Peces que electrocutan, peces violentos, ranas y reptiles venenosos, insectos y arácnidos mortales.
Hay algunos animales del Amazonas peligrosos que no aparecen en esta lista como el jaguar y el cocodrilo o caimán negro. A este par de depredadores exitosos los hemos incluido en otro artículo dedicado a los animales del amazonas en peligro de extinción.
Además, este par de fieras salvajes, aunque puedan ser letales para el ser humano, raramente nos atacan si no los molestamos. Por otra parte, como estamos a favor de su preservación, al incluirlo en esta lista podríamos generar terror hacia ellos y hacerle pensar a algunas personas que son una amenaza para sus vidas, y nada más lejos de la verdad.
Sin más excepciones les presentamos nuestra lista de los 10 Animales más peligrosos del Amazonas. Un desafortunado encuentro con alguna de estas criaturas podría ser letal para el ser humano.
1. Anguila eléctrica: bio-electrocución
La anguila eléctrica, o poraqué (Electrophorus electricus, E. voltai y E. varii) es un depredador bastante particular y único de la Amazonía. Para cazar a sus presas usa descargas eléctricas de hasta 8 veces el voltaje de un tomacorrientes convencional de 110V pero con un amperaje menor. Por si fuera poco, pueden duplicar esta descarga realizando una maniobra en la cual unen su cabeza (polo positivo) con su cola (polo negativo) enroscándose sobre sus víctimas.
2. Anaconda verde: fuerza estranguladora
Se trata de la serpiente más larga del mundo y por eso genera tanto terror y da lugar a muchas historias, no es venenosa sino constrictora lo que significa que mata a sus víctimas estrangulándolas y las traga enteras.
La anaconda verde (Eunectes murinus) sí es muy peligrosa pero para otras especies, puesto que es una magnífica depredadora y está en el tope de la cadena alimenticia. Sin embargo los humanos no estamos en su menú aunque se hayan reportado algunos incidentes aislados de ataques a niños.
3. Piraña: mordida fatal
Un estudio sobre los daños causados por peces a los pescadores llevado a cabo en la Amazonía occidental del Brasil (Costa, 2020) determinó que la mayoría de las lesiones son causadas por pirañas especialmente en el momento cuando se le está quitando el anzuelo tras la pesca.
Algunos tratamientos conocidos en la región para curar la herida de la piraña son: aceite de copaiba (Copaifera langsdorff), aceite de andiroba (Carapa guianensis) y meracilina (Fenoximetilpenicilina) con aceite de copaiba.
4. Candirú: el terrorífico pez vampiro
El candirú o canero (Vandellia cirrhosa) es un pez diminuto de 2 a 5 centímetros, casi transparente, del cual se dice que se siente atraído por la orina humana y penetra por los genitales de hombres o mujeres para parasitarlos. Según cuentan, este pequeño pez se engancha a las paredes de la uretra para chupar la sangre de sus víctimas.
Tras escuchar esta historia los bañistas de los ríos amazónicos toman precauciones cubriéndose los genitales al entrar en los ríos. Pero según los entendidos, no son más que historias ya que solo se ha reportado un caso clínico, el cual no fue bien documentado.
5. Mandi: un veneno insospechado
Mandi (Pilomedus blochii) Imagen: Ictiologia Universidad Católica de Oriente (CCby2.0)
Según Costa (2020) la mayoría de los casos de lesiones venenosas recibidas por los pescadores de su área de estudio fueron causadas por un pez llamado mandi en Brasil, bagre cogotúo en Venezuela, barbudo en Ecuador, y nicuro en Colombia.
Las heridas ocasionadas por este pez venenoso representaron el 52,9% de los casos, muy por encima de las causadas por otras especies de peces venenosos como las rayas (9.8%) y otras especies de la familia de los bagres.
De acuerdo con el estudio los remedios alternativos aplicados para revertir los efectos de la herida del mandi fueron: poner los ojos del mandi sobre la herida, hielo con sal, mercurio cromo, meracilina con paracetamol y merthiolate con dipirona.
6. Rana dardo: veneno mata gigantes
Si hay en la selva un animal con un arma verdaderamente letal esa es la rana dardo. Basta 1 mg del alcaloide tóxico que impregna su piel para matar a humanos e incluso a dos elefantes africanos. Le llaman así porque los indígenas impregnaban sus flechas y dardos con esta sustancia para hacerlas mortíferas. Pero esta no es solo una especie sino el nombre común para definir a al menos 184 especies similares de ranas venenosas, de colores muy llamativos que habitan la Amazonía.
7. Araña bananera: peligro letal
Las también llamadas errante brasileñas (Phoneutria nigriventer) armadeiras (Brasil) arañas armadas o pico rojo (Argentina) son un grupo de 8 especies típicas de centro y sur américa, de hábitos nocturnos, que no hacen tela de araña sino que viven en cuevas o en los árboles. Son típicas de las plantaciones de plátano o banano por lo cual reciben su nombre.
8. Escorpión Tityus
Imágen: Charles J Sharp / CC BY-SA
Los escorpiones han sido considerados como un problema serio de salud pública en algunos países como Brasil, México y Túnez. Entre ellos las especies definidas como Tityus son verdaderamente peligrosas. Su picadura puede producir complicaciones cardiopulmonares, pancreatitis hemorrágica o edematosa aguda y puede incluso ser mortal sobre todo en niños. (Gómez, 2010).
En la Amazonía se han identificado al menos 5 especies de escorpiones Tityus de la familia Buthidae (Lourenço, W. R. 2005), siendo esta familia la de mayor importancia epidemiológica.
Escorpión Tityus. Ante una picadura de estos artrópodos lo mejor es aplicar oportunamente el antiveneno adecuado por vía intravenosa. Algunos de estos especímenes pueden medir hasta 15 centímetros.
9. Hormiga bala
La llaman así porque su picadura es comparable al dolor que se siente al recibir un disparo. Según el entomólogo Justin Schmidt quien se sometió voluntariamente a la picadura de muchas especies de insectos para comparar el grado de dolor que generan, la hormiga bala, hormiga 24 o paraponera clavata es el insecto cuya picadura genera mayor dolor en el mundo entero. Tras el ataque muchas personas se desmayan.
No obstante, su veneno no es mortal, o para ser más precisos la dosis de una sola hormiga no lo es. De hecho, harían falta más de dos mil hormigas de este tipo para matar a una persona de unos 74 kg de peso.
10. Serpiente terciopelo o barba amarilla
Serpiente barba amarilla, Bothrox asper (Brian Gratwicke / CC BY)
El veneno inyectado en el cuerpo humano tras la mordedura de una serpiente terciopelo o barba amarilla (Bothrops atrox o Bothrops asper) puede producir hemorragias en la herida, en las encías, en los genitales y cerebral, esta última puede ser mortal. Además puede producir necrosis lo que puede llevar a amputar el miembro infectado (Javier, 1980)
El tratamiento común para estas peligrosas mordidas de serpiente es la administración de suero antiofídico. Sin embargo, las plantas alexitéricas tienen propiedades antiofídicas y son usadas a nivel mundial en el tratamiento de las mordeduras de serpientes, entre ellas destacan 22 especies de Aristolochias. Algunas tienen las flores en forma de serpiente, como es el caso de la Aristolochia máxima. Otra especie usada es el achiote u onoto (Bixa orellana) (López, 2009)
1 Comment
Rubén Torres
2 años agoComo suele ser habitual, la gente que hace un blog y escribe sobre animales suelen ser gente sin conocimientos de zoología ni de etología. Por lo tanto es normal que cometan errores, pues si no dominas un tema deberías abstenerte de escribir sobre él, o al menos deberías documentarte bien. Cosa que no suele hacer nadie.
Menos mal que hay muchas personas como un servidor que es un entusiasta de los animales y que se ha pasado más de 50 años estudiando a los animales. Por lo tanto es más difícil que nos la cuelen.
Empezaré por decir que es falso “Un desafortunado encuentro con alguna de estas criaturas podría ser letal para el ser humano”. Es más, con ninguno de los aquí citados representan un peligro real si no los incordiamos o tomamos las precauciones necesarias.
Un servidor ha estado en la selva 4 días y una forma de distraerme fue en intentar capturar todo lo que se movía (incluida una anaconda). Al acercarme a esa serpiente que estaba enrollada tomando el sol se escapó tirándose al agua y no pude cogerla.
El autor afirma que ese ofidio está en el tope de la cadena alimenticia, lo cual es falso, los jaguares suelen cazarlas.
Sobre el jaguar solo puedo decir que nos encontramos con una huella reciente en el barro, pero no hubo forma de verlo. Lo cual indica que quizá él sí nos veía pero nosotros no. También he leído que si el encuentro no es repentino con una hembra con su cría siempre sale huyendo.
Con los caimanes tengo una experiencia de ir en canoa a verlos. Encontramos un motón de ellos, pues salimos de noche y con las linternas les brillaban los ojos. Ninguno de ellos hizo el amago de atacarnos.
Respecto a la anguila eléctrica también llamado gimnoto puedes pasar al lado de ellos y verás que no te hacen nada. Siempre que los dejes tranquilos.
En cuanto a las pirañas, estuve pescándolas y una me mordió un dedo al intentar sacarle el anzuelo, eso pasó porque cometí un error; me confié demasiado. Pero después de un buen rato los que me acompañaban y yo nos metimos en el agua y nadie recibió un solo mordisco.
Continuamos con el candirú. El que más y el que menos debería saber que en ciertos lugares tropicales no es buena idea orinar dentro del agua, pues sabiendo esto ningún candirú te causará problemas.
Al mandi como a la mayoría de los animales no te atacan si los dejas en paz.
En cuanto a las ranas dardo, ninguna es agresiva, tanto es así que te las puedes colocar en las manos y no pasa nada, aunque tengas una herida abierta. Existe el mito por parte de los ignorantes que se creen que su veneno penetra en la herida y te puede matar. Nada más lejos de la verdad; es cierto de que esas ranitas poseen un veneno muy poderoso, pero tienes que apretar su cuerpo con algo para lo exuden, de lo contrario, es como tener una rana normal y corriente solo que son más bonitas, que por cierto, las hay que no son tan coloreadas y pasan desapercibidas.
Sigamos con la araña bananera. En una de las incursiones por la selva me encontré con una gran araña, medía unos 30 cm y casi dos centímetros de colmillos, pues puse mi mano en el suelo y dejé que se subiera en ella. Me la iba pasando de una mano a otra hasta que llegué al campamento para enseñársela a mis compañeros, pero en vez de acercarse y hacerle fotos salieron todos corriendo, e incluso los dos guías. ¡Qué valientes! En vista que nadie quería verla de cerca me adentré en la selva de nuevo y la dejé ir.
Ya desde niño me encantaban los animales “peligrosos” y cogía toda clase de arañas, claro que las de España no matan a nadie, pero el caso es que no hay que tenerles miedo, solo saber de qué forma cogerlas.
Respecto a los escorpiones. En muchas ocasiones he capturado escorpiones y algunos de ellos los llevé a mi casa. Me los ponía en los brazos en manga corta y dejaba que se pasearan para demostrar a mi familia que era un mito eso de que son malos, pero no les hizo mucha gracia y los tuve que liberarlos en el mismo sitio que los cogí al día siguiente.
Como no tuve la ocasión de encontrarme con las hormigas bala, ni se de nadie que tuviese esa experiencia, pues no puedo opinar.
Lo que el autor no sabe es que no se trata del insecto cuya picadura genera mayor dolor en el mundo entero. Ese honor es para la avispa averdugo (Polistes carnifex).
Por último, hablaré sobre los ofidios venenosos. En eso sí tengo algo de experiencia, pues en mi viaje en la selva tuve la suerte de encontrarme con unas cuantas, la mayor parte no eran venenosas, pero como no me las conozco todas, las trato como si lo fueran. Por lo que cuando las veo las cojo por el cuello y dejo que se enrosquen en mi brazo, así las paseo un rato y después las libero sin causarles daño. Por lo tanto, que alguien me explique lo peligroso que son los animales aquí citados, porque yo no lo veo.