La captura de aves en España es desgraciadamente muy común. Se hace desde muchos años y por eso es complicado erradicar esa costumbre, pero no imposible. Lo primero que se debería hacer es que los gobiernos tengan la voluntad de conseguirlo de verdad. Como sucede con la mayoría de problemas no se resuelven con la concienciación ni con la educación de la gente.
Hay que recordar que si se veta las aves a vivir encerradas, los zoos perderían la posibilidad de exhibir a estos seres tan bellos. Además, se perderían muchísimas especies en vías de extinción, pues estarían expuestas a la caza ilegal, a sus predadores o a otras causas.
Se debería prohibir la venta libre de semillas para aves, solo las personas que presenten una autorización las podrían adquirir, así como multar severamente a quienes la suministren sin esa autorización. Al mismo tiempo se debería prohibir la venta de todo tipo de jaulas tanto nuevas como usadas, así como sus accesorios. Y por último gratificar económicamente a quien denuncie la tenencia de aves en jaulas. De esta forma solo los profesionales que dispongan de jaulones o pajareras lo suficientemente espaciosas como para que las aves puedan tardar como mínimo 3 segundos en volar de un lado al otro opuesto. También deben comprometerse a la cría de las aves para repoblar las especies. Por supuesto estos criadores deberán ser visitados periódicamente por gente autorizada para llevar un control del estado de las aves, así como un control de las puestas y del número de pollos.
Así pues, a los que quieran oír el canto de las aves, que compren un CD o DVD de sus aves favoritas o se paseen por el campo para oírlas.
20/11/2021