Quién no se ha quejado u oído quejarse de que el Estado ha decidido cambiar la moneda, ya  sea la peseta, la lira, los marcos por el euro o el sucre por el dólar. Por regla general los ciudadanos salimos muy perjudicados con ese cambio, pues siempre se encarece todo. Pero no tendría que ser así. Sería posible cambiar esa tendencia si quienes nos gobiernan fuesen gente instruida, gente con buenos principios y buen sentido común. Ahí está el verdadero problema, no en las monedas.

Las monedas cambian de valor de forma frecuente porque depende de la bolsa, pero eso también se puede evitar, al menos en parte. Si las monedas volviesen a ser de oro o de plata serían más estables, pues la cotización de esos metales no suelen cambiar demasiado de cotización.

En cuanto a los precios de las cosas, con unos buenos legisladores al poder, bajarían de precio significativamente. Pues si los políticos hiciesen caso de todas mis sugerencias, como el cambio de leyes que, una de ellas sería prohibir tener dinero almacenado (hasta cierta cantidad) en los bancos, eso obligaría a que mucho dinero estará circulando, si el dinero circula conlleva más gasto, la gente compraría mucho más, por lo que se incrementaría el comercio. Si se incrementa el comercio habría más competencia. Al obligar a la gente con deudas, presos y gente que cobra una pensión o algún tipo de ayuda gubernamental a trabajar, abarataría mucho el precio de las cosas. Pues a esas personas se les pagaría mucho menos de lo habitual, así se les castiga por sus delitos o por contraer deudas que no querían o podían pagar.

Así, el cambio de moneda no sería un problema, todo lo contrario.

30/01/2021