Desde hace varias décadas siempre he tenido el interés de saber por qué se le conceden medallas a la gente que no gana en los juegos olímpicos.

¿Qué méritos han hecho esa gente para ser reconocidos y alagados?

¿Qué criterio han tenido para decidir quién se las merece?

En mi humilde opinión solo se las deberían otorgar además de los atletas ganadores, aquellas personas civiles que han hecho algo asombroso por los demás, como podría ser a los autores de un golpe de Estado que como resultado de ello se consiga dar una buena calidad de vida a su pueblo, o que haya aniquilado una industria contaminante, o que haya derribado cientos de aerogenadores, dado que son unos grandes aniquiladores de aves y de quirópteros. En fin, que sea por actos que beneficie a millones de personas y no por chorradas como se viene haciendo hasta ahora. Ej: la unidad más condecorada del Ejército es el Grupo de Regulares de Melilla nº 52 ha recibido, con un total de 217 distintivos. una unidad cuya actividad principal está enfocada al combate en población, al control de masas, al desarrollo de misiones de ayuda humanitaria y también el desarrollo de ejercicios y maniobras, así como la participación en competiciones deportivas.

Analicemos esos “meritos”:

Combate en población

Combatir significa irremediablemente asesinar, creo que poco debo de explicar a las personas inteligentes que eso de asesinar a gente que no te ha hecho nada no es motivo de sentirse orgulloso.

Las guerras las producen los políticos, estos contratan a sicarios para que acaben con el problema que ellos mismos han ocasionado.

Control de masas

El control de masas se refiere por ejemplo a evitar una entrada masiva de gente ilegal que huye de un país donde sus dirigentes no saben o no quieren proporcionar una buena calidad de vida y la gente no sabe o no puede combatir a esos descerebrados y “deben huir” para intentar vivir mejor, pero lejos de recibir ayuda para enfrentarse a esos tiranos se les devuelve a ese país donde vivir es una tragedia y encima los condecoran.

Imagínese este planteamiento; qué les parecería si unas personas liberan millones de polillas de carcoma y miles de hogares, estas destrozan los muebles, por consiguiente la administración recibe muchas quejas por las familias afectadas de esa plaga, entonces la administración envía a unos operarios para exterminarla, pero el daño ya está hecho y es irremediable, han de tirarse los muebles a la basura y esas familias deberán gastar mucho dinero en reemplazar los muebles que han tenido que tirar y que la Administración responsable de la liberación de la plaga no va a indemnizar, y encima los operarios reciben condecoraciones y aplausos por ese trabajo ¿no les parece absurdo?

O este ejemplo más simple; ves a una persona que intenta subirse a tu embarcación porque le persigue un tiburón, y lo que se te ocurre es ponerla en marcha y alejarte de esa persona, por hacer eso al llegar a tierra y explicas lo sucedido te dan una medalla y te aplauden.

Misiones de ayuda humanitaria

Más de lo mismo, los malos políticos causan la pobreza y para “lavar su cara” ofrecen ayuda humanitaria pero no la suficiente como para que dejen de ser pobres, sino lo justo para que salgan en los medios de comunicación como gente buena que ayuda a los necesitados. Hay que ser muy hipócrita para hacer eso y muy idiota para alabar esas acciones.

Si quisieran ayudar de verdad lo primero que deberían hacer es abandonar el regimiento y dejar de ser un títere/sicario.

Y por último, pero no menos importante; desarrollo de ejercicios y maniobras

No veo dónde está el mérito en entrenarse para combatir contra personas que no te han hecho nada y entrenarse para ser un sicario. No hay nada noble en ello.

20/09/2023