7 Abril 2019
Santiago Campillo @Scruzcampillo
En cierto sentido llegamos muy tarde. Aunque consiguiéramos detener súbitamente las emisiones excesivas de dióxido de carbono, no podríamos mitigar los efectos de los gases de efecto invernadero. El calentamiento global es un hecho, así que solo nos queda adaptarnos o buscar soluciones más… creativas.
¿Y si además de reducir lo que lanzamos al aire nos dedicamos a capturar y convertir ese dióxido de carbono en otra cosa? Podríamos ir eliminándolo de la atmósfera poco a poco. Eso significa mitigar parte de su impacto, ¿no? Pues ya hay quien está haciéndolo. Esta tecnología podría ser una de las más importantes en los años que están por venir.
Aunque redujéramos la emisión, estamos condenados
Según el «Informe Especial sobre el Calentamiento Global de 1,5ºC«, lanzado por el panel de expertos sobre el cambio climático (el IPCC), para reducir el impacto no vale solo con detener y controlar las emisiones actuales. Sería necesario retirar de la atmósfera un billón de toneladas de CO2 correspondientes a casi 200 años de emisiones.
Si no, el calentamiento global, aunque podría reducir su progresión, seguirá aumentando durante miles de años, con todas las consecuencias. El dióxido de carbono es el gas que más preocupa actualmente a los expertos en cambio climático debido a su gran cantidad procedente de la acción humana.
Mientras mantengamos los niveles de concentración actuales, se estima que no se podrá mantener el límite de temperatura por debajo de los 2ºC, tal y como se determinó en el Sexto Informe de Evaluación (el IE6), y mucho menos por debajo de los 1,5ºC necesarios para minimizar el impacto.
Así que, visto el problema, hace ya tiempo que diversos equipos andan tratando de buscar una solución al respecto. ¿Y cuál podría ser? Actualmente existen varias empresas y proyectos científicos con un objetivo en mente: capturar el dióxido de carbono «sobrante» de la atmósfera a toda costa.
Capturar CO2 de la atmósfera, ¿cómo es posible?
La tecnología está avanzando muchísimo en este campo. Tanto es así que el mismísimo Bill Gates declaró para el magazine tecnológico del MIT, a principios de este año, que la captura de dióxido de carbono será uno de los mayores avances del mundo. El magnate, aunque no es experto en climatología ni en química, es uno de los mayores filántropos e inversores en tecnología útil del mundo.
De hecho, Gates es famoso por haber hablado en más de una ocasión sobre el cambio climático y la importancia de luchar contra él. Pero, volviendo a la captura de hidrógeno, el creador de Windows hablaba con interés de un proyecto particular dirigido por un investigador canadiense: David Keith.
Capturar CO2 a partir de la atmósfera es costoso e ineficiente, pero posible. Lo único que hace falta es pasar el aire atmosférico por una planta de procesado especial que, mediante unos circuitos de recirculación y unos filtros especiales, capturan el dióxido de carbono y lo convierten en otra sustancia.
Dicho así, parece muy sencillo, pero no lo es. El CO2 supone solo un 0,04% de la composición atmosférica (gracias al cielo, o si no moriríamos asfixiados). Suficiente para provocar un enorme cambio climático, pero muy complicado para poder extraerlo del aire. También supone procesar grandísimas cantidades de aire, con un gasto energético tremendo.
Sin embargo, en una reciente investigación, el equipo de Keith ha demostrado que puede obtenerse una tonelada de CO2 a partir del aire con un coste de entre 94 y 232 dólares. Esto supondría un ahorro drástico, la pieza que faltaba en la aplicación de este procedimiento y, también, la razón por la que el propio Bill Gates apoye esta tecnología.
Capturar el CO2, no es la primera vez
En realidad, el concepto de captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés) no es nuevo. Como mínimo, los primeros estudios serios se remontan al año 2000, probablemente antes. La captura y almacenamiento se ideó, en un primer momento, como una forma de capturar el CO2 emitido por la industria generando una reserva geológica (que podría convertirse en hidrocarburos u otra fuente energética).
Las necesidades actuales, sin embargo, han acelerado el interés por este tipo de tecnologías, que ya no se plantean el almacenar bajo tierra, en capas estratigráficas, el dióxido (una práctica que puede resultar peligrosa, por sus escapes).
Por ejemplo, Covestro, antes Bayer Material Sciences, presentó en 2016 uno de los resultados de la captura de CO2 proveniente de la industria: polímeros especiales para formar pavimentos deportivos. Con esta aplicación, la empresa alemana ponía de manifiesto la posibilidad de usar este contaminante como materia prima.
Aun así, no es suficiente: los métodos de Covestro y otras similares sirven para mitigar la producción de CO2. Sin embargo, como decíamos antes, lo que necesitamos es reducir la cantidad existente en la atmósfera. Y para eso, el problema técnico es mucho mayor.
Sacar el CO2, esta vez del aire
¿Qué tiene de especial el método propuesto por David Keith? Este investigador desarrolló durante 2009, en colaboración con las universidades de Calgary y Carnegie Mellon, el concepto para obtener dióxido de carbono a partir del aire, de una manera económicamente viable y con intención comercial.
Como resultado, en 2015 la empresa Carbon Engineering, surgida a partir de sus estudios, comenzó con una planta piloto que empezó la producción de combustibles a partir del CO2 en 2017. Hasta la fecha, su método es el más económico para usar el dióxido de carbono atmosférico como sustrato.
Un reciente paper, publicado durante el verano pasado, explicaba los pormenores químico-físicos para reducir el coste de conversión de una tonelada de CO2 hasta apenas 94 dólares en el mejor de los casos (232 dólares en el peor). Esto, tal y como comentan, es un avance increíble para la aplicación de sistemas de captura de carbono comerciales y a nivel industrial.
¿Cómo funciona? La planta diseñada utiliza como adsorbente una mezcla acuosa de hidróxido de potasio acoplado a un proceso cíclico con calcio cáustico. Sin entrar en más detalles técnicos, este proceso permite recircular el aire una y otra vez en dos ciclos emparejados de manera que se va extrayendo el dióxido de carbono atmosférico y se devuelve el aire con una concentración mucho menor.
El CO2, en el segundo ciclo, es secuestrado para formar carbonato de calcio (CaCO3), el cual se calienta para soltar el CO2 y purificarlo. Finalmente, este CO2 purificado se emplea para sintetizar combustibles, aunque se podría utilizar para cualquier otro uso en el que hiciese falta dióxido de carbono. El proceso en sí mismo es relativamente sencillo, termodinámicamente aceptable y utiliza sustancias baratas.
Es aquí donde radica su secreto. Eso sí, un secreto que han tardado varios años en descubrir. Los procesos probados por la empresa, hasta el momento, han comprobado que de una concentración de aproximadamente 400 ppm (partes por millón), puede obtenerse un aire con una proporción de 100 ppm, para el mismo volumen. Eso supone retirar hasta un millón de toneladas de dióxido de carbono por año y planta, por unos pocos cientos de dólares por tonelada.
Para poder retirar el billón de toneladas antes de 2080, como sería necesario, según el IPCC, harían falta unas 20.000 plantas similares con el mismo rendimiento y el coste que supone. Sin embargo, no es una misión imposible. Este proceso está todavía en sus comienzos, pero ahora, al menos, tenemos una manera posible de retirar el peligroso CO2 de nuestra atmósfera.
10 Comments
Marco García
2 años agoPero, volviendo a la captura de hidrógeno
R. Por lo visto este tipo no es de los que repasan los textos antes de editarlos. Lo que indica una deplorable falta de profesionalidad.
El equipo de Keith ha demostrado que puede obtenerse una tonelada de CO2 a partir del aire con un coste de entre 94 y 232 dólares.
R. Qué clase de cálculos chapuceros son esos; 2,4 veces + de los 94$. ¡Menudo científico es el idiota que no sabe ni calcularlo!
Los primeros estudios serios se remontan al año 2000, probablemente antes
R. Por supuesto que fue mucho antes, los ecologistas hace varias décadas que ya avisamos de las consecuencias que traería la quema de tantos miles de toneladas de carbón y la destrucción de los bosques. Pero se reían de nosotros. Ahora por lo visto ya no se ríen tanto.
Álex
2 años ago7 Abr. 2019, 20:40
¿No sería más fácil reforestar? Sólo con usar Ecosia en vez de Google ya haríamos mucho.
Rubén
2 años agoAlex sé que ese buscador dona el 80% de sus ingresos publicitarios a programas de plantación de árboles organizados por asociaciones como WeForest, con quien trabajan desde enero de 2015.
El problema es el de siempre; antes de buscar una solución de un problema es prioritario buscar qué o quién lo ha causado. Y como no podría ser de otro modo, el culpable son muchos; los políticos descerebrados que tomaron y siguen tomando malas decisiones. Son ellos los que propusieron arrasar miles de millones de hectáreas de bosques para convertirlos en papel, madera, leña, urbanizaciones, ciudades, traviesas de ferrocarril, muebles, pasto para las vacas, presas hidráulicas, etc.
Por otra parte los árboles tardan demasiado tiempo en crecer, por lo que da tiempo más que suficiente en que sean devorados por animales, el fuego o por enfermedades. Por todo ello es una mala idea, propia de otro descerebrado.
Herebus
2 años ago8 Abr. 2019, 3:25
Sí, sin duda.
El problema es que la capacidad de los árboles de fijar CO2, es relativamente lenta, aún plantando miles de millones desde mañana mismo, quizá no sea suficiente.
El mayor sumidero de CO2 del planeta en realidad no son las masas boscosas. Es el Océano. De hecho el aumento de CO2 atmosférico, está cayendo al océano con la lluvia, ese CO2, se disuelve en el Mar, y lo está acidificándo, lo que unido al aumento general de las temperaturas, está ya generando problemas muy graves en ciertas regiones oceanicas (muertes masivas en los grandes arrecifes de coral), y corremos el riesgo de cargarnos, toda la cadena trófica marina, y ya sí que liarla parda del todo, si perdemos ese sumidero que fija CO2.
Ante ese escenario, es posible que el plantar árboles a millones, no sea suficiente para los márgenes de tiempo que tenemos.
Por eso, el que se desarrollen y mejoren, estas tecnologías, es una muy buena idea.
Mejor tener estas tecnologías, que no tenerlas.
Nos jugamos que nuestros nietos tengan que ver: Cádiz, Valencia, Nueva York, Sidney, Hong Kong, Barcelona, San Francisco, Río de Janeiro, San Sebastián, Vigo, Oporto, Marsella, Alejandria, Shanghai, todos los Países Bajos, etc, etc, en barca y con traje de buceo, o que muchas regiones del mundo no solo queden inundadas sino que sean inhabitables.
Aunque mucho antes de que eso pase, ya tendremos problemas realmente graves, si los fenómenos climatológicos extremos, se vuelven mucho más habituales y potentes, o sí los regímenes de lluvias en muchas zonas del planeta se van al traste, y con ello, se va al traste la productividad, y estabilidad, de la producción de alimentos. Y es que si una simple barra de pan, pasa a costar 10€, y la gente pasa hambre a nivel global, solo es cuestión de tiempo que los paises empiecen a tirarse entre ellos de todo, (y me refiero a toda clase de bombas), menos flores.
Y puede sonar exagerado o catastrofista, pero no, no lo es … , por desgracia esto no es de broma, y es muy muy pero que muy serio.
Así que repito mejor tener estas tecnologías, que no tenerlas.
Salu2
imf017
2 años ago8 Abr. 2019, 9:49
Sería lo mejor en condiciones ideales, pero no estamos precisamente en condiciones ideales.
En realidad, las plantas de extracción de CO2 son sólo uno de los remedios. Para solucionar el problema del cambio climático (y todo lo derivado de la contaminación), tenemos que atacar varios frentes: reducir emisiones, poner plantas de procesado de CO2, reforestar, reciclar, reducir vertidos … Ninguna de estas medidas bastará por sí sola: hay que implementar todas.
Marco García
2 años agoimf017, se te olvida la más importante; reducir la población mundial progresivamente hasta que quede dos millones de seres humanos. Eso sí que ayudaría muchísimo
indahouse7
2 años ago8 Abr. 2019, 18:50
La industria ganadera contamina más que toda la industria automovilística.
Esa es la realidad. Pero nadie habla de eso. Sólo de coches eléctricos y de paneles solares.
Cuando dices que los pedos de las vacas, que contienen metano, contaminan 20 veces más que el CO2, la gente se ríe. Así nos va.
rafaello76
2 años ago9 Abr. 2019, 13:40
Es triste considerar la conversión artificial, mientras los bosques tropicales son diezmados. ¿Por qué no defendemos e incrementamos los bosques?
Y si en vez de pagar maquinaria para convertir CO2, pagamos al agricultor del Amazonas para que deje de quemar el bosque y reconvertirlo en tierra para cultivar?
¿Por qué no nos damos cuenta de que a medida que crece la población, le robamos espacio a la naturaleza? El principal problema es la superpoblación.
Marco García
2 años agorafaello76 deja de decir estupideces ¿pagar al agricultor del Amazonas para que deje de quemar el bosque y reconvertirlo en tierra para cultivar? ¿Acaso no has oído alguna vez que el que contamina paga? Cualquiera que haya prendido fuego al bosque debe ser castigado, no recompensado por dejar de hacerlo. A todos ellos los obligaría a pagar una condena de 30 años en trabajos forzados.
mariolares
2 años ago8 Abr. 2019, 5:49
si el Dióxido de Carbono es el (0.033%) de la atmosfera de verdad siguen creyendo que es lo que causa el calentamiento ? es simplemente el mejor truco para sacarnos dinero y sacarle dinero al estado ,