer no habían recibido visita de ningún técnico de la entidad. José María Morales, quien trabaja en la finca Pekín en el municipio de Montañita, indicó que Corpoamazonia apareció cuando interpuso un derecho de petición. Asimismo, esta publicación conoció que varias organizaciones que trabajan con biodiversidad en el país están dispuestas a ayudar a la Corporación, pero que ha sido imposible contactarse con ellos para lograr una cooperación.
“Hace como semana y media una joven se contactó con nosotros y nos comentó lo que ocurría en la finca de sus abuelos. Intenté llamar al subdirector de Corpoamazonia, a todo el mundo, pero nada, no logré contactarme con nadie”, aseguró Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha, entidad que se dedica a estudiar, investigar y conservar la fauna y los ecosistemas acuáticos y terrestres en Colombia.
Sin embargo, se conoció que este martes pudo conversar con las directivas de la corporación y que empezaron negociaciones para trabajar juntos este tema que cada vez es más común en las fincas caqueteñas.
Asimismo, en un comunicado oficial, Corpoamazonia afirmó que no es cierto que ellos se negaran a recibir la ayuda de entidades que trabajan con felinos. «Para el caso inmediato de Caquetá, Corpoamazonia ha buscado la articulación interinstitucional y social que procure una solución de fondo. Además se informa a la opinión pública que las actuaciones han estado encaminadas a la atención prioritaria, como se menciona anteriormente y no se ha rechazado ningún tipo de ayuda proveniente de instituciones públicas, privadas y no gubernamentales interesadas; por el contrario, se estableció el contacto directo con algunas de ellas. Esta Autoridad Ambiental se encuentra dispuesta a recibir ayuda de organizaciones e instituciones que han trabajado en el tema y que deseen aportar en la solución de esta problemática, para lo cual se recomienda que la comunicación se realice únicamente a través de medios oficiales como el correo electrónico correspondencia@corpoamazonia.gov.co o a los teléfonos celulares 310 272 1308 y 312 522 1800».
La problemática por la presencia de felinos muy cerca a poblaciones humanas, como consecuencia de la reducción de su hábitat, es un tema que también preocupa en otras regiones. Por ejemplo, Omacha actualmente trabaja con Cormacarena en el departamento del Meta, ya que los ataques al ganado se están incrementando. Cuentan con una campaña antipredatoria y un programa para enseñarle a la gente cómo puede reducir la vulnerabilidad frente a un ataque de los felinos.
“Tenemos 2,7 millones de hectáreas aptas para ganaderías pero actualmente hay 14 en uso y a eso se suma el tema de cultivos. Los animales terminan acorralados y cada vez más cerca de la actividad humana”, asevera Trujillo. También cuenta que muchos ganaderos reconocen que los jaguares y los pumas son su menor problema, puesto que pierden más semovientes debido a enfermedades, serpientes, rayos, robos, etc.
Sobre los ataques
Corpamazonia afirma que durante los últimos días ha tenido un incremento en el número de reportes sobre presencia de felinos silvestres. «Ante esta situación y atendiendo el llamado de la comunidad, un equipo técnico conformado por un médico veterinario, un biólogo y el director de la Territorial Caquetá, se desplazaron desde Mocoa y Florencia para adelantar jornadas en campo en los predios de la finca Pekín, vereda Bajo Jordán, municipio de La Montañita; se contactaron con el propietario para iniciar el reconocimiento de la zona donde se evidenció el paso de los felinos y posteriormente se aplicaron protocolos de ahuyentamiento en las áreas más susceptibles a estos eventos», asegura la corporación en su comunicado.
Fernando Trujillo cree que los ataques han sido efectuados por pumas y no por jaguares, ya que cuando los pumas son jóvenes pueden actuar en grupo, mientras que el jaguar por lo general actúa solo, a menos que sea una hembra con cría y se encuentre cazando.
La autoridad ambiental regional tiene cifras sobre lo complejo de la situación. En el sur de la Amazonia colombiana las poblaciones de felinos silvestres y sus presas naturales, se han visto afectadas principalmente por las altas tasas de deforestación. Por ejemplo, en el departamento de Caquetá se perdieron 26.544 hectáreas de coberturas boscosas en el 2016 y según indicó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible las causas y agentes de deforestación están asociadas principalmente al acaparamiento de tierras (45%), cultivos de uso ilícito (22 %) y la extracción ilícita de minerales (7%).
La magnitud de lo que ocurre supera las capacidades institucionales de Corpoamazonia y hace necesario la participación de otros agentes del Estado para atacar las mafias delincuenciales de tierras y minería que se están apoderando de las selvas del Caquetá. «Precisamente esta invasión por parte del hombre a los hábitats naturales de los felinos, está disminuyendo la extensión de los territorios ocupados por dichas especies; y genera que las poblaciones humanas y sus animales domésticos, se encuentren cada vez más cerca del hábitat natural de estos grandes carnívoros», se lee en el comunicado de la Corporación Autónoma Regional.
Recomendaciones en caso de presencia de grandes felinos
- Dar aviso oportuno a través de los equipos de control y vigilancia de fauna, en Putumayo al (098) 4296641, en Caquetá al (098) 4356884 y en Amazonas al (098) 592 5064.
- Si por alguna razón un felino caza un animal doméstico, no lo retire. Estos felinos se alimentan de su presa por varios días. Quitársela los obliga a cazar de nuevo.
- Utilice medidas de ahuyentamiento que incluyen: generar sonidos fuertes con pitos, cornetas, bombos, latas, etc. Aplique específico (creolina) en áreas perimetrales a las zonas donde su ubican los animales domésticos. Encienda fogatas controladas o utilice bengalas en las noches.
28/11/2020
1 Comment
Rubén Torres
3 años agoSe aplicaron protocolos de ahuyentamiento en las áreas más susceptibles a estos eventos.
En el departamento de Caquetá se perdieron 26.544 hectáreas de coberturas boscosas en el 2016 y según indicó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible las causas y agentes de deforestación están asociadas principalmente al acaparamiento de tierras (45%), cultivos de uso ilícito (22 %) y la extracción ilícita de minerales (7%).
Encienda fogatas controladas o utilice bengalas en las noches.
R. No sé de dónde sacan ustedes a los “expertos en medioambiente” pues creo que cometen un error en las medidas para proteger a los felinos. ¿No les parece que bastante daño les han hecho ya robándoles sus terrenos de caza, sus presas, matándolos por su piel o por sus colmillos y prendiendo fuego a su hábitat? Ahora no contentos con todo ello no se les ocurre otra cosa que aconsejar a los ganaderos que cuando entren en “sus terrenos” a buscar comida, que los ahuyenten. ¿Acaso harían lo mismo con una persona que se les acerca a pedir comida? Lo normal sería ayudarle dándole un trabajo para que deje de mendigar. Pues con los predadores hay que hacer lo mismo; Reforestar lo que los descerebrados han talado y quemado, pero mientras crecen los nuevos árboles se les debe alimentar, ya que ustedes les han robado sus presas. Cada día mueren animales en las granjas, esos cadáveres se les podrían poner a su alcance como hacemos en España (muladares) de esa forma los buitres, águilas, zorros, etc. encuentran alimento y no atacan al ganado. Respecto al ganado, ya es hora de cambiar de especies, pues ya han visto la cantidad de problemas que generan. Seguramente ustedes ya sabrán que:
La ganadería es responsable del 70% de la deforestación del Amazonas en Latinoamérica, amenazando especies y culturas autóctonas. También es responsable de cerca del 20% de las emisiones de gases efecto invernadero de las actividades antrópicas.
El agua sigue siendo un recurso escaso para parte importante de la población mundial y producir un kilo de carne puede requerir de 10 a 100 veces más agua que producir un kilo de trigo.
El óxido nitroso es casi 300 veces más dañino para el clima que el dióxido de carbono y el 65% de la cantidad producida por seres humanos provienen de la actividad ganadera. Por otro lado, el dióxido de carbono también es emitido por esta actividad, a través de la deforestación para producir alimento para los animales y por los combustibles fósiles utilizados para el transporte.
La producción de carne, especialmente de ganado bovino, es un proceso que usa agua de forma intensiva. El ganado representa el uso del 8% del consumo humano global de agua.
Tanto animales terrestres como marinos que consumimos son seres sintientes capaces de tener experiencias positivas y negativas como placer y dolor. En la industria los animales son sometidos a prácticas dolorosas y estresantes sin ningún tipo de anestesia tales como la castración, el corte de cola, el corte de pico o de cuernos.
Además, en términos de suelo, actualmente el 30% de la superficie terrestre es utilizada para criar animales de granja.
La ganadería no es el problema, pues necesitamos comer carne y no es plan de liarnos a tiros por el bosque contra los pocos animales que nos queda. En menos de una semana no quedaría ni un animal más grande que una rata. El error está en la elección de criar ganado vacuno. Si cambiásemos de especies como: emús, canguros, gacelas de Waller, cocodrilos, antílopes o jirafas, las cifras del consumo de agua serían muy distintas.
El consumo de forraje también es sustancial, por ejemplo; las jirafas necesitan 17 Kg/día, las vacas necesitan 70 Kg/día. Además, el crecimiento de una res es similar al de las jirafas.
El gran perjuicio que ocasiona la producción de carne de res, pues una parte importante del pienso con lo que se las alimenta lleva soja. Cultivar esta legumbre es uno de los principales impulsores de la deforestación tropical en América del Sur, incluida la Amazonia brasileña y el Cerrado.
El cambio de especies no es rentable para un ganadero si posee pocas reses, pero si podría poner una pequeña piscifactoría a medida que va vendiendo las reses. El pez gato africano es una de las especies más rentables por la facilidad de su alimentación y resistencia. También podría cercar una parte del terreno con una valla invisible, mucho más económica que tener que cercar todo el terreno y empezar a criar gacelas. Cuando compruebe que con la carne del pescado y de las gacelas gana igual o más que con sus vacas y terneros, sería el momento de vender las que le queden.
Un saludo para todos los colombianos desde Tarragona (España)